Ciberacuerdos entre Estados Unidos y China

La próxima reunión del presidente de China con el de Estados Unidos en la Casa Blanca tiende a superar un período de desencuentros y restablecer algunos criterios de estabilidad global y regional. China, que ha prosperado por estar comercialmente muy ligada al mundo, no parece dispuesta a desafiar a Estados Unidos y arriesgar el crecimiento económico, que es una de las principales fuentes de legitimidad gubernamental. En este contexto, resulta relevante para Beijing aliviar tensiones en áreas particularmente sensibles para Estados Unidos como el ciberespacio. El tema de un código de conductas sobre prácticas y pautas de cooperación en materia de tecnologías de la información se convirtió en una necesidad urgente tras una década de silenciosa guerra cibernética que amenazaba con adquirir una compleja dimensión de represalias.

En este contexto, ambas potencias habrían alcanzado consenso en conceptos como la libertad y la soberanía de Internet mientras mantendrían diferencias en algunas cuestiones específicas relacionadas con el ataque cibernético y el control del ciberespacio. Sin embargo, Estados Unidos y China estarían dispuestos a comprometerse a no ser los primeros en usar armas cibernéticas contra la infraestructura crítica del otro en tiempos de paz. Esa limitación, la primera en su tipo en el mundo, evitaría que se puedan paralizar servicios como centrales eléctricas, sistemas bancarios, redes de telecomunicaciones y, entre otros, hospitales. Continuar leyendo

Las armas nacen en Grecia

La grave crisis financiera en Grecia plantea, entre otros, algunos datos a tener en cuenta. Una es la sorpresa que las medidas de austeridad recomendadas oportunamente en el plan de rescate del FMI y la Unión Europea no hayan mencionado con mayor firmeza la reducción de las compras militares y el enorme gasto en defensa, cuando representa la cuarta parte de la deuda pública. Por el contrario, ambas instituciones le exigían respetar los contratos con las empresas de armas. Esta insistencia parece casi perversa en virtud de que el gasto militar fue uno de los factores del quiebre financiero. En el 2010, cuando se negociaba el primer rescate, curiosamente, se firmaban las mayores compras de armamentos. Las adquisiciones, entre otros, de submarinos, fragatas, aviones y helicópteros en medio de las medidas de austeridad fueron de más de diez mil millones de euros.

De los 27 países de la OTAN, Grecia es uno de los de mayores adquisiciones en armas. El 2,25 % del PBI es gasto militar y en ocasiones ha superado el 3 %. El porcentaje es claramente excesivo cuando la media de la Unión Europea en defensa es del 1,2 %. Grecia tiene más vehículos blindados que Alemania, Francia e Italia juntas y quintuplica el número de soldados por habitante de España. Tampoco las compras militares ni el número de efectivos en actividad (140 mil) guardan relación con el papel militar que Grecia cumple en la OTAN. Solo tiene 10 militares en Afganistán y 118 en Kosovo. Continuar leyendo

Nuevo error diplomático de la Argentina

La amplia mayoría de la comunidad internacional vuelve a reclamar en la IX Conferencia de Examen del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) la completa eliminación de las armas nucleares y un régimen de no proliferación, vertical y horizontal, que asegure eficazmente ese objetivo. Se reconoce que dicho armamento, por sus efectos de aniquilamiento, son contrarios al derecho internacional y al derecho humanitario internacional. El Secretario General de las Naciones Unidas ha afirmado que “un mundo libre de armas nucleares es una prioridad para la ONU y sería un bien púbico mundial de primer orden”.

La sesión inaugural contó con la presencia de los Cancilleres de la mayoría de los países. Fue decepcionante que la Argentina no haya sido representada a ese nivel. La ocasión diplomática lo merecía. Es la actualidad es indispensable mayor presión internacional para que las potencias poseedoras de estos artefactos den cumplimiento al TNP, en particular de países que integran zonas libres de armas nucleares como es el caso de América Latina a través del Tratado de Tlatelolco.

Es evidente que mientras existan estas armas el peligro que sea objeto de una detonación, accidental o intencional, seguirá latente. Ese riesgo sería una catástrofe de consecuencias incalculables para todos los países del mundo. Nadie, ni ninguna región del mundo, estaría exento de las consecuencias. Sin embargo, lamentablemente no existen mayores esperanzas que la Conferencia produzca resultados que puedan ser considerados alentadores para el propósito de iniciar un ciclo de desarme nuclear conforme a los objetivos del artículo VI del TNP.

