Nadie es responsable

Cuando el Frente Amplio se hizo cargo de la Intendencia capitalina, se agravó el tema de la basura hasta un punto en que pasó a ser una problemática endémica. Por supuesto, la responsabilidad se arrojaba sobre el pasado. Luego lanzaron la enternecedora explicación de que había más basura por el progreso social del país. El hecho es que ha pasado un cuarto de siglo y el nuevo intendente, Daniel Martínez, tiene que montar un operativo excepcionalísimo ante una crisis generalizada de la limpieza montevideana. Se pone una efímera cataplasma, pero el tema sigue pendiente, mientras se dan confusas explicaciones sobre falta de camiones y otras carencias.

En la seguridad ciudadana, todo el mundo es responsable, salvo quienes tienen que asegurarla. Y lo peor es que esta tesis ha llegado hasta la Justicia, porque un tribunal ha establecido la corresponsabilidad de la sociedad en un delito de rapiña. O sea que los delincuentes no son los exclusivos responsables de sus actos. Aparentemente, seríamos todos, la gente que trabaja de sol a sol, los maestros que no pudieron encausarlos, todos… Continuar leyendo

¿Qué queda de aquellos sueños?

La izquierda latinoamericana se cae a pedazos. Si por izquierda consideramos la revolución bolivariana de Venezuela, el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño, el kirchnerismo argentino, más los Gobiernos de Ecuador y Bolivia, nos encontramos con un claro panorama de crisis. Son todos movimientos muy distintos, pero ellos se proclaman de izquierda y desde esa definición los identificamos así. Con ellos también se ha identificado el Frente Amplio uruguayo, que reconoce la legalidad democrática pero se considera afín con todas esas tendencias, especialmente el PT brasileño.

Los hechos nos hablan de una crisis global en Venezuela, con un Parlamento electo por el pueblo con dos tercios de opositores; un terremoto judicial en Brasil, donde el tema de corrupción hace tambalear a la Presidente y al ex Presidente; un kirchnerismo derrotado en las urnas y ya en dispersión; un Evo Morales al que el pueblo le paró su intento de re-reelección indefinida y un Rafael Correa que anuncia que se va, porque teme que las derrotas municipales que ha sufrido se lo lleven como correntada…

Esos hechos políticos incuestionables dan cuenta del fracaso de los viejos eslóganes, así como del vaciamiento ideológico y moral de movimientos que se soñaron revolucionarios, que creyeron inaugurar un tiempo histórico, que hablaban contra el imperialismo norteamericano y proclamaban la construcción del hombre nuevo del Che Guevara, soñaban con una economía colectivista y una sociedad arrasadoramente igualitaria, al estilo cubano. Continuar leyendo

Los espacios y los partidos políticos

La conformación de espacios políticos debe efectuarse desde los partidos políticos y no en contra de estos.

En el espectro opositor se ha puesto de moda hablar de espacios políticos, más allá de los partidos. Se dice, con algo de razón, que por qué no sumarnos aquellos que pensamos más o menos parecido. Justamente, para eso nació la doble vuelta, que permitió sumar los segmentos más parecidos de la opinión en una u otra opción.

Está claro que la oposición al Frente Amplio tiene que ofrecer una alternativa viable, capaz de generar confianza. En el comienzo de este tercer gobierno del Frente Amplio se advierten ya desgastes importantes y todo hace pensar que estos continuarán, porque su incoherencia ideológica ya hoy es insoslayable. Está claro que de un lado están los que creen que el desastre educativo merece un tratamiento y quienes piensan que estamos en el mejor de los mundos. Así como hay quienes creen que el Uruguay debe estar en el mundo comercial y quienes pararon la negociación preliminar del TISA, aun sin saber su contenido, por simple rechazo a la globalización.

Lo ocurrido en Venezuela y en Argentina alienta a la oposición y con razón. Pero la lección hay que entenderla en toda su dimensión. Continuar leyendo

Situación inestable

El Gobierno vive una situación política inestable. El Presidente de la república transita su segundo período con una geografía interna muy distinta a la de su primer Gobierno, en que él era omnímodo como presidente y tenía a todos los grupos frentistas alineaditos, con sus respectivos líderes en ministerios, comprometidos con la gestión (José Mujica en Agricultura, Reinaldo Gargano en Relaciones Exteriores, Mariano Arana en Vivienda, Danilo Astori en Economía).

En esta segunda elección llegó a ella con cuestionamientos. No solo apareció una candidata en competencia, sin chance pero reveladora de que había quienes discutían la figura del Dr. Tabaré Vázquez, también quedó claro que muchos otros apenas se resignaban a la candidatura del ex presidente por ser el único con chance de ganar. Resignación no es convicción.

