¿La inflación del 2016 alcanzará el 40%? Es la política monetaria

La economía nacional y la sociedad civil esperan con ansias el segundo semestre, momento en el cual los niveles de inflación comenzarán a descender, o sea, el cambio de los precios relativos se encuadrarán en un sendero de decrecimiento. Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), comenzará la publicación de un informe de política monetaria en forma trimestral. El reciente, de mayo, evidencia el cambio de orientación de la política monetaria.

En el prefacio del informe se explica: “La contribución de una inflación baja y estable a estos objetivos nunca se hace tan evidente como cuando no existe: la huida de la moneda local puede desestabilizar al sistema financiero y desembocar en crisis, la destrucción del sistema de precios complica la productividad y la generación de empleo genuino, el impuesto inflacionario golpea a las familias más vulnerables y propicia redistribuciones de riqueza en favor de las más pudientes. Una inflación baja y estable previene todo esto”. Para lograr que esta inflación baje y se mantenga estable, y evitar así una mayor redistribución de la riqueza en favor de las familias más pudientes, el BCRA comenzará a utilizar un régimen de metas de inflación. Continuar leyendo

¿Por qué siguen creciendo los precios?

Según el informe del Instituto de Economía Popular (Indep), la variación de precios en febrero de 2016 arrojó un incremento del 3,70 por ciento. Este dato surge de Observando Precios, que construye un índice de precios populares (IPP) a partir de una canasta de productos de consumo masivo: alimentos y bebidas para consumir en el hogar, productos de limpieza y productos de aseo personal. La iniciativa de este dato y la construcción del IPP “es una aproximación para medir el poder de compra de los hogares de menores ingresos, ya que los productos relevados son los de mayor importancia en el presupuesto de estos hogares”, aclara el informe. Este relevamiento se realiza a nivel nacional; Observando Precios se encuentra en las principales ciudades de las provincias.

La canasta total relevada por IPP arroja una variación acumulada, tomando los datos del 1º de noviembre de 2015 al 29 de febrero de 2016, del 42,45 por ciento. En el caso de los alimentos, el acumulado fue del 48,35%; bebidas, 15,10%; aseo personal, 25,59%, y limpieza para el hogar, 9,71%, en el mismo período. Continuar leyendo

Una mirada sobre el déficit fiscal

En distintos medios se asocia al déficit fiscal del Gobierno con un problema serio y que puede generar situaciones de crisis económica, una de ella es la inflación. Hagamos un ejercicio comparativo para repensar esta situación y preguntémonos lo siguiente: ¿Cómo evolucionó el superávit-déficit del Gobierno? ¿Y si planteemos un paralelismo para comparar las situaciones utilizando dos variables: déficit-superávit del Gobierno y desempleo?

Si el déficit tiene relación con el nivel de inflación, como tantos economistas o periodistas indican, utilicemos el caso de la Unión Europea para pensar este postulado cuasiuniversal.

Los datos del informe del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (CIGES), Déficit en Argentina y la Unión Europea 2014 y del Centro de Estudios Económicos y Sociales (CESO) Scalabrini Ortiz, Coyuntura mensual junio/15, contribuyen a evidenciar un persistente déficit del Gobierno que ha influido poco en los niveles de inflación de la Unión Europea. Hasta la crisis del 2008, el déficit fiscal no superó el promedio del -3,5 %, la tasa de inflación fue del promedio 2,3 %, sin grandes alteraciones. En el año emblemático del 2008 la tasa de inflación anual alcanzó los 3,7 %. Continuar leyendo

¿Inflación por concentración económica?

Un viejo libro de Eduardo Jorge, el David Ricardo rioplatense, titulado Industria y concentración económica, plantea las características de la dependencia de la Argentina en términos históricos. Arturo Jauretche decía: “Nuestras formas tradicionales de comercio exterior han determinado nuestras formas internas de producción” y en estas están los principales intermediarios que concentran la comercialización de la principal producción argentina en el comercio exterior. Pero esta demanda externa que delineó las formas internas de producción, en un momento fue la carne y el trigo, en la actualidad la oleaginosas (soja) y los derivados, se ha organizado históricamente en un sector sensible de la población, la industria de alimentos y bebidas.