La frustración diplomática tiene antecedentes. Hace cinco años se acordó por consenso un Plan de Acción de 65 compromisos que ni siquiera han sido mínimamente considerados. Por el contrario, el cuadro general en lugar de acercar la posibilidad del desarme nuclear, se ha alejado. Naciones Unidas ha denunciado que los arsenales existentes han crecido en número y calidad. También ha destacado que los programas de modernización de los arsenales existentes apuntan a un mayor control de los efectos radiactivos y, en ese marco, han aumentado de manera considerable las amenazas de utilización en futuros conflictos.

El grado de confrontación entre Estados Unidos y Rusia ha alentado el nuevo ciclo armamentista nuclear. Si bien ambas potencias se encontrarían aplicando el Tratado del 2010 sobre Reducción de Armas Estratégicas, no están negociando futuras reducciones de los arsenales ni limitación en las modernizaciones. Tampoco el resto de los países poseedores de estas armas han reducido o limitado los respectivos arsenales. Se estima que Francia dispondría de 300 y el Reino Unido y China de 240 respectivamente. Pakistán e India contarían con 110. Israel entre 200 y 400. Corea del Norte 10. Asimismo, un número no determinado de armas nucleares, se encontrarían desplegados en 15 países. También en mares y océanos, incluyendo quizás el Atlántico Sur.

La urgencia y prioridad que merece el desarme nuclear exige que todos los países levanten la bandera de la no proliferación de las armas nucleares. Ha sido lamentable que el Canciller argentino no haya estado presente. Nuevamente el mensaje diplomático, como ha ocurrido con otras cuestiones relevantes como ha sido el de la lucha contra el terrorismo internacional, es perplejo.

Qué hay detrás de la catarata de acuerdos con Rusia

La Presidente de la Nación concluyó la visita a Rusia con definiciones singulares y algunos acuerdos polémicos. En gran medida muestra que basa la visión y decisiones de política exterior en consideraciones y reflexiones que provienen más del Ministerio de Economía o del de Planificación Federal que del Palacio San Martin. Es probable que ese énfasis sea consecuencia de una Cancillería que no le ofrece mayor confianza profesional. También de consideraciones que parecen querer reeditar el enfoque de José Ber Gelbard cuando intentó instalar una fuerte presencia soviética en la matriz energética argentina. Esa impronta parece olvidar que fue el mismo Presidente Juan Domingo Perón, a través de su Canciller, quién posteriormente paralizó alguno de esos acuerdos. Reclamaba, en cambio, mayor flexibilización en política exterior y menor dependencia estructural.

Si bien los tiempos son distintos, el resultado de la gira muestra cierta nostalgia con la historia aunque de menor eficacia diplomática. El Ministro Gelbard y en particular el Secretario de Comercio Exterior Embajador Leopoldo Tettamanti lograron convertir a la Argentina en el mayor proveedor de cereales del mercado soviético. A diferencia de aquel entonces, hoy el abultado déficit negativo de la balanza comercial parece aumentar en lugar de disminuir. Tampoco la visita permite mayor optimismo para modificar esa tendencia al haber dejado en evidencia una inclinación a beneficiar a las empresas rusas más que a las argentinas. En ese contexto, ha sido más urgente concluir compromisos de obras que analizar las ventajas concretas para la capacidad instalada de la industria nacional, incluso en términos de innovación tecnológica. Continuar leyendo

Apuntes sobre compras militares mundiales

La producción de armas convencionales continúa siendo la industria con mayores márgenes de crecimiento en el mundo. El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) destaca en el último informe un aumento considerable de compras militares en casi todas las latitudes del planeta y la concentración del mercado a favor de Estados Unidos, Rusia, China y Europa. En América Latina, Venezuela y Brasil lideran las adquisiciones seguidas por Perú y Chile en un nivel que no guardaría relación con el cuadro de seguridad de la región. El Instituto Internacional de Asuntos Estratégicos de Londres (IISS), en  ”Balance Militar 2015”, señala que Brasil es hoy la décima potencia militar del mundo. En el primer lugar se mantiene de manera indiscutible Estados Unidos con una capacidad militar equivalente a la suma del poder militar de los siguientes diez países con mayor presupuesto militar. Le sigue China en gasto militar y Rusia en tercera posición.