Instalado el nuevo Gobierno, ya se han visto las marchas y las contramarchas que hemos comentado más de una vez: que el Antel Arena, que la designación de una integrante de la Suprema Corte de Justicia, que el TISA, que la esencialidad de los servicios educativos, que la contención del gasto… Era impensable que a solo seis meses de Gobierno se hubieran dado tantas controversias y que ellas, invariablemente, hubieran terminado con el retroceso gubernamental, en algunos ocasiones en una situación realmente desdorosa. Es evidente que el PIT CNT hoy es el gran factor de poder, el mayor adentro de la coalición, y que el propio Presidente no cuenta con una estructura propia.

Todo indica que esa inestabilidad continuará. Como dijo el otro día Juan Castillo, ahora funcionario gubernamental, en el Frente Amplio hay un ataque de “perfilismo”, a lo que añadió que, con la esencialidad, “se comió un garrón” y que puso su cargo a disposición. El ministro Ernesto Murro también actuó con la misma amenaza: o mantenían un artículo presupuestal propuesto por él, que condicionaba los aumentos en la educación a un acuerdo con el Gobierno, o “Búsquense otro ministro”. Por supuesto, nadie se fue, pero el clima es ese. Continuar leyendo

Al ADN de la nada

Pomposamente, el Gobierno anuncia un cambio en el ADN de la educación. Ya esa promesa la había formulado el Dr. Tabaré Vázquez en la campaña presidencial y todos esperamos entonces que el nuevo Gobierno modificara equipos y propuestas, trabajando desde el primer día. Como es notorio, dejó a la misma gente, con el Prof. Wilson Netto al frente, que es una garantía de que nada cambiará en la buena dirección. El Gobierno, al tomar la decisión de mantener a los mismos jerarcas —obligado a hacerlo por los equilibrios políticos internos— resolvió lo contrario de lo proclamado, porque no puede hacer nacer de nuevo a quienes han opinado toda la vida de otro modo.

Sin ir más lejos, este Codicen no ha tomado, a lo largo de todo este año, la menor medida para estructurar un marco curricular para las edades de 4 a 14 años, como lo dice la ley de educación vigente y lo prometió el Presidente reiteradamente.

No se ha siquiera insinuado nada. El mismo silencio que el Codicen ha guardado en todos estos meses frente al desborde gremial que ha sufrido el país. Es más: El Codicen ha aclarado que no pidió el desalojo de su propia sede, operado días pasados, con el consiguiente revuelo de los grupos radicales que el Frente Amplio alimentó en su tiempo y que ahora cosecha lo que antes sembró. Lo único que ha dicho el Prof. Netto es que desde julio hasta hoy, como consecuencia de los paros, se han perdido miles de estudiantes, que están tratando de recuperar, pero que en su mayoría difícilmente retornen a las aulas

Es notorio que el Codicen no actúa en consonancia con el Gobierno. No lo hizo ostensiblemente recién, cuando la ocupación, y no lo hace tampoco, solapadamente, en la elaboración de las propuestas de cambio de las que se habla. Basta escuchar al subsecretario Fernando Filgueira y al Prof. Netto para advertir que sus sintonías de onda son distintas. Continuar leyendo

Canibalismo partidario

Las crónicas de la convención partidaria del sábado pasado me dieron una enorme pena. Cuando más nos hacen falta noticias sobre planteamientos claros, realizaciones, proyectos, movilizaciones, estos debates internos -que llevan al enfrentamiento personal- solo devalúan. A sus protagonistas desde ya, pero al Partido Colorado en su conjunto, que es bastante más importante que cada uno de nosotros.

Ya lo he dicho antes y lo vuelvo a decir. La situación que se dio en la última elección municipal no tiene precedentes. No fue el caso solitario de San José, en anteriores episodios electorales, ni el que se dio en aquellos tiempos difíciles de salida de la dictadura. En esta ocasión, fueron muchas las “desobediencias”, las actitudes fuera del cuadro de las respectivas agrupaciones, las renuncias a candidaturas y una y mil situaciones fuera de lo normal. Su consecuencia fue un gran desconcierto. No estamos avalando nada de lo que ocurrió más allá de las autoridades partidarias, porque nunca las hemos desacatado.

