La decisión de la FED

El próximo jueves se sabrá finalmente si la Reserva Federal de Estados Unidos decide tocar al alza la tasa de interés, quizás en 25 puntos básicos, o si, por el contrario, prefiere mantenerla en los niveles actuales, al entender que no sería el momento oportuno, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos de volatilidad que sufrieron los mercado financieros del mundo, impulsados por la crisis China.

Por este motivo, los mercados del mundo están expectantes, ya que esta decisión de la FED sería determinante para lo que puede venir en las próximas semanas e incluso en los próximos meses.

Sin embargo, la pregunta que surge: ¿Qué tanto dicha decisión ya no se encuentra descontada en los precios?

Si bien en las últimas semanas se redujo el consenso de analistas que veían una suba de tasa para la reunión de este mes de septiembre, justamente entendiendo que la FED asumirá que no es oportuno comenzar a subir los tipos de interés en este momento, ya que podría agudizar el nerviosismo reinante de las últimas semanas en los mercados financieros, el no hacerlo, por otro lado, sería de algún modo avalar que la situación mundial es compleja y difícil. Es aquí donde se presenta el principal dilema.

Al momento, las opiniones son repartidas y los consensos están divididos, por lo cual la incertidumbre se incrementa. ¿Qué hacer en un contexto de estas características? Continuar leyendo

Sube la tasa de 10 años de los Estados Unidos

En lo que va del presente año 2015, la tasa de interés del bono de 10 años del tesoro estadounidense ha mostrado un avance de 30 puntos básicos, pasando de niveles de 2.17% a niveles actuales de 2.47%. A su vez, si tomamos como referencia los mínimos que se testearon de tasa en el presente año de 1.65%, hacia el mes de enero, entonces el avance de tasa en los últimos meses ya asciende a los 82 puntos básicos y prende las alarmas de muchos inversores.

Es que muchos inversores entienden que el avance de la tasa de 10 años podría eventualmente estar anticipando un comienzo de subas de tasas de la FED en los próximos meses y a partir de ello, estos deciden salirse del bono americano en busca de nuevos horizontes.

Sin embargo, también están aquellos que consideran que un comienzo de suba de tasas en Estados Unidos podría no sólo impactar sobre el precio de los bonos, sino que también la bolsa se podría ver afectada, incluso generando una nueva crisis de mercado.

A pesar de ello, desde nuestra lectura técnica, si observamos cual ha sido la sensibilidad del mercado ante un comienzo de suba de la tasa de 10 años a lo largo de los últimos 30 años, veremos que las crisis de mercado no llegan cuando la tasa comienza a subir, sino que luego que esta ya tuvo su rally.

Vale recordar que las crisis en el mercado no se desatan durante el proceso de subida de la tasa, sino luego que esta ha registrado desde sus mínimos una subida superior a los 200 puntos básicos. Ello pasó entre el año 1986 y el año 1987, donde la tasa subió 328 puntos básicos y ello desembocó más tarde en “el crash del 87”. Posteriormente, entre el año 1993 y el año 1994, la tasa sube 297 puntos básicos y ello desembocó en “el efecto tequila”. También entre el año 1998 y comienzos del año 2000, la tasa sube 272 puntos básicos y ello desembocó luego en la crisis de la burbuja tecnológica. Finalmente entre el año 2003 y el año 2007 la tasa sube 225 puntos básicos y ello desemboca más tarde en “la crisis sub-prime”.

Incluso veremos que en el proceso de avance de tasa no sólo no se desata una crisis, sino que las bolsas terminan acentuando sus rendimientos.

Hoy por hoy, el piso más importante que vimos en la baja de tasa de los últimos años ha sido conseguido en el año 2012 en niveles de 1.39%. Desde allí vimos un avance de 165 puntos básicos y si bien mucho se habló sobre la posibilidad de una nueva crisis bursátil, veremos que tal pronóstico bajista no se materializó. Aún así, a comienzos del año 2014 la tasa de 10 años vuelve a ceder hasta enero del presente año, alcanzando niveles de 1.65%, y ha sido desde esos mínimos que actualmente retoma el proceso de recuperación.

