En la última década el éxtasis, de manera sigilosa pero constante, se ha instalando como la droga de la diversión, acompañando fundamentalmente a los adolescentes en las salidas nocturnas. Es en este período que se convirtió en la droga con mayor índice de consumo ocasional o experimental en jóvenes (el 87% de los estudiantes de nivel medio en la provincia de Buenos Aires que reconoce consumir esta droga lo hace preferentemente los fines de semana) y se advierte en este sentido un uso íntimamente vinculado con un modelo estético o recreativo. El verano y los períodos festivos implican un alerta extra. Se multiplican las fiestas, los eventos y las situaciones de esparcimiento; se potencia el consumo y, por ello, aumentan los riesgos, lo que da inicio a lo que se denomina “temporada éxtasis”.
En este sentido, referentes de las áreas especializadas de toxicología en la ciudad de Buenos Aires enfatizan que durante los fines de semana se reciben más casos de adolescentes afectados por el consumo de alcohol asociado con pastillas de éxtasis y bebidas energizantes (se incrementan a partir de los jueves hasta los sábados, disminuyen los domingos). Los mismos especialistas advierten que el éxtasis afecta a todo el organismo y que, ingerido con alcohol de manera frecuente, puede resultar fatal. Continuar leyendo