Por: Mundo Asís
Eclipse triste del cristinismo, sin estrategia ni información.
sobre Informe de Consultora Oximoron
Redactora Final Carolina Mantegari
1. Fondo de olla
La diferencia a favor de Sergio Massa, La Rata del Tigre, o Aire y Sol II, a esta altura es literalmente irremontable.
Para Oximoron, la contienda está terminada. Sólo falta el detalle técnico de la votación. Massa pasa por la ventanilla. Cobra.
Significa confirmar que se carga, acaso a su pesar, a La Secta reducida del cristinismo, que supo apoderarse de la Argentina, ante la culposa complacencia de la sociedad.
La Secta enfrenta su eclipse triste. Culturalmente aislada. Sin estrategia y sin información. Asiste a la pérdida letal de la iniciativa. Va al pie, en el último tramo, de las circunstancias. Con la insuficiencia escogida de Martín Insaurralde, un elemento rescatable, candidato que puso La Doctora para equipararlo a Massa. Para mostrar, en su banda, que va al pie de Massa.
Gana Massa, benefactor de Scioli a 11 días de las PASO, el Frente precipitado, con su conveniente liviandad, supera por 4 o cinco puntos al cristinismo inagotable que alcanza su techo.
Con un mínimo margen de error, el guarismo marca 36.5 a 32.4.
Merced al aporte sustancial de Daniel Scioli, el Líder de la Línea Aire y Sol I, el cristinismo ya agotó el ritmo febril de la remontada que se registró en las últimas dos semanas.
La recuperación sciolista lo llevó, al bueno de Insaurralde, a reducir la amplia diferencia del despegue. De 12 puntos, meritoriamente pudo descontar 8.
Pero no queda ya fondo de olla. Es técnicamente imposible rescatar en adelante más sufragios (conste que aquí se descarta la alternativa dramática del fraude).
Es más probable, incluso, que a Francisco de Narváez, El Caudillo Popular, le cueste mantener los abreviados 13 puntos que le consigna el Informe.
Téngase en cuenta que se trata de un electorado triunfalista. En el tramo decisivo se prefiere recurrir al auxilio del vencedor.
Obstinado en el error de pegar a Massa con La Doctora, hoy Narváez lo arrastra (mal) a Hugo Moyano, El Charol. Y a José Manuel De la Sota, El Cordobés Profesional. Para disputar, con suerte, el tercer puesto.
El Caudillo Popular se consume en la lentitud de un virtual empate técnico con la señora Margarita Stolbizer, que se queda como una Niña Envuelta en la perversidad metodológica del peronismo.
Sin explotar, siquiera, el cansancio social que el mismo peronismo provoca.
2.- Interpretaciones cruzadas
Gana Massa, benefactor de Scioli. Sólo provista de una formidable desorientación estructural, La Doctora pudo haberse atrevido, un mes atrás, a atacarlo a Scioli, con patológica virulencia. Contagiosamente imitada por los subordinados que nada tienen para perder. Apenas la libertad.
Hasta determinados gobernadores del Partido (Vegetal) Justicialista se anotaron puntualmente en la táctica errónea de pretender aislarlo.
Scioli necesitaba la “respiración artificial” que brinda la novela de Ricardo Piglia.
En la plana mayor de La Secta se suponía, hasta último momento, que Massa no iba a atreverse a desafiar a La Doctora. Abundaban los falsos influyentes, no precisamente desinteresados, que la entusiasmaban.
Sin embargo Massa dejó de dar las tradicionales vueltas a la rotonda para armarle el impertinente planteo territorial. De haber previsto que su ex Premier (Massa) iba a lanzarse, lo menos aconsejable era operar en contra de Scioli. Ya no sólo por haber anticipado la aspiración pecaminosa de sucederla. Pretendía demolerlo por una cuestión visceral. Cultural.
Le cuesta aceptar al airesolismo fundacional que La Doctora no lo soporta a Scioli.