Como mencionamos a comienzos de la nota, desde los mínimos del año la tasa ya ha subido 82 puntos básicos. Sin embargo, ello está muy lejos del piso de 200 puntos básicos de suba que se vio en el resto de las crisis bursátiles de los últimos 30 años y por ello creemos que es muy prematuro hablar de “la crisis que se viene”, ya que, según nos muestra la historia, ésta se daría recién cuando la tasa de 10 años alcance la zona de 3.4-3.5% o bien niveles superiores, ya que es justamente a partir de esas instancias que se cumplirían 200 puntos básicos de avance desde los mínimos del año 2012, área que a su vez coincide con la parte superior del canal bajista en fuerza desde el año 1987.

En relación a lo comentado, creemos que el mercado bursátil estadounidense aún tiene terreno alcista por recorrer y, si bien siempre es posible veamos ajustes intermedios, donde aparecerán los fantasmas de inicio a una nueva crisis, desde nuestra lectura creemos que esos ajustes serán sólo temporales y oportunos para un nuevo posicionamiento del lado comprado, quizás buscando aprovechar ese tramo final de euforia que pueda darse en el mercado, mientras la recuperación de tasa hacia la zona de 3.4-3.5% pueda darse en vista al próximo año quizás.

Está claro que no vemos en la Bolsa estadounidense un mercado que nos pueda entregar grandes retornos porcentuales hacia los próximos meses o incluso hacia el próximo año. Creemos sí que lo mejor aún no ha llegado y ello se dará con un índice Dow Jones mucho más cercano a los 20-22 mil puntos, que a los 18 mil puntos actuales.

La jornada de este pasado miércoles 10/06 puede ser un claro ejemplo de lo que veremos en los próximos meses, tasa de 10 años subiendo, con bolsas y commodities subiendo y dólar comenzando a recortar parcialmente el fuerte avance desarrollado.

La soja mantiene su debilidad

La soja continúa exhibiendo debilidad en su comportamiento y los precios en el mercado de Chicago han regresado a niveles muy cercanos a los mínimos que se alcanzaran hacia el mes de octubre del pasado año, en momento que Estados Unidos confirmaba una súper cosecha de 108 millones de toneladas para la campaña 2015-2016.

En dicha oportunidad, la baja de los precios había alcanzado como punto más deprimido niveles de 904 centavos por bullshel (Cent/bu), área que incluso está representada por mínimos de importancia que fueran vistos en el año 2010. Esto es previo a que se habilite el rally de precios hacia máximos históricos dos años más tarde.

Si bien hoy el contrato de soja más operado en Chicago es el que tiene vencimiento mes de julio 2015 y este tiene un precio de 925-930 centavos, cuando observamos los contratos de futuro con vencimiento septiembre y noviembre veremos que el precio de la oleaginosa ya se encuentra testeando los mínimos de 905-900 centavos que mencionábamos arriba y ello no es para nada alentador si tenemos en cuenta que en un curso correcto del cultivo hacia los próximos meses, Estados Unidos espera tener otra campaña de cosecha superior a los 100 millones de tonelada, incluso el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) proyecta una cosecha de 104 millones de tonelada.

Con súper cosecha del commodity en Estados Unidos y en Sudamérica para la campaña 2014-2015 y con expectativas de un escenario similar para la campaña 2015-2016, desde el punto de vista fundamental resulta realmente difícil pensar en recuperaciones del precio de la oleaginosa en vista a los próximos meses y eso es lo que expresa el mercado al observar los contrato de vencimiento más largo. ¿Pero qué se observa desde lo técnico?

No vamos a dejar de reconocer que la acentuación bajista del precio en las últimas semanas nos coloca en una situación bastante incómoda, sin embargo también es cierto que existen indicadores de saturación bajista que mantienen en vigencia las chances que estemos en zona de contención y a la espera de nuevas reacciones en los precios.

En efecto, como hemos mencionado ya en una columna a comienzos del mes de abril, desde octubre pasado a la fecha hubo muchos detonantes bajistas que podrían haber acentuado aún más la debilidad del precio de la oleaginosa, como para perforar los mínimos de 904-900 centavos, entre los cuales destacamos el avance del dólar contra las principales monedas del mundo, también la fuerte baja del precio del petróleo a nivel internacionales y la misma confirmación de súper cosecha mundial en Estados Unidos y en Sudamérica. Sin embargo, a pesar de ello la fuerza vendedora del mercado ya estaba erosionada y si bien los precios no lograron sostener la recuperación practicada entre octubre y noviembre, pasando de niveles de 904 a niveles de 1086 centavos, también es cierto que aún los precios se mantienen por encima de esas instancias de mínimos y con un alto nivel de saturación bajista en los indicadores técnicos que nos estarán indicando la cercanía de un punto de inflexión algo más importante a los visto en dicha oportunidad.