Lo que estamos preguntándonos es si la necesaria construcción de futuro pasa por sanciones y juicios de responsabilidad o por una generosa mirada hacia adelante, por reclamarles más actividades y compromiso a quienes pudieron haber incumplido mandatos partidarios. Continuar leyendo

Un hombre irrepetible

Personalmente conocí a Lincoln en Barcelona. Me había pedido un reportaje para El País de Madrid (donde colaboraba, además, con una página de ajedrez) y no faltó el amigo que me dijera: “Cuidado con este, que no solo es blanquísimo, sino que es medio anarquista o algo así”. Desde ya que el reportaje fue excelente e inicié, desde entonces, lo que terminó siendo una gran amistad y, por encima de ello, me ganaron un enorme respeto y admiración a la personalidad singularísima de este hombre irrepetible.

Alternaba una bohemia nochera con una enorme capacidad de trabajo, que está recogida en miles de artículos y una docena de libros, algunos tan caudalosos como los cinco tomos de Orientales o los cuatro de Caudillos y Doctores. A lo que debe añadirse una obra erudita sobre Mozart, una notable sobre el cine del medio siglo anterior y otros trabajos históricos. Últimamente, venía publicando en El Observador una serie de biografías de personajes, la mayoría desaparecidos, para la memoria colectiva contemporánea, a la que le imponía mirarse en el espejo de esos hombres de nuestro pasado.

Su memoria era de prodigio. En esas charlas que tanto le gustaban, podía recitar de memoria minutos y minutos, sin perder una línea, de innumerables poetas. Su labor de profesor, admirado profesor, se extendía más allá de las clases y su casa era un ir y venir de muchachos en busca de consejos, libros o lecciones sobre temas tan variados como los de sus obras. Continuar leyendo

¿Qué es el “Ateneo Libre”?

El martes pasado, en la Casa del Partido Colorado, presentamos, junto al Dr. Jorge Batlle y un calificadísimo núcleo de ciudadanos colorados, lo que hemos llamado “Ateneo Libre”. Somos, simple y sencillamente, un conjunto de gente que ha tenido responsabilidades institucionales y se siente en la obligación de generar discusiones, análisis y aun pronunciamientos sobre la vida del país, que enfrenta un momento particularmente neblinoso.

No se trata de una agrupación con finalidades electorales ni nada que se le parezca. Ni lo es ni lo será. No venimos a competir con nadie en ese terreno, sino a contribuir con todos, tratando de ayudar al Partido en la difusión de sus ideas y en la permanente actualización de sus enfoques. Por eso el primer acto fue presentarnos ante el Comité Ejecutivo Nacional, la mayor autoridad partidaria, para informar de nuestro emprendimiento y ponernos a sus órdenes en el esfuerzo de recuperación en que está empeñado.

Ha pasado el tiempo de la bonanza que nos regaló el mercado internacional en la última década y nuestra economía vive una situación que comienza a ser realmente difícil. Lo hace desde la debilidad de un Gobierno jaqueado y superado por el sindicalismo. La fractura social se sigue profundizando y la situación de seguridad es una expresión tan rotunda que hasta los inmigrantes sirios, que vienen de una guerra, se quejan de ella.

La educación sigue en manos de las gremiales y el futuro del país se ve comprometido por la sobrevivencia, en el Frente Amplio y el PIT-CNT, de una mentalidad sin convicción democrática ni aceptación de la economía de mercado. Es duro decirlo pero es la verdad. Si hubiera un verdadero sentimiento democrático, no se podría seguir creyendo que Cuba o Venezuela son democracias. Si se entendiera lo que es la economía moderna, globalizada, no se estaría impugnando negociación para alcanzar la liberalización del comercio de servicios, desde un país en que su economía cada vez más se basa en ellos.

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Todo se ha perdido

Al término de la batalla de Pavía, el derrotado rey francés Francisco I, que había sido arrollado por las tropas germano-españolas del emperador Carlos V, escribió a su madre, María Luisa de Saboya, una frase que llegaría hasta nuestros días: “Madre, todo se ha perdido menos el honor”.

Aunque más no fuera eso, difícil sería que pudiera hoy nuestro Gobierno decir lo mismo luego de esta pulseada trabada con los gremios de la educación, ufanos dueños del terreno.

Lo paradójico es que la pulseada la empezó el propio Gobierno al aplicar la ley de servicios esenciales a la educación. Los gremios de la educación venían parando y parando y la opinión pública reclamaba acciones. Hasta que se decreta un paro de tres días que terminaba el lunes pasado. Ante ello, el Gobierno da el salto adelante y los ministros de Trabajo y Educación explicaron que acababan de firmar con el Presidente la declaración de esencialidad de la educación.