Justamente el desprecio se subraya con firmeza cuando, por la dinámica de su banda, La Doctora se volvió “scioli-dependiente”.
Señalar la “scioli-dependencia” es -para La Doctora- un agravio.
Por lo tanto sería un error infantil de Scioli suponer que La Doctora se dispondrá, finalmente, a la resignación de apoyarlo.
Entre Scioli y Massa -para Presidente- La Doctora lo prefiere, en todo caso, a Macri.
El Niño Cincuentón le proporciona el pretexto de suponer que pierde contra la derecha. Para organizar la mitología de la nueva resistencia.
Gana Massa, benefactor de Scioli. En la liviana confusión, se asiste al juego lícito de las interpretaciones cruzadas.
Massa emerge, en la práctica, como el benefactor de Scioli.
El salvador que irrumpe para legitimarlo. Ante quienes lo desprecian. A ambos.
La aparición providencial del Riesgo Massa provocó de inmediato que Scioli fuera aceptado por los Gobernadores Atragantados del peronismo que se proponían aislarlo. Expulsarlo del kirchnerismo póstumo, devenido en cristinismo. Con la instrucción de La Doctora, y la instrumentación de Carlos Zannini, El Gran Consumidor. De Pescado. Podrido. Es quien se comió el bagre comprado.
Creía -por el bagre- que Massa no iba a presentarse.
3.- GESTAR Gobernadores Atragantados
Los Gobernadores Atragantados vuelven a convocarlo a Scioli. Por ejemplo para otra Asamblea de GESTAR. Similar a las oportunamente organizadas para condenarlo.
En Santa Teresita, sin ir más lejos, hasta los mini-gobernadores se reunieron, en el verano, para clavarle distancias a Scioli. En la provincia inviable, y sin invitarlo. Si no concretaron otra asamblea, en La Matanza, fue por la muerte previsible del último aliado. Chávez.
Según su web, GESTAR es “el Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista. Fue creado el 7 de junio de 2010 por el Consejo Nacional del PJ con el objetivo de contar con cuadros políticos-técnicos cada vez más capacitados”.
Con semejante presentación, las autoridades del Artefacto GESTAR, que preside el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, El Huevón, deberían ser portadores naturales de credibilidad.
Sin brindar los aspectos vulnerables que admiten, los doce gobernadores del justicialismo, que religiosamente asisten, sean tomados, todos, para la joda.
Gana Massa, benefactor de Scioli. En “Gobernadores atragantados” se trató la penúltima reunión del Artefacto. GESTAR. En Paraná, Entre Ríos, donde se asistió a una fervorosa muestra de excitación re-reelectoral.
Los gobernadores, atragantados como nunca de relamerse tanto, se comportaron como auténticos utopistas, que se lanzaban a la aventura de conseguir la re/reelección de La Doctora.
La Doctora dista, en general, de respetarlos. Sabe que son aduladores que sobreviven colgados del Vestidito Negro.
Son pocos los gobernadores que pueden tener la suerte de lograr alguna reunión bilateral con La Doctora.
A lo sumo, Los Atragantados alcanzan a acceder al ponderable Juan Carlos Mazzón, El Chueco. O al Abalito.
Ocurre que Los Atragantados son convocados semanalmente, apenas, para aplaudirla. Y cuidadito con reunirse, entre ellos. Para algo que no sea glorificarla.
Cuesta creerles, a la docena de gobernadores atragantados, que se enlodaron en la estrategia de aislar al gobernador Scioli. Para rendírsela ahora.
Pensar que un mes atrás, Aire y Sol I, Scioli, estaba regalado.
“Para el gato”. Se permitió gastarlo, incluso, hasta Amado Boudou, El Descuidista, que debiera atender más la totalidad de los artículos del Código Penal que ocuparse del juego banalizado de las 20 verdades.
Carolina Mantegari