Dentro del incremento sostenido en el consumo de los diferentes tipos de drogas en nuestro país, el éxtasis irrumpió en la escena con un crecimiento exponencial del 1200% en una década: pasó de ser la droga menos consumida a estar en el cuarto lugar. Esta y otras drogas denominadas “de síntesis”, como la Ketamina, la Metanfetamina, el Éxtasis líquido o GHB, el PCP o polvo de ángel, consideradas como “drogas de diseño”, son las que resultan de gran atracción para los jóvenes y parecen ser las elegidas no solo en las comúnmente llamadas fiestas electrónicas o en boliches nocturnos sino que, además, comienzan a ser, conjuntamente con el alcohol, compañeros protagónicos de las “previas”.
Según datos oficiales, solo en la Provincia de Buenos Aires, el 56% de los estudiantes de nivel medio consultados manifestaron consumir Éxtasis de manera ocasional, siendo así la principal droga, superando incluso a la marihuana y a la cocaína, mientras que, en relación a la prevalencia de consumo de jóvenes en edad escolar, el Éxtasis presenta su mayor intensidad de uso en el tramo que va de los 15 a 16 años.
Es por ello que no resulta extraño que su sistema de venta se fundamente especialmente a través del uso de la tecnología o sistemas virtuales como ser páginas web, foros, Facebook o mensajería instantánea como el Whatsapp, siendo que los principales usuarios de las redes sociales son precisamente los adolescentes y son estos, a las claras, el público objetivo para estas redes del narcotráfico. En este sentido, el aumento del consumo de las “drogas de diseño” se da simultáneamente con el crecimiento en el uso de internet como medio para la venta de drogas: así lo demuestra un informe de la ONU a nivel mundial donde se señala que en la Argentina es el tercer delito virtual después de la pedofilia y la pornografía infantil.
Como admiten los propios jóvenes estudiantes, acceder hoy a las drogas es muy simple: “Siempre conoces a alguien que sabe quién vende, te pasa el contacto de Whatsapp o de Facebook”, “Tampoco es difícil conseguir pastillas de éxtasis o una pepa”, “La misma gente que te vende marihuana te las vende…”.
Este modelo de “trade marketing virtual” presenta ventajas comparativas en relación a otros formatos comerciales, basándose en un sistema dinámico, de bajo costo operativo y con un universo potencial de clientes incalculable al que se accede con la simple compra de base de datos de correos electrónicos, números celulares y/o cuentas de redes sociales, donde, con un simple “click”, se ofrece en forma masiva y anónima cualquier tipo de droga.
Según especialistas en delitos informáticos esta técnica es elegida debido a su escasa visibilidad, su rápida adaptación al cambio, fundamental para deshacerse de las direcciones de IP de las computadoras y teléfonos celulares con las cuales se realizan las transacciones, y la cobertura de la identidad, anonimato o mutación constante, lo que dificulta sensiblemente la detección de estos “narcos virtuales”.