“Enchufados” de un país desenchufado

Mucho hemos hablado de los enchufados y sus grandes fortunas en todas partes del mundo. Lujos, carros deportivos y una opulencia que, lejos de ser ocultada por necesidad, ha sido dada a conocer a los cuatro vientos, amparados por ese gran axioma venezolano que es la impunidad. Y es que no necesitaron ni las empresas offshore para ocultar sus fortunas. La corrupción nos ha pegado una cachetada en la cara, a plena luz del día, para luego dejarnos en penumbra.

Esta es una diplomacia de mafiosos. “Usted roba, váyase con sus millones a un consulado”. “Usted es ineficiente, tome esta embajada y viva tranquilo por unos cuantos años”. “Usted es profundamente patriota-revolucionario y además sostiene un cargo público, pues es el momento preciso para montar una estética en Miami, por ejemplo”. Ni hablar de los ministros “quita y pon”, que van dejando una estela de pobreza, corrupción, hambre y miseria sólo superada por el nepotismo y la negación.

Mientras tanto, Venezuela vive una de sus peores épocas en toda su historia. En un país dividido en dos, el mediático-gubernamental que hace de todo una novela, una dramatización en los géneros de ficción, suspenso y drama, y otro país más terrenal, aterrizado, ese que se despierta con el corte de luz y que llega a casa siempre y cuando la “buena voluntad” del malandro así lo quiera. Continuar leyendo

Teoría de las ventanas rotas en la realidad latinoamericana

Fue en 1969 cuando un grupo de psicólogos sociales de la Universidad de Stanford inició lo que ha sido uno de los estudios más reveladores en cuanto al comportamiento humano, que desmoronó prejuicios y paradigmas que hasta el día de hoy son sostenidos por nuestro entorno.

En dicha oportunidad, el profesor Philip Zimbardo, junto a otros científicos, colocó dos vehículos del mismo color, año y modelo en dos lugares diametralmente distintos en el estado de Nueva York. Uno en una zona reprimida, con altos niveles de violencia y criminalidad y el otro en una zona exclusiva, donde los servicios públicos funcionan, donde hay seguridad y un nivel de vida más alto.

Como era de esperarse, el primer auto fue vandalizado en horas, mientras que el otro permaneció intacto. Hasta ese momento parecía que las premisas sociales se cumplirían: la educación y el nivel de vida eran determinantes para el comportamiento social. Sin embargo, los científicos fueron más allá y rompieron una ventana del auto ubicado en esta exclusiva urbanización para evaluar si el comportamiento se mantenía o no. El resultado fue más que revelador. Al igual que el primer objeto de estudio, la gente comenzó a destruir, robar, dañar el segundo vehículo, ese que parecía seguro por encontrarse en ese lugar privilegiado. Continuar leyendo

Obama en Cuba: un capítulo que apenas comienza

Fue memorable. Luego de 88 años de historia cubana, el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana recibió al Air Force One, mítico avión presidencial que llevó en esta oportunidad a Barack Obama y a su familia en un viaje más que esperado.

No fue recibido por Raúl Castro. En todo caso, el canciller cubano Bruno Rodríguez cumplió el rol diplomático de darle la bienvenida al país, con quien ha mantenido históricamente relaciones de enemistad por casi seis décadas. Pero era de esperarse, dentro de Cuba se discute la pertinencia o no de su visita, se habla de un cambio, de nuevos tiempos y de la necesidad de mejorar la calidad de vida nacional. También se reconoce el esfuerzo en materia de salud y educación por parte del régimen de La Habana, pero sin duda esta nueva página en la historia ha destapado una especie de caja de pandora llena de sorpresas, sobre todo por el recibimiento de la gente, por su empatía con el mandatario estadounidense, por sus ganas de dialogar, de integrarse.

Atrás quedaron las banderas revolucionarias latinoamericanas, incluyendo la de Venezuela, para dar paso a una integración que, aunque parece más comercial que política, definitivamente redundará en un cambio de modelo que no sólo impactará en la comunidad cubana en la isla y en el exilio, sino que afectará moralmente a esos reductos socialistas latinoamericanos que además de la profunda crisis económica y social, ahora viven el peor momento en términos ideológicos al caer ese bastión que significó Cuba y los emblemáticos Castro. Continuar leyendo

Autoengaño chavista

Casi como si se tratara de una nueva cultura político-religiosa, el oficialismo venezolano lanzó una campaña en el sistema nacional de medios públicos digna del análisis de estudiantes de sociología, psicología y comunicación social en el campo de la semiótica. Se trata de una mujer y su niña adolescente —tomando en cuenta el matriarcado producto de la irresponsabilidad masculina— hablando de la realidad del país, bajo una premisa falaz, reflejo del autoengaño del propio chavismo.

