Por: Bjørn Lomborg
En la preparación para París, activistas y celebridades han estado, con bombos y platillos, promoviendo la acción con respecto al cambio climático. Parte de esto ha implicado proclamar los efectos del calentamiento global.
El candidato presidencial de los Estados Unidos Bernie Sanders advierte de que “el cambio climático está directamente relacionado con el crecimiento del terrorismo”, mientras que el príncipe Carlos de Inglaterra cree que “una de las principales razones de este horror en Siria” es los efectos del calentamiento global.
Obviamente, ISIS y la amenaza terrorista están en la mente de todo el mundo aquí en París. Pero la exageración no ayuda a nadie. El sitio web PolitiFact, ganador del premio Pulitzer, clasifica el reclamo de Sanders como “mayormente falso”.
Sanders podría apuntar a un artículo reciente que sugiere que el cambio climático podría haber jugado un papel en la guerra civil siria. La idea principal del trabajo es que el aumento de la sequía es consistente con el aumento de las temperaturas en la región por el calentamiento global.
Esto es razonable. Hay motivos para creer que, con el tiempo, algunos cambios regionales específicos en el clima podrían exacerbar la inestabilidad en ciertas áreas ya volátiles. Pero la ausencia democrática, efectos demográficos y fortaleza institucional desempeñan un papel mucho, mucho más grande. Y culpar al cambio climático por ISIS y la guerra de Siria es ir demasiado lejos.
En primer lugar, culpar al calentamiento global por el supuesto incremento de la desertificación en Siria significa ignorar la historia de mala gestión del agua en este país y el hecho de que el número de personas que allí viven se triplicó en 35 años. Ambos factores pondrían mucha más presión sobre los recursos que los relativamente pequeño cambios en el clima.
En segundo lugar, también significa que nosotros eludimos factores humanos, entre ellos los efectos en cascada de la política exterior estadounidense y británica o los levantamientos de la primavera árabe, las tensiones religiosas y étnicas y la represión política.
Otro artículo científico reciente ha analizado “El papel de la sequía y el cambio climático en el levantamiento sirio: Descifrando los factores desencadenantes de la revolución.”
El principal hallazgo es: “Mientras que el cambio climático puede haber contribuido al empeoramiento de los efectos de la sequía, exagerar su importancia es una distracción inútil que desvía la atención del problema central: la mala gestión a largo plazo de los recursos naturales. Por otra parte, un enfoque exagerado en el cambio climático desplaza la carga de la responsabilidad por la devastación de los recursos naturales de Siria de los sucesivos gobiernos desde la década de 1950 y permite que el régimen de Assad culpe a factores externos por sus propios fracasos.”
Concluye: “El posible papel del cambio climático en esta cadena de eventos no sólo es irrelevante; también es una distracción inútil.”
En tercer lugar, mirar sólo lo sucedido significa que ignoramos lo que no sucedió. Dado que el calentamiento global en general significa un aumento de las precipitaciones, el hecho de que algunas naciones experimentarán más sequía también significa que otras no lo harán.
Mientras que casi todos los modelos muestran una menor disponibilidad de agua debido al calentamiento global en el Oriente Medio, el número extra de personas con estrés hídrico será compensado por casi exactamente el mismo número de personas con menor estrés hídrico en otras regiones.
Así que mientras Siria definitivamente tendrá más sequía con el calentamiento global, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Angola y partes de Brasil tendrán menos estrés hídrico. Entonces, si nos preocupamos porque la guerra civil sea causada en parte por el calentamiento global en Siria, también deberíamos estar agradecidos de que el calentamiento global haga la guerra civil menos probable en estos otros países.
En general, hay muchas razones para tomar en serio el cambio climático. Pero el alarmismo es una base terrible sobre la cual tomar decisiones políticas informadas. Y tratar de culpar al calentamiento global por los horrores recientes en París, o la masacre que se lleva a cabo en Siria, simplemente nos aleja del camino.