La economía nacional y la sociedad civil esperan con ansias el segundo semestre, momento en el cual los niveles de inflación comenzarán a descender, o sea, el cambio de los precios relativos se encuadrarán en un sendero de decrecimiento. Según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), comenzará la publicación de un informe de política monetaria en forma trimestral. El reciente, de mayo, evidencia el cambio de orientación de la política monetaria.
En el prefacio del informe se explica: “La contribución de una inflación baja y estable a estos objetivos nunca se hace tan evidente como cuando no existe: la huida de la moneda local puede desestabilizar al sistema financiero y desembocar en crisis, la destrucción del sistema de precios complica la productividad y la generación de empleo genuino, el impuesto inflacionario golpea a las familias más vulnerables y propicia redistribuciones de riqueza en favor de las más pudientes. Una inflación baja y estable previene todo esto”. Para lograr que esta inflación baje y se mantenga estable, y evitar así una mayor redistribución de la riqueza en favor de las familias más pudientes, el BCRA comenzará a utilizar un régimen de metas de inflación. Continuar leyendo