Parecería que la inspiración para realizar esta pieza audiovisual surgió, en buena medida, de aquella frase irresponsable, desacertada e impertinente, esa que expresó el presidente Nicolás Maduro en una oportunidad al referirse a los crecientes problemas del país, cuando se atrevió a afirmar “Dios proveerá”, como si se tratase de un acto más divino que humano. Suscribió de alguna manera la opinión sobre la incapacidad del Estado venezolano para resolver sus propios problemas.

De esta incapacidad, esa que durante tanto tiempo ha sido cubierta por el propio órgano de propaganda roja, se desprende uno de los factores que más ha criticado la sociedad venezolana, la negación. Por ello, la entrada del video en cuestión da paso a un argumento tardío de un problema que vive el país y que no puede ser ocultado de ninguna manera. Continuar leyendo

El silencio, el argumento falaz y el escándalo

Un axioma que se ha hecho costumbre en el estamento político del Gobierno venezolano es el silencio. Las autoridades “revolucionarias”, muy a su estilo, se acostumbraron a esquivar la mirada, a evadir las preguntas y a callar las respuestas.

Esa palabra extraoficial que molesta tanto a lectores como a periodistas fue reemplazada progresivamente por una frase aún peor: “No negó ni confirmó la información”, por lo tanto desconocemos si el año pasado murieron dieciocho mil o veintiocho mil venezolanos. Tampoco sabemos si la inflación acumulada llegó a los cuatro dígitos, si el desabastecimiento ronda el 80% de los productos, o cómo los sobrinos de Cilia Flores obtuvieron los pasaportes diplomáticos a los que hace referencia Estados Unidos.

Junto a tal silencio, falaz es el único y desgastado argumento que sostiene el régimen: la culpa externa, la crisis inducida, la quinta columna en el mejor de los casos. Tan falso como aquella afirmación relativa a que gracias a Hugo Chávez el precio del petróleo pasó de siete dólares el barril a más de cien dólares. Es increíble la capacidad para crear amenazas, para afirmar que todo, absolutamente todo es culpa de factores externos, casi asumiendo como un karma que sólo el Gobierno rojo podría haber soportado, por su alto grado de humanismo socialista, ese que construyó la plataforma para que luego de recibir más de novecientos mil millones de dólares en diecisiete años no se encuentre ni papel de baño, ni una aspirina para el dolor de cabeza. Continuar leyendo

La malcriadez gubernamental

El Gobierno venezolano se ha encargado de romper sus propios récords. Sólo en lo que va de este año destituyó a una ministra con apenas 15 días en funciones, desconoció a la Asamblea Nacional en dos oportunidades, en plena declaración de Memoria y Cuenta el presidente Nicolás Maduro obvió mencionar la cifra oficial de fallecidos a causa de la violencia que según el Observatorio Venezolano de Violencia asciende a 28 mil muertos únicamente en el 2015. Además, se destapó el escándalo de los trescientos mil dólares que presuntamente fueron sustraídos en una de las residencias del presidente del Banco Central, Nelson Merentes, ministros no asistieron a comparecencia ordenada por el propio Poder Legislativo y se generaron decenas de declaraciones donde se desconoció completamente la realidad del país o, peor aún, se desestimó la responsabilidad de la máxima dirigencia nacional.

Un capítulo aparte podríamos dedicar al ataque frontal hacia la Asamblea Nacional, uno de los cinco poderes nacionales, que, a la fecha, sigue siendo blanco de toda la artillería chavista, que sin temor ha forzado la barrera en múltiples oportunidades, hasta llevarnos a un peligroso estado de ingobernabilidad. Es cierto, parecería que esta inflexión no es nueva y que, en todo caso, se agrava según pasan los días; aun cuando se supone que las autoridades venezolanas deberían estimar todos los esfuerzos para fomentar la paz, el entendimiento y el consenso. Continuar leyendo

Ahora o nunca

Un nuevo tiempo se siente en Venezuela. El país con la mayor reserva petrolera en el mundo vive uno de los momentos más críticos de su historia contemporánea, pero también un renacer de su democracia a partir de las últimas elecciones para escoger a los 167 diputados a la Asamblea Nacional. El país depende ahora del comportamiento de un Poder Legislativo finalmente independiente, luego de 17 años de chavismo.

