El Plan Nacional de Inversión Pública 2013-2015

Breno Nunes Chas

Las disputas políticas y económicas actuales entre el Gobierno nacional y los distintos representantes de las corporaciones no dejan lugar al análisis de los diversos planes sectoriales que se está llevando a cabo desde el Estado, como por ejemplo el “Plan Estratégico Industrial 2020”; “Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2020”; “Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación “Argentina Innovadora 2020”, entre muchos otros.

Las principales metas de los distintos “Planes” son lograr una transformación de la estructura productiva hacia un entramado industrial que produzca mayor valor agregado, empleo de calidad e inclusión social, e impulsar un perfil de especialización productiva basado en sectores dinámicos.

En ello, el Estado tiene un papel primordial como organizador y guía de procesos de mayor sofisticación en la producción, creando y fortaleciendo eslabonamientos productivos, cadenas de valor e inversiones públicas y privadas entre la inversión del sector público (ISP), que ha tenido una evolución positiva en la última década. Su participación, con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), creció más del 253% entre 2003-2011, pasando del 1,3% al 4,5%. En tanto, la ISP sobre el total de la inversión en la economía del país (IBIF, Inversión Bruta Interna Fija) siguió el mismo sendero comentado anteriormente: pasó del 8,5% al 20% entre 2003-2011. Un dato interesante para agregar: el 2011 fue el año en que la relación IBIF/PIB fue más alta (24,5%), mientras que el año pasado fue menor al 23%, a pesar del bajo crecimiento económico.

Para sustentar lo descripto, se puso en marcha el “Plan Nacional de Inversión Pública 2013-2015”. El PNIP esta compuesto por los siguientes ítems: Inversión Real Directa de la Administración Nacional (IRD), Transferencia de Capital de la Nación a Provincias y Municipios (TC), Transferencias de Fondos Fiduciarios Nacionales a Provincias y Municipios e Inversión de Empresas Públicas, otros entes y servicios concesionados.

El PNIP, además, engloba una inversión presupuestaria con recursos del Estado Nacional de casi $70.000 millones para 2013 (10,7% superior al 2012) en el cual el 29% corresponde a la Inversión Real Directa mientras y 71% a las Transferencias de Capital. Un punto a destacar es que la fuente de financiamiento fue de origen interno (cerca del 90%). Asimismo, cerca del 70% de dicha inversión se dirige básicamente a los Servicios Económicos (Transporte) y Sociales (Educación y Cultura, Ciencia y Técnica, Salud, entre otros).

Por un lado, si analizamos detalladamente la Inversión Real Directa, podemos observar que, de los más de $ 20 mil millones que corresponde su inversión, los Organismos con mayor asignación son la Dirección Nacional de Vialidad (49%) seguida por la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), bajo dependencia del Ministerio de Trabajo, debido al equipamiento para el programa Conectar Igualdad (7%), los programas ejecutados por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública, específicamente Obras de Arquitectura, Plan Argentina Conectada y Recursos Hídricos (7%). La lista en importancia continúa con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, con el desarrollo de Misiones Satelitales (3%), Comisión de Energía Atómica (3%), entre otros.

Por otro lado, las Transferencia para Gastos de Capital, previstas para este año en algo más de $49.000 millones, en la cual la mayor parte corresponde a Obligaciones del Tesoro y al Ministerio de Planificación, concentrando el 89% de la misma. Las transferencias emitidas por Obligación a cargo del Tesoro Nacional incluyen mayormente las destinadas al Fondo Federal Solidario (20% del total) y a empresas públicas (ENARSA, NASA, AySA, entre otras). Por el lado de las partidas giradas a Planificación, los destinos son las mejoras de la infraestructura habitacional, energía eléctrica, de infraestructura hídrica, vial y comunicaciones.

Por último, por el lado de la Inversión de Empresas Públicas y Otros entes, para el trienio 2013-2015 se estima que se destinará cerca de $16.400 millones para la financiación de varios proyectos de gran envergadura para el desarrollo nacional: la continuación de las obras para Atucha II e inicio de nueva central nuclear (Nucleoeléctrica), mejoramiento de vías en FFCC Belgrano Cargas para el tramo AviaTerai – Las Breñas y obras de mejora de infraestructura y material rodante para el FFCC Belgrano Sur, entre tantas otras. Además, la Administración General de Puertos tiene entre sus proyectos destacados la construcción de los nuevos accesos ferroviarios al puerto de Buenos Aires.

En síntesis, estamos hablando de todas obras fundamentales para el desarrollo nacional. La prensa dominante invisibiliza cada uno de estos proyectos, en parte por el sesgo que supone tratar solo lo que pasa en Capital Federal y conurbano- como si todos estos proyectos no tuvieran efecto real sobre el resto de los argentinos que no viven en las grandes ciudades pero que, gracias a un gasoducto o tendido cloacal, quizás puedan disponer de los mismos servicios públicos que desde estos lugares damos por obvios: agua potable y gas. Para las corporaciones mediáticas, claramente, es más importante la denuncia sin fundamento o la imposición de una agenda sensible a sus intereses, que el tratamiento de temas que hacen a la esencia del desarrollo del país. Es tiempo que en la Argentina, pues, el denostado “gasto público” sea valorado en términos de lo que aporta al país y su incidencia incide en la vida de todos los habitantes de la patria