Es verdad que con las bajas de las últimas semanas, la posición neta vendedora de los fondos especulativos se ha incrementado de manera importante, como así también en contraposición los comerciales han ampliado su exposición compradora neta. Vale apuntar que en todo este proceso bajista de las últimas semanas no se ha observado incremento del interés abierto; esto es la cantidad de contratos futuros abiertos en el mercado, que de algún modo nos indican el nivel de responsabilidades futuras de los participantes y el ingreso de flujo a dicho mercado.

En resumen, desde lo técnico las condiciones no han cambiado mucho respecto a la última vez que escribimos sobre el tema. Es decir, los indicadores matemáticos siguen mostrando sobreventa y divergencia alcista, las fuerzas vendedoras y compradoras mucho no han variado, los precios se mantienen por encima de los mínimos de octubre y posados sobre el soporte histórico del año 2010. En este contexto, aún cuando las condiciones fundamentales no nos favorecen, creemos que la sobreoferta mundial del grano ya está en los precios y por lo tanto la sorpresa ahora podría llegar quizás del lado de la demanda, principalmente debido a un recorte del dólar al avance del último año, a una mayor estabilidad del precio del petróleo y porqué no a una mejora de los indicadores económicos en china como efecto a la política de baja de tasas. En tal caso, creemos que el precio de la soja hacia finales del presente año, en el plano local, muy posiblemente pueda estar en valores mucho más atractivos a los actuales, idealmente impulsado por una recuperación del precio en Chicago y principalmente potenciado por el sólo efecto de contra-estación.

Acciones petroleras marcan el ritmo del Merval

Lunes 13 de abril del 2015, pasadas tres horas del inicio de la jornada bursátil, al observar en las pantallas el ticker del índice Merval, este arrojaba una jornada positiva del 0.3% para el panel de acciones líderes. Tras observar dicho dato, podríamos suponer que se trataba de una jornada tranquila, de pocas operaciones y que no había mayores cambios en el mercado de acciones respecto a los valores de cierre del viernes anterior. Sin embargo, lamento decirles que esto no era así.

Al observar el panel de acciones, podíamos entender la siguiente ecuación: el Merval sube, porque la acción de Petrobras sube. De hecho, en ese preciso momento, de las once acciones que componen el índice Merval, diez se encontraban en saldo negativo y sólo un avance del 6% en la acción de Petrobras, alcanzaba para decir: “La bolsa sube”

Lamentablemente, una vez más el comportamiento del índice desvirtúa una realidad del mercado y ello nos obliga a poner mayor atención al comportamiento particular acciones y de los sectores, que simplificar la lectura de mercado a partir de lo que nos muestra el índice.

Esta situación, de un índice Merval que no refleja muchas veces la realidad del mercado de acciones en sí, se viene dando desde comienzos de año cuando cambió la cartera de acciones en el primer trimestre y las empresas del sector petrolero que formaban parte del índice, pasaron a ser las de mayor ponderación, afectando al índice en un 54%.

En dicha oportunidad, como en el mundo el precio del petróleo venía en pleno desarrollo bajista y al mismo tiempo, la acción de Petrobras Brasil (PBR) estaba sufriendo el impacto del escándalo de corrupción que se había dado en Brasil, entonces el índice se vio retenido en el desarrollo de su recuperación, aún a pesar que en términos generales el mercado de acciones locales estaba teniendo un gran desempeño, principalmente liderado por los sectores bancarios y energéticos, con acciones que llegaron a rendir en el primer trimestre de este año entre un 60-80%.

Hoy la realidad es la contraria, tanto acciones del sector bancario, como del sector energético han venido recortando parte de las ganancias acumuladas en los últimos meses y son las acciones del sector petrolero las que lideran el avance del mercado.

En efecto, en el último mes operativo la acción de Petrobras Brasil (APBR), que es en este momento la acción de mayor ponderación del índice, acumula una ganancia del 63%, luego la sigue YPF con una utilidad acumulada de 23% en el último mes y finalmente Tenaris (TS) gana un 16% en el mismo período.

Dada la importancia que tienen en la ponderación del índice estas empresas, el Merval viene recuperando posiciones de manera firme y es de esperar que de mantener este ritmo, tengamos un rápido regreso del índice hacia los valores históricos que se registraran en los 12600 puntos hacia septiembre del pasado año.

