Así se concibe la figura del ex secretario de Comercio en los pasillos de la Casa Rosada por estas horas.
Es que… ¿cómo va a haber hecho algo mal el empleado que acató a rajatabla todas las consignas vertidas por sus superiores jerárquicos? Que eficiencia Guillermo, pura obediencia debida.
Es difícil encontrar una persona dispuesta a hacer lo posible, pero también lo imposible para contentar a los jefes. Guillermo no tuvo límite alguno. Si había que patotear, amedrentar o hasta amenazar armado, él lo hacía. Si había que atorar, atoraba. Y si había que impedir que se vote, él lo hacía con su estilo tan elegante y diplomático, “calzándose los guantes de box” y todo.
Moreno no fue más que un instrumento de Néstor y luego de Cristina para hacer lo que nadie quería hacer. Un simple nexo entre los deseos imposibles de los altos mandos y la realidad. Un hábil y agresivo elemento, capaz de eludir y sobrellevar consecuencias jurídicas para conseguir los resultados buscados.
Un individuo que hizo todo lo que le pidieron, siempre. Habría sido el empleado del mes, pero también el del año. Mejor dicho, debe haber sido el empleado de la década. Nunca dijo “no”, y para todo tenía una solución.
Más lo pienso y más me indigno. ¿Cómo alguien puede decir que Moreno fue un mal funcionario? Si cumplió con todos los designios de sus comandantes.
No es momento de engañarse, y pensar que era un “loco patotero” o un “violento agresivo”. No, Guillermo fue un muy obediente empleado. A tal punto, que fue el reflejo de una década: agresión, coacción, amenazas para alcanzar resultados. Alguien que puede ejecutar todas las órdenes a la perfección, jamás puede ser tildado de demente o incoherente.
Si el Diccionario Campora no fuera tan reducido y aceptara agregados a la palabra golpista y oligarca, seguramente agregaría Moreno como sinónimo de kirchnerismo.
Producto del cansancio de la gente de una forma de entender la política, el kirchnerismo entrega su cabeza servida, intentando demostrar un cambio en el rumbo del país. Pero el pobre Moreno debe estar confundido, él sabe que hizo todo lo que pidieron. ¿Dónde falló?
No falló, ni fallará nunca. Por que en el fondo, el kirchnerismo sabe que en su esencia se reflejada la propia. Simplemente tuvo que pagar los platos rotos, tuvo que cargarse en sus hombros el precio de una década que agotó. Fue el chivo expiatorio que entregan en ofrenda, para diferenciarse de él.
No hay de que preocuparse, Moreno. Todos saben de tu loable trabajo y sobre todo que sin vos nada de esto hubiera sido posible. Sin vos, la asamblea hubiera votado, los empresarios no hubieran congelado y tus empleados hubieran sentido libertad para opinar y decidir. Sin vos, no había miedo.
Sin Guillermo, el kircherismo no sería no que es, ¿Por qué? Por que Moreno es sinónimo de kirchnerismo, por que Moreno hizo todo bien.
Así se concibe la figura del ex Secretario de Comercio en los pasillos de la Casa Rosada por estas horas.
Es que… ¿Cómo va a haber hecho algo mal, el empleado que acató a raja tabla todas las consignas vertidas por sus superiores jerárquicos? Que eficiencia Guillermo, pura obediencia debida.
Es difícil encontrar una persona dispuesta a hacer lo posible, pero también lo imposible para contentar a los jefes. Guillermo no tuvo límite alguno. Si había que patotear, amedrentar o hasta amenazar armado, él lo hacía. Si había que atorar, atoraba. Y si había que impedir que se vote, el lo hacía con su estilo tan elegante y diplomático, “calzándose los guantes de box” y todo.
Moreno no fue más que un instrumento de Néstor y luego de Cristina para hacer lo que nadie quería hacer. Un simple nexo entre los deseos imposibles de los altos mandos y la realidad. Un hábil y agresivo elemento, capaz de eludir y sobrellevar consecuencias jurídicas para conseguir los resultados buscados.
Un individuo que hizo todo lo que le pidieron, siempre. Habría sido el empleado del mes, pero también el del año. Mejor dicho, debe haber sido el empleado de la década. Nunca dijo “no”, y para todo tenía una solución.
Más lo pienso y más me indigno ¿Cómo alguien puede decir que Moreno fue un mal funcionario? Sí cumplió con todos los designios de sus comandantes.
No es momento de engañarse, y pensar que era un “loco patotero” o un “violento agresivo”. No, Guillermo fue un muy obediente empleado. A tal punto, que fue el reflejo de una década: Agresión, coacción, amenazas para alcanzar resultados. Alguien que puede ejecutar todas las órdenes a la perfección, jamás puede ser tildado de demente o incoherente.
Si el diccionario Campora no fuera tan reducido y aceptara agregados a la palabra golpista y oligarca, seguramente agregaría Moreno como sinónimo de kirchnerismo.
Producto del cansancio de la gente a una forma de entender la política, el kirchnerismo entrega su cabeza servida, intentando demostrar un cambio en el rumbo del país. Pero el pobre Moreno debe estar confundido, el sabe que hizo todo lo que pidieron. ¿Dónde falló?
No falló, ni fallará nunca. Por que en el fondo, el kirchnerismo sabe que en su esencia se reflejada la propia. Simplemente tuvo que pagar los platos rotos, tuvo que cargarse en sus hombros el precio de una década que agotó. Fue el chivo expiatorio que entregan en ofrenda, para diferenciarse del mismo.
No hay de que preocuparse, Moreno. Todos saben de tu loable trabajo y sobre todo que sin vos nada de esto hubiera sido posible. Sin vos, la asamblea hubiera votado, los empresarios no hubieran congelado y tus empleados hubieran sentido libertad para opinar y decidir. Sin vos, no había miedo.
Sin Guillermo, el kircherismo no sería no que es, ¿Por qué? Por que Moreno es sinónimo de Kirchnerismo, por que Moreno hizo todo bien.