Según el censo 2010, la Argentina presenta un déficit habitacional cercano a los 3,5 millones de hogares. No hay fuentes oficiales que puedan dar cuenta de a cuánto asciende este número hoy, pero importantes instituciones académicas confirman esta cifra.
El presidente Mauricio Macri nos comprometió a trabajar sobre la premisa de pobreza cero. Frente a ese desafío es necesario definir la estrategia de política habitacional que debe llevar adelante el Gobierno.
En la anterior gestión no se logró reducir en forma significativa el déficit habitacional. Su política estuvo basada en un Estado meramente constructor, que administró discrecionalmente los fondos públicos, a diferencia del Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi), cuyo coeficiente está fijado por la ley 24464 (véase gráfico). No hubo incentivos para que el sector privado pudiera desarrollar oferta para los sectores medios y bajos; y el acceso al crédito hipotecario resultó un imposible con las altas tasas de inflación que las que convivimos. Continuar leyendo