La mayor novedad del informe Balance Militar 2015 es la menor importancia militar relativa de Europa a escala global. Si bien Francia y el Reino Unido continúan en las primeras posiciones, en particular en virtud del arsenal nuclear y la capacidad exportadora de armamentos, son los países asiáticos los que han adquirido mayor envergadura militar que incluye, entre otros, a la India y Japón.  La cuarta potencia militar del mundo es Arabia Saudita e Irán se encuentra onceavo. El dato es relevante para el análisis por cuantos ambos países mantienen una alta rivalidad en Medio Oriente en gran medida como consecuencia de los respectivos liderazgos en el mundo islámico, uno sunita y el otro chiita.

Las referencias en materia armamentista también incluyen alarmante información sobre el aumento de los presupuestos en la modernización de los arsenales nucleares existentes. Tanto Estados Unidos como Rusia continúan con una alta asignación de fondos para la modernización de los respectivos programas de armas nucleares como en el desarrollo de nuevos artefactos para uso de alcance limitado. En la misma línea de crecimiento aunque más limitado en volumen, se encuentran los arsenales nucleares de China, Francia, Reino Unido, India y Pakistán. Corea del Norte tendría medida docena de armas nucleares.

En materia de la militarización espacial las informaciones son igualmente preocupantes tanto en el diseño de nuevos satélites de última generación como en lo que hace a lanzadores y cuestiones conexas. El espacio exterior es cada día centro de mayor concentración satelital con propósitos militares. Diversas fuentes incluyen riesgos crecientes que los satélites cuenten con distinto tipo de armas, principalmente las llamadas anti satélites que, en definitiva, tienen un uso tanto defensivo como ofensivo.

El cuadro de información que proporcionan los Institutos de Estocolmo y Londres es un termómetro poco alentador para medir la seguridad internacional. Ante esta situación parece cada día más apremiante que la agenda multilateral incluya con mayor prioridad y determinación al desarme en todas sus formas. La actual tendencia armamentista no puede conducir a un mundo mejor.

Deshielo entre Cuba y EEUU: un acontecimiento promisorio para América Latina

El deshielo entre Estados Unidos y Cuba, que se asomaba en el horizonte, finalmente tuvo lugar. Que la Guerra Fría haya concluido en el Caribe es un acontecimiento promisorio para América Latina. La medida, salvando las distancias, es comparable en el ámbito hemisférico a la decisión del Presidente Carter de devolver a su legítimo dueño el Canal de Panamá. La normalización de la relación con Cuba, por el alcance político, es más contundente y constituye una señal sustantiva que podría repercutir favorablemente en un cambio de clima de mejores perspectivas entre Washington y Latinoamérica. El hecho más inmediato sería el fortalecimiento de las Cumbres de las Américas y el regreso pleno de Cuba a la Organización de Estados Americanos. Continuar leyendo

Efectos regionales y mundiales del petróleo barato

El precio del barril de petróleo, por exceso de oferta y desaceleración de la economía china, está afectando distintos escenarios y preanuncia para el 2015 nuevos equilibrios geo-económicos. Estados Unidos, junto a Arabia Saudita, ha recuperado preeminencia y es difícil que la próxima reunión de noviembre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC), como lo advierte Abdalla Salem el-Badri, modifique la actual situación. El nuevo dato es que la autosuficiencia energética norteamericana está resultando clave para dictar el rumbo del mercado y ha diluido la influencia de la OPEC.

Los primeros beneficiarios, además de Estados Unidos, son los países importadores como lo es hoy la Argentina. El saldo neto también podría ser positivo para la economía internacional. Capital Economics calcula que la caída del precio del crudo representará una inyección de más de 350 mil millones de dólares de nuevas inversiones a la economía global. Este número podría aumentar de manera sensible si se confirma las previsiones de Goldman Sachs de que el precio del petróleo podría aun declinar en un 15%. Continuar leyendo

Argentina en un mapa complejo

Las visitas de los Presidentes de China y Rusia han impulsado una serie de nuevas vinculaciones tecnológicas que merecen cuidadosa reflexión. Con Rusia, por ejemplo, la posible adquisición, llave en mano, de una central nucleoeléctrica de una tecnología sustancialmente distinta a las centrales en operación. Con China, la instalación de una estación satelital y de telemetría en Río Negro que, por sus características, puede tener incidencia en la puja de poder militar mundial.