El petróleo, principal driver del Merval

Entendiendo entonces que son las acciones del sector petrolero las que actualmente marcan el ritmo del índice Merval, entonces resulta clave dar seguimiento a comportamiento del commodity, ya que en definitiva se ha convertido en el principal driver del índice.

Por lo comentado, si bien entendemos que las acciones del sector petrolero han tenido avances ya importantes y eventualmente podrían sufrir una toma de ganancia o ajuste parcial, también tenemos claro que mucho dependerá también de lo que pase con el commodity, ya que si el barril de petróleo logra sostener la firmeza de las últimas jornadas y ante ello se origina un quiebre de la zona de máximo en torno a los 54-54.5 dólares, ello liberará avances importantes y esperamos que los mismos también se terminen trasladando a las acciones del sector.

En este sentido, aquellos tenedores de acciones del sector deben saber que aún cuando pueda darse alguna toma de ganancia en estas acciones en el corto plazo,  creemos que como proyección de fondo las mismas aún presentan mayor potencial de desarrollo alcista y por ello sugerimos permanecer centrados en las mismas.

En tanto, al resto del mercado, principalmente acciones del sector bancario y energético, que ya han mostrado rendimientos importantes en los últimos meses, entendemos que actualmente se están tomando un respiro, devolviendo parte de esas ganancias, sin embargo este ajuste, aún cuando pueda ser un poco más importante de corto plazo, también lo entendemos como una oportunidad para buscar mejores precios y nuevos posicionamientos con proyección de fondo. Veremos…

¿El euro se seguirá depreciando?

Desde mayo del pasado año, el euro acumula una caída del 20% respecto al dólar, pasando de niveles máximos de 1.399 dólares por euro hacia niveles actuales de 1.115 dólares.

A su vez, esta depreciación de la moneda europea frente al dólar estadounidense se acumula al movimiento de corrección que había dado inicio en el año 2008, cuando el euro testeaba máximos históricos de 1.604 dólares, con lo cual el bear market (mercado bajista) del euro no sólo se hace más importante en término de magnitud, alcanzado más del 30% de pérdida de valor, sino que incluso ya acumula siete años de duración.

Desde lo fundamental se explica esta caída del euro como parte de la política monetaria que ha tomado desde la crisis europea el Banco Central Europeo (BCE) y muchos consideran que la baja de la moneda se acentuará en la medida que el BCE no modifique dicha política. Es por este motivo que en la jornada de este jueves el mercado estará expectante de lo que surja de la reunión del BCE.

Sin embargo, desde un punto de vista técnico, se observa que a lo largo de los últimos 40 años el comportamiento de las monedas europeas con respecto al dólar ha sido bastante cíclico, con períodos de fortalecimiento del dólar y con períodos similares recuperación de las monedas europeas. De todos modos, lo más interesante de destacar de esta dinámica es que nos encontraríamos en la fase final del ciclo bajista para la divisa regional, lo que es lo mismo decir que la fortaleza del dólar en el mundo podría estar alcanzando niveles muy cercanos a un techo de importancia.

En efecto, desde el año 1971, cuando durante el gobierno de Richard Nixon se decide el fin del sistema de patrón oro en la política monetaria internacional y el dólar comienza a medirse contra una canasta de monedas, donde los europeos presentan mayor ponderación que el resto, veremos que también se han vivido períodos de gran fortaleza de la moneda estadounidense y también períodos de gran debilidad. Lo interesante de esta ciclicidad es que la misma ha respondido a un patrón de duración de entre 7 y 8 años que repasaremos.

Entre los años 1971-1978, el dólar sufre una importante depreciación frente a la canasta de monedas. Posteriormente la moneda estadounidense comienza a recuperar posiciones y extiende su período de fortalecimiento desde 1978 hasta el año 1985. Es desde entonces que una vez más cambia el ciclo y el dólar comienza a debilitarse frente a las monedas europeas y esta debilidad se extiende desde 1985 hasta el año 1992. A partir del año 1992 nuevamente el dólar ingresa en un período de fortaleza que se extiende hasta el año 2000, justo antes de la salida oficial del Euro al mercado. Luego, entre 2000-2008 hemos vivido nuevamente un período de debilidad de la moneda estadoundiense, al punto que se llegó hablar en medios de prensa de la desaparición del dólar en el mundo y el euro se había convertido incluso en moneda de reserva en banco centrales de muchos países. A pesar de todas esas versiones que surgieron, el dólar cambió de ciclo una vez más y desde el año 2008 acumula ya 7 años de recuperación, respondiendo a la ciclicidad histórica.

Hoy las condiciones parecen ser diferentes y es por ello que muchos se animan a proyectar una mayor debilidad del euro frente al dólar, que incluso podría alcanzar la paridad a 1 en los próximos años. Sin embargo, desde nuestra perspectiva, creemos que ambas monedas se encontrarían muy cercana de alcanzar su punto de inflexión, desde donde posiblemente se habilite un nuevo ciclo de fortaleza para la moneda europea y de debilidad para el dólar, y es por ello recomendamos cautela.

Si nos detenemos en el análisis más de corto plazo, la baja del euro frente al dólar alcanzó su punto más bajo en niveles mínimos de 1.11 dólares y al momento acumula ocho meses consecutivo de depreciación frente a la moneda estadounidense.

Como el mercado se encuentra expectante de las decisiones que vaya tomando el BCE, no sólo en la reunión de este jueves, sino también en las próximas reuniones, entonces técnicamente no se pueden descartar la posibilidad de debilidades aún adicionales. Sin embargo, ello no modificaría nuestras expectativas de fondo, en considerar que el ciclo a la baja del euro estaría ya en su tramo final.

 

Wall Street nuevamente en máximos históricos

Una vez más la bolsa estadounidense logró revertir la tendencia bajista con la que había iniciado el presente año y actualmente su principal indicador bursátil, el índice Dow Jones, testea valores históricos en los 18000-18100 puntos.

Muchos analistas consideran que este avance es producto del exceso de liquidez, impulsado principalmente por las bajas tasas en el mundo. Sin embargo, se considera también que este movimiento sería de poca vida, ya que ni bien la Reserva Federal de Estados Unidos comience a tocar las tasas, el mercado podría revertir la tendencia e iniciar un movimiento de corrección mayor.

Desde nuestra lectura técnica, creemos que el mercado trae una prudencia desmesurada como para considerar que nos encontremos en cercanía de techo de importancia, y aún cuando puedan darse recortes parciales como parte de una toma de ganancia natural, nuestras expectativas se inclinan por una continuación del avance de este mercado, con proyección del índice en los 20000 puntos y potencialmente los 23000 puntos para el presente año.

En efecto, consideramos que este avance del índice Dow Jones es expansivo al ciclo alcista que diera inicio en el año 2008-2009 tras la crisis sub-prime. El nivel de incertidumbre que trae el mercado actualmente no es condición habitual para estar expectantes de un techo de importancia y creemos que en la medida que el mercado continúe extendiendo las ganancias, las incertidumbre actual para con este mercado se irá erosionando y retornará la confianza a los inversores, con lo cual ello impulsará la escalada alcista de los precios y el acceso del índice hacia objetivos bastante más ambiciosos para adelante.

Vale recordar que desde el año 2009 se han venido “anticipando” varias veces inflexiones bajistas y posibles colapsos para este mercado que finalmente no se han materializado. Desde entonces hemos tenido la crisis griega, que luego se traslado a toda Europa, con muchos países, como Italia, España, Portugal, que vieron sus economías muy afectadas. Posteriormente, el conflicto en Ucrania. También la escalada alcista del dólar frente a las principales monedas del mundo. Y ahora, nuevamente Grecia pasa a ser el centro de atención.

Es decir, detonantes bajistas al mercado no le han faltado en todos estos años para que se pueda desarrollar ese cambio de tendencia proyectado por muchos analistas, sin embargo el mercado no sólo no ha bajado, sino que incluso ha sabido encontrar la fuerza suficiente para seguir acumulando utilidades y mantenerse actualmente en valores históricos.

Por otra parte, esta tendencia alcista también se ve replicada en otros índices estadounidenses, ya que tanto el índice SP500 como el índice Tecnológico Nasdaq también se encuentran en sus máximos de recuperación de los últimos años. Por un lado, el SP500 testeando actualmente máximos históricos y por otro lado el índice Nasdaq, accediendo hacia niveles muy cercanos de los valores históricos que fueran conseguidos en el año 2000 en pleno auge de la burbuja de las punto com.