El 6 de diciembre hubo elecciones en Venezuela. ¿Y qué pasó? La oposición ganó los dos tercios de la Asamblea Nacional, un hecho histórico y extremadamente importante por cuanto, al tener la mayoría calificada, se podrán aprobar y derogar leyes, investigar a las autoridades venezolanas y hasta solicitar un referéndum revocatorio para el presidente Nicolás Maduro. Es el momento perfecto para revisar lo ocurrido en esta elección y lo que se espera en Venezuela a partir de estos inéditos resultados. Continuar leyendo

¿Despertar latinoamericano?

Es temeraria esta afirmación. Lo sé. Sin embargo, este año ha sido atípico para una América Latina que se suponía que caminaba con cierta firmeza hacia un socialismo caribeño, improvisado pero con un peso específico en el continente, producto de una chequera que dio para todo y para muchos durante más de cinco lustros.

En efecto, el declive no obedece a los últimos meses, sin duda tiene su origen en múltiples factores que con el paso del tiempo, en algunos casos más largo que en otros, terminaron desgastando la paciencia de las sociedades latinoamericanas sedientas de justicia, de inclusión y de futuro.

Lo que se suponía que sería un bloque monolítico latinoamericano, ese sujeto de poder que haría cierto contrapeso en el mundo, se fue desmoronando producto de las propias incapacidades de sus gobernantes y de una de las mayores desgracias que han acompañado a nuestros pueblos por generaciones: la corrupción.

Salvo contadas excepciones, como la de José Mujica en Uruguay, los Gobiernos de izquierda contemporáneos han ido quedando atrás, estigmatizados por sus propias miserias, las cuales empobrecieron profundamente al pueblo, pese a haber aumentado el gasto público en términos de inversión social. Paradójica e incomprensible realidad, dado que con los recursos que se manejaron y sobre todo con la buena voluntad de los pueblos, se hubiera podido lograr cosas inimaginables. Pero claro, el nepotismo, el abuso gubernamental, la falta de separación de poderes, la politización de las fuerzas militares y la corrupción hicieron un contrapeso tan fuerte que lograron reventar la piñata, coloquialmente hablando. Continuar leyendo

Las cuentas también se cobran con votos

Todo indica que los resultados del domingo 6 de diciembre serán muy distintos a los que tradicionalmente estuvimos acostumbrados a recibir durante casi veinte años de historia venezolana. Las encuestas, más que los expertos, sorpresivamente nos madrugaron con indicadores que aunque se esperaban, no se creían. Las más conservadoras, incluso aquellas abiertamente pro-oficialistas, hablaban de un 15% de ventaja de la oposición sobre el chavismo, las más liberales de hasta el 30 por ciento.

Sin embargo, la mejor encuesta que podemos aplicar tiene dos variables a analizar. La primera es el propio pueblo y su realidad. En las calles se nota el descontento, la ansiedad, la falta de motivación, la incertidumbre. Un kilo de pollo es igual a un kilo de oro, un papel higiénico a una comida en el mejor restorán.

La muerte se relativizó, para el mayor pesar de los venezolanos. Si es rojo, blanco, amarillo, de este o aquel lugar, todo forma parte de los atenuantes o los agravantes en un país tan desigual que, aunque rico, está quebrado, con una estanflación alarmante que repite índices de pobreza y miseria que se vivieron en otros tiempos tan criticados por el propio chavismo. Continuar leyendo

Psicoanálisis del Gobierno venezolano

Al Gobierno venezolano hay que tratarlo como lo que es, como un paciente psiquiátrico. En su errático accionar ha demostrado con creces profundos trastornos que, sin pretender actuar como un experto de la psicología, por cuanto no lo soy, son tan evidentes que podemos hacer un juego mental para identificar qué elementos esconde o muestra, a partir de sus modos y su comportamiento.

Sí, un psicoanálisis debe hacerse en un estricto orden individual, pero también es cierto que en los ejercicios organizacionales podemos ver a una institución como a un ser vivo, con personalidad, con cualidades, con características que sumadas entre sí podrían recrear el perfil de una persona en toda su extensión.

En consecuencia, imaginemos por un momento al Gobierno venezolano como a una persona, como un individuo que en sus manos maneja el destino de más de treinta millones de personas y que comparte con ellas sus buenos y sus malos momentos, incluyendo alegrías, tristezas, rabias, depresión, entre otros. Continuar leyendo