Aplicar la esencialidad era necesario en aspectos como la alimentación de los niños. En general, en cambio, era -y es- muy difícil de aplicar la esencialidad a diez mil docentes.

El Gobierno, mal asesorado y con un apresuramiento de tono demagógico, que trató de contemplar el claro hartazgo de la población hacia las abusivas medidas gremiales, se lanzó sin paracaídas.
La reacción fue inesperada en su profundidad. Se sublevó la bancada parlamentaria del Frente Amplio, notoriamente dependiente del mundo sindical, y los gremios realizaran enormes manifestaciones. El 25 de agosto, en Florida, el Presidente fue manoseado y ofreció “fondos de Inefop”, con notable imprecisión. Anunció, ya en retirada, que si levantaban las medidas, levantaba enseguida la esencialidad. Siguió el desacato. Al día siguiente aclaró que hasta el lunes no se aplicarían sanciones.

O sea que, ante el desacato proclamado y consumado, la reacción del Gobierno fue de total retroceso: Si no aplicaba sanciones hasta el lunes, ¿por qué no esperó hasta entonces para declarar la esencialidad? Que el martes iban a trabajar, ya se sabía desde antes… Aunque en el último escalón del retroceso, el domingo 30, el Gobierno declara que levanta la esencialidad y que el martes comienza el diálogo. El lunes igualmente pararon todos, para ratificar el desacato. Y, como si fuera poco, en el colmo del esperpento, las gremiales de secundaria y de primaria también pararon el martes…

Los hechos descarnados dejan muy desamparado al Gobierno, lo que ciertamente no nos alegra, porque el Gobierno es el Gobierno y la institucionalidad está por encima de partidos y personas. Ahora ha quedado en evidencia que el Frente Amplio político es totalmente dependiente del sindicalismo. Y que el Presidente no cuenta con su bancada para dirimir junto a ella una disputa de las tantas que ocurren en la puja por salarios, impuestos y precios, que es el corazón de la constante e inevitable negociación social.

A la hora de la verdad, nadie se alineó con el Gobierno. Ni siquiera las autoridades de la educación, que guardaron un ominoso silencio durante estas cinco jornadas tan particulares. Ni abrieron la boca. Los ministros pedían de modo patético que no se dejara solo al Presidente.

El saldo es muy penoso. Se ha debilitado un instrumento legal importante que el propio Gobierno ha usado ya y que el de José Mujica aplicó varias veces (reparto de combustible, hospital Español, etcétera). Se ha fracturado el apoyo político al Gobierno. Se ha desairado a todos aquellos que aplaudieron inicialmente el gesto fuerte del Gobierno y hoy se sienten decepcionados ante este final.

Lo peor es que nada ha terminado. Ahora el Gobierno tendrá que afrontar, en medio de la debilidad, dos períodos más de mensajes complementarios, con gremios fortalecidos. Gremios que no serán solo los de la educación, porque todo lo que se les conceda a ellos estimulará el reclamo de otros.

Si malo es este desenlace, peor puede ser lo que venga. Porque cada retirada gubernamental significará más gasto y más inflación. ¿De qué vale acordar aumentos que, como en viejos tiempos que creíamos superados, la inflación los carcomerá con su implícita injusticia?

La gran cortina de humo

En 1917, la Constitución se transformó fundamentalmente para sustituir la Presidencia de la República por un órgano colegiado, tema planteado al país por Batlle y Ordóñez y que abriría una larga polémica. En 1934, fue para lo contrario y para convalidar la situación política emergente del golpe de Estado del año anterior, dividiendo el Senado por mitades entre los sectores mayoritarios de los dos partidos tradicionales. En 1942, para superar lo anterior y modernizar la estructura del Estado con un sistema más parlamentarista. En 1952 retornó el colegialismo y en 1967 volvió a sustituirse por la Presidencia, con el añadido de un conjunto de disposiciones que pretendían darle al Poder Ejecutivo mayor capacidad de gestión, fundamentalmente en la disposición del gasto público. El último gran cambio fue el de 1997, en que se abandonó el doble voto simultáneo, se introdujo la doble vuelta para la elección presidencial y las elecciones internas para la postulación de candidatos presidenciales.

Podremos concordar o no con esos movimientos, pero, en el contexto político de cada momento, respondían a una necesidad, al reclamo de sectores importantes de la sociedad o la vida política. Hoy se lanza la idea de la reforma constitucional sin ton ni son, como un ejercicio gimnástico que procura arrastrar el debate hacia sus vericuetos y aliviar la presión de los hechos sobre el Gobierno. No se sabe para qué. Continuar leyendo