Repasando algunos indicadores técnicos de mediano plazo, que son de gran referencia para muchos inversores, podemos observar que actualmente el 60% de las acciones cotizantes en Estados Unidos se encuentran por encima del promedio móvil de 200 días y un 70% de las empresas se encuentran por encima del promedio móvil de 50 días. Este indicador es muestra clara de que la mayor parte de estas empresas  acompañan la tendencia de los índices y que el avance no está sólo impulsado por un sector en especial.

En relación a lo comentado, creemos que las ganancias del mercado estadounidense se podrían seguir acentuando hacia las próximas semanas y que de esta forma el índice Dow Jones podría buscar objetivos algo más ambiciosos en la zona de 19500-20000 puntos, el índice SP500 podría buscar objetivos de 2200-2230 puntos y de igual forma el índice Nasdaq podría buscar la zona de de máximos históricos del año 2000 en torno a los 4800-4900 puntos.

Mientras tanto, eventuales recortes que puedan darse desde los niveles actuales serán considerados sólo de carácter menor y temporal, con contención en la zona de 17500-17000 puntos para el índice Dow Jones, en la zona de 2000 para el índice SP500 y en la zona de 4100 puntos para el índice Nasdaq100, para que el avance continúe su curso y los objetivos alcistas arriba propuestos puedan ser alcanzados.

Solamente en caso que tengamos reversiones bajistas inmediatas que accedan por debajo de los niveles de soportes propuestos, estaremos comprometiendo este optimismo actual directo para el índice en vista a los próximos meses y entonces sí deberemos considerar la posibilidad que un proceso correctivo mayor para este mercado haya podido quedar habilitado.

¿Hasta cuándo seguirá la crisis del petróleo?

La baja del petróleo continúa, incluso ya perforando la barrera de los 45 dólares por barril, acumulando hasta el momento su séptimo mes consecutivo de pérdida.

En efecto, fue en junio del pasado año que el barril de petróleo “testeaba” valores máximos de 107.7 dólares por barril y desde donde se inició el proceso bajista que se ha extendido hasta estas fechas, llevando el precio a las instancias actuales, que representan una pérdida cercana al 60%.

Se hacen muchas proyecciones sobre los valores donde la baja podría detenerse y poder habilitar así un movimiento de recuperación parcial mayor a las pérdidas sufridas. Sin embargo, dado que el mercado ha ingresado en lo que se conoce como “una fase emocional”, es decir donde las emociones operativas están por sobre los fundamentos reales de la baja, poder determinar un objetivo concreto donde la baja se detendría resulta realmente difícil y poco confiable.

A pesar de ello, lo que sí podemos destacar desde una lectura técnica, son ciertos conceptos que de algún modo nos estarían indicando que en términos de tiempo un piso de importancia para la baja no se encuentra muy lejano. Es decir, un concepto base desde el análisis técnico indica que los mercados se mueven por tendencias, las que pueden ser alcistas, bajistas o laterales, pero al mismo tiempo los analistas y los inversores deben saber que las tendencias de mercado no son lineales sino que son escalonadas, con lo cual dado que el commodity ya acumula siete meses consecutivos de pérdida, resulta esperar que aún cuando la tendencia pueda quizás ser más importante de fondo, al menos deberíamos estar atentos de que un piso intermedio de importancia se encuentre próximo y por consiguiente una recuperación mayor pueda estar próxima de habilitarse.

Un dato interesante es que si repasamos el comportamiento histórico del petróleo de al menos los últimos 25 años, veremos que en el único momento que el precio consolidó una tendencia con tantos meses consecutivo, sin generar movimientos escalonados habituales, ha sido durante la baja del petróleo en el año 2008, cuando estalla la burbuja del sub-prime. Justamente, en dicha oportunidad, donde el precio del petróleo derrapa de valores históricos de 147 dólares a mínimos de 33 dólares por barril, la tendencia registró al igual que en esta oportunidad una caída de siete meses consecutivos y fue a partir del octavo mes que se inicia el proceso de recuperación en el precio, el cual dos años más tarde lo llevó de regreso hacia instancias de 110-114 dólares por barril.

En relación a lo comentado, técnicamente es de esperar que la baja del precio pueda estar muy cerca de su piso, al menos en términos de tiempo. Quizás el mismo pueda ser conseguido esta mismo mes de enero, aunque resulta difícil identificar el valor donde se lograría dicho punto de inflexión.

Si tuviéramos que destacar una zona de soporte como una posible contención de la caída, identificamos en la zona de 40-35 dólares por barril, ya que en esas instancias se concentran instancias de mínimos del año 2008-2009, también se concentran máximos del año 2000 y año 2003, momento en que se desata la guerra en Irak, e incluso en esa zona también se registran máximos del commodity del año 1990-1991, momentos que se desata la guerra del Golfo.

Insistimos, sin ánimo de buscar ser héroes por identificar un piso para la baja del petróleo, que creemos que actualmente se están alcanzando instancias de saturación de la baja y por ello entendemos que el commodity podría estar muy próximo de su punto de inflexión en términos de tiempo, y si bien por la volatilidad que genera una fase emocional como la actual, y como ya la hemos vivido hacia finales del año 2008, resulta muy difícil poner un precio para el piso, como mencionamos previamente, la zona de 40-35 dólares se muestra como una de las principales candidatas. Veremos.

La Bolsa argentina en 2015

Quedan apenas dos jornadas operativas para la bolsa argentina en este año 2014 y llegan momentos de hacer algunos balances y principalmente buscar posibles proyecciones para el año 2015.

Sin lugar a dudas, el año 2014 ha sido un año de mucha volatilidad para el mercado local, con períodos de fuertes avances y también con períodos de fuertes caídas, lo cual explica quizás los repentinos cambios de humor que se han observado en los participantes, con períodos de mucha euforia en momentos que el mercado alcanzaba valores históricos en los 12500 puntos y también hubo períodos mucho nerviosismo, principalmente en estos últimos meses del año. Continuar leyendo

Vladimir Putin y la nueva crisis rusa

A pocos días de finalizar el año 2014, los mercados financieros del mundo se encuentran revolucionados por una nueva crisis rusa. Al igual que ocurriera 16 años antes, puntualmente en el año 1998, con la crisis que se conoció como “Efecto Vodka”, el mercado financiero y la economía de Rusia sufren un fuerte golpe, con un Rublo que en este año 2014 acumula una devaluación cercana al 120%, pasando de niveles de 33 rublos por dólar en enero del 2014 a los valores actuales de 72-75 rublos por dólar, y con una bolsa de valores que acumula una pérdida cercana al 60% en lo que va del presente año.

Por otra parte, el precio internacional del petróleo no encuentra piso y tras perforar la barrera de los 60 dólares por barril, el precio del WTI opera en instancias cercanas a los 53-50 dólares, con lo cual siendo Rusia uno de los principales productores mundiales de este commodity, el nerviosismo por lo que pueda pasar en este país durante el próximo año 2015 se acentúa y por consecuencia la crisis también.

Por efecto de lo comentado, el Banco Central de Rusia se ha visto obligado en la jornada del pasado lunes a subir la tasa de interés de referencia en 650 puntos básicos, pasando de niveles de 10,5% a niveles actuales de 17%. Sin embargo, el mercado aún no logra encontrar estabilidad y por tal motivo podemos deducir que el mercado ya ha ingresado en la fase más temible que es la emocional, por lo cual hacer perspectivas de precio en estas instancias resulta realmente muy difícil.

De todas formas, la pregunta del millón es qué puede pasar con Vladimir Putín ante la actual crisis que enfrenta el país, ya que aún le quedan dos años más de mandato. Vale recordar que la historia nos muestra que resulta muy difícil para un gobierno, sin importar quién sea el líder, poder hacer frente a una crisis de estas características con el apoyo del pueblo.

Tengamos en cuenta que fue Vladimir Putin quien en el año 2000 asume a la presidencia de Rusia, tras la renuncia anticipada Boris Yeltsin el 31 de diciembre de 1999, retirándose como uno de los presidentes más impopulares entre la población rusa.

Desde entonces fueron años de máximo esplendor para Vladimir Putin, quien logró recuperar la economía, apuntalado también por una recuperación de la economía mundial y por un aumento considerable en el precio de commodities, en especial del petróleo. Fue así como en el año 2004 Putin se presenta a elecciones y es reelecto con un 71% de los votos, y con gran apoyo popular consolida años más tarde la recuperación de Rusia, abre al mundo la operatoria del Rublo como moneda de cambio, quien logra fortalecerse frente a los grandes cruces, colocando a Moscú entre las ciudades más caras del mundo hacia los años 2006-2007.

Sin embargo, los mercados no son lineales, sino cíclicos. Por lo tanto, tras el auge de la economía rusa, impulsados principalmente por los efectos de la crisis sub-prime en Estados unidos y en Europa, las condiciones de mercado comienzan a cambiar, la bolsa de valores revierte su tendencia, el Rublo comienza a perder fortaleza frente a los grandes cruces, acompañados de un fuerte cambio de tendencia para el precio de petróleo.

Desde entonces, la economía rusa quedó herida y a pesar de haber mostrado algunas señales de recuperación hacia los años 2010-2011, ya nunca logró regresar al esplendor de los años 2007-2008. Quizás con motivo de ello y tomando el viento de cola de las buenas épocas, es que Vladimir Putín logra en el año 2012 regresar a la presidencia de Rusia. Sin embargo, a diferencia de lo que pasó en otros mandatos, ahora le toca lidiar con un ciclo bajista en la economía de ese país y del precio de los commodities, en especial del petróleo.

La situación actual es complicada y ante ello resulta inevitable pensar qué destino le depara a Vladimir Putín, en vista que aún restan dos años de gestión por delante.

La historia muestra que los ciclos económicos exceden la popularidad de las personas y aquel que fue “héroe” en períodos donde el ciclo era favorable para la economía, tranquilamente puede convertirse en “villano” cuando las condiciones de mercado cambian. ¿Se repetirá la historia?

Baja del dólar blue:¿coyuntura o tendencia?

Como es de público conocimiento, el dólar paralelo -también conocido como dólar blue- ha sufrido una fuerte caída en su cotización durante las últimas semanas, pasando de niveles máximos de 16 pesos a valores de 12.5 pesos por dólar. Desde entonces intenta recuperar algo de terreno.

Si bien esta caída de precio del dólar marginal sorprendió a más de uno, también es cierto que el grueso de las personas entiende que dicho movimiento a la baja se trata simplemente de un hecho coyuntural y que no podrá sostenerse como tendencia. Por el contrario, una gran mayoría considera que estos valores de mínimos alcanzados en torno a los 13-12.5 pesos, representan una zona de piso para este dólar marginal y entienden que en vista a las próximas semanas o bien a los próximos meses, el mercado podría no sólo regresar hacia las instancias de máximos de 16 pesos por dólar, sino incluso superarlas.

En resumen, una porción importante de la ciudadanía entiende que la crisis de la política cambiaria argentina continuaría y por ello el mercado en términos generales aún ve con apetito comprador la baja del dólar de las últimas semanas. ¿Será así?

Desde nuestra lectura analítica, no estamos tan convencidos que así vaya a suceder. En efecto, el argentino medio que por estos tiempos haya logrado conservar un ahorro, mayoritariamente ya lo tiene dolarizado. Es decir, ya sea porque ha comprado dólares por la vía oficial o la marginal, o bien porque ha colocado dicho ahorro en algún activo financiero (acciones o bonos) o en algún activo real (stock de mercadería, granos o inmuebles), entonces su capital se encuentra ya refugiado a la variable dólar.

Ante esta situación nos preguntamos, ¿qué posibilidades concretas existen que tengamos mayores corridas del dólar marginal si ya todos se encuentran en mayor medida dolarizados?

Entre las alternativas que nos imaginamos provocarían un nuevo avance del dólar paralelo, podrían estar un cierre a la posibilidad de conseguir dólar ahorro, lo que sería una acentuación del cepo, o una devaluación del tipo de cambio oficial. Sin embargo, cuando vemos la respuesta de los mercados financieros, estos parecerían indicar que nada de eso va a ocurrir.

De hecho, en el último mes y medio, cuando se inició la baja del dólar paralelo y también del dólar contado con liquidación, hubo también un impacto inicial bajista para el precio de las acciones y bonos en términos de pesos y en términos de dólares, sin embargo esa situación ha cambiado desde mediados de octubre, principalmente para los activos en términos de dólares, que han tenido en New York avances importantes, tanto en acciones y en bonos.

Desde nuestra lectura analítica, esta respuesta alcista que vienen teniendo los activos financieros argentinos en el exterior de alguna forma nos indica que el mercado externo ve menos riesgos devaluatorios en el país, posibilidades de acuerdo con los holdouts a partir del próximo año y al mismo tiempo menor presión inflacionaria de lo que se esperaba. Esta es la apuesta que hace hoy el mercado externo de Argentina y es por ese motivo que ve valor en los activos financieros locales y que los impulsó a comprar acciones y bono de manera importante en las últimas semanas.

¿Será que el mercado está equivocado o se está anticipando a un mejor frente para la economía local? Pronto lo sabremos.