La construcción en Bajada de Agrio, en la denominada Pampa de Pimatue, de una estación de monitoreo de movimientos satelitales las 24 horas del día, es un tema de cierta complejidad geoestratégica. Se trata del primer centro de este tipo fuera de China con el propósito de contribuir al programa lunar chino y otras actividades espaciales. Sin embargo, por las características técnicas de la antena de recepción y los instrumentos operativos, tendría otros eventuales alcances que le permitiría un uso dual, civil y militar.

La locación neuquina habría sido seleccionada, principalmente, por la ubicación geográfica y la ausencia de interferencias de otras frecuencias. Estas circunstancias, entre otras, pondrían a la Argentina en teoría en un complejo mapa de riesgos hipotéticos. La estación, con antenas que permitirían una cobertura y visibilidad casi completa de la Tierra, sería a la vez un centro potencial de escaneo de comunicaciones, rastreo y detección de satélites, control de lanzamientos a escala global incluso, en caso de necesidad, de misiles, drones y otras actividades militares semejantes.

La Argentina, como contrapartida, podría provechar un mínimo del 10% de las horas del día. Sin embargo, no se conocen las modalidades y características del acuerdo de cooperación, incluso las de seguridad como, entre otras cuestiones sensibles, el grado de monitoreo argentino sobre las actividades específicas de la estación de Bajada de Agrio. No se trata de temas menores ya que la presencia de una estación estratégica de estas características, por sus efectos, hace a la defensa nacional e incluso a orientaciones de política exterior.

¿Tiene la Argentina una necesidad científica para una vinculación tecnología con un alcance tan complejo? El programa espacial argentino, como las etapas de evolución de la próxima década, no parece necesitar de manera indispensable de una herramienta de estas características. Consecuentemente, la duda es si las decisiones se han adoptado teniendo en cuenta las variadas hipotéticas implicancias de política exterior o han sido, simplemente, el resultado de apreciaciones más de entrecasa. 

Energia nuclear: pros y contras del acuerdo con Rusia

Uno de los acuerdos sustantivos de la visita del presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha sido la posible adquisición llave en mano de una nueva central nucleoeléctrica. Una cuestión muy importante para aumentar la generación energética nacional de origen nuclear, pero que a la vez merece una cuidadosa reflexión, tanto desde el punto de vista tecnológico como político. La construcción de un reactor de potencia no es similar a cualquier otra obra industrial. Existen, en cambio, una amplia variedad de temas tecnológicos sensibles por su naturaleza geopolítica. La decisión final, por su alcance y consecuencias en el tiempo, debería ser materia de previa consideración del Honorable Congreso de la Nación.

Desde una perspectiva técnica, el hecho de que la Argentina abra una nueva línea de desarrollo tecnológico en su programa nuclear es  de por si una decisión, cuanto menos, llamativa. ¿Se necesita incorporar una tercera tecnología nuclear sustancialmente diferente a las dos en operación en Embalse y Atucha I y II?

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Preocupa a Obama el futuro del Reino Unido

La reciente visita del Presidente de Estados Unidos a Europa ha tenido un acento inédito al incursionar en algunas incógnitas sobre el futuro del Reino Unido. Por un lado, ha destacado insistentemente la importancia que reviste para Washington que el aliado histórico principal no deje de ser miembro pleno de la Unión Europea. Por otro, se mostró contrario a la independencia de Escocia que desmembraría una parte significativa de la Gran Bretaña conocida.

El énfasis pone de manifiesto la importancia que revisten ambas cuestiones en el pensamiento estratégico norteamericano. Ambos temas, que se resolverán por consulta popular, son percibidos como afectando la fortaleza y credibilidad de Londres como potencia europea y, en particular, el papel que ha ejercido de articulador pro americano en Europa. Ningún otro lo podría reemplazar con el mismo carácter, ni siquiera Francia.

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