Esto es lo que plantea Eduardo Jorge: “La expansión de dichas ramas industriales quedaba basada, al igual que la de la producción primaria, en la demanda externa”, o sea, nuestras formas tradicionales de comercio exterior. Por ello es importante diferenciar dentro de la industria manufacturera el rol de cada sector y su aporte al sector económico en términos de divisas, trabajo y capital. Porque muchas de estas grandes industrias vinculadas al sector externo condicionan el desarrollo en la periferia; una frase de este sector mercado externista fue, en los treinta, “Comprar a quien nos compre”. Así se gestó una alianza entre sectores agrarios e industriales, bajo la hegemonía política de los primeros, diría Eduardo Jorge. Que luego, acumulando capital, lograron una diversificación en sus activos y sus negocios, y constituirían nuevas alianzas, influenciados por el contexto internacional. Hubo algunas experiencias en regulación del comercio exterior como el IAPI, la Junta de Granos y Carnes, así como momentos en que la regulación para una mayor distribución desató conflictos que invitaban al debate de proyectos de nación, como fue la resolución 125 (2008). Continuar leyendo

Panorama económico: la apología de la devaluación

En los primeros meses de 2013 hubo una desaceleración económica en la producción manufacturera y la construcción, a esto se sumaron los operadores internacionales encargados de la liquidación de divisas junto a los productores agro-sojeros. La desaceleración podría ser producto del recrudecimiento de las medidas para administrar el recurso escaso: divisa como atesoramiento. Esta situación pareció afectar la estrategia de negocios de los sectores -más concentrados- económicos (agro, industria, construcción y financiera) vinculados al comercio exterior y que generalmente fugan dólares al exterior. ¿Cómo se llegó a esta situación? Previo a la mayor regulación –y a modo de ejemplo- de la divisa dólar observamos que algunas personas jurídicas y físicas atesoraron dólares por “precaución”, durante el 2011, momento en el que se llevaba a cabo la elección presidencial. ¿Precaución respecto a qué? No sabemos, pero observemos algunas variables. Algunas de estas personas jurídicas o físicas podrían estar relacionados con consultoras o empresas de productos de consumo masivo. En el libro Economía a contramano, del economista y periodista Alfredo Zaiat, constan las personas que durante el 2011 compraron dólares para atesoramiento. Antes de identificar a estos actores, conozcamos algunos números: entre 2008-2010 la cuenta Formación de Activos Externos del Sector Privado No Financiero acumuló una salida por u$s 48.865 millones, y sólo durante 2011 se fugó un total de u$s 21.504 M; solamente en un año (2011) se fugó el 45% de lo que se fugó en tres años (2008-2010).

Las veinte principales personas que compraron dólares para atesoramiento suman unos u$s 268,34 millones, lo que representa un 12% de lo fugado. En la lista encontrarnos nombres como Blaquier, Carlos Pedro Tadeo, u$s 11,12 millones; Brito, Jorge Horacio, u$s 13,53 millones; Bein, Miguel Ricardo, u$s 15,08 millones; Eskenazi, Sebastián u$s 13,58 millones. Por el lado de las empresas que por precaución atesoraron dólares tenemos a: Siderar SACI, u$s 19,36 millones; Bayer, u$s 19,14 millones; Abbot Laboratories Argentina SA, u$s 18,73 millones; Tarjeta Naranja SA, u$s 19,36 millones. Las veinte principales empresas que atesoraron suman un total de u$s 363,57 millones, representan un 17% de lo que se fugó durante el 2011. Entre ambos representan casi un tercio de lo que se fugó durante el 2011.

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¿Emisión genera inflación?

Al estudiar el denominado Informe Económico Semanal del Banco Ciudad de Buenos Aires Nº 222 (18 de enero de 2013) podemos encontrar un apartado con las siguientes conclusiones:

Nadie a ciencia cierta puede adivinar cuándo termina esta novela. Sólo sabemos que el año 2012 le subió el rating a la discusión al probar que la inflación podía subir aún con la economía en recesión e indicando que quizás ahora la convergencia entre ambas podría estar más cerca. Según el IPC-Congreso, la inflación trepó a 25,6% en 2012 y superó en 3 puntos porcentuales el registro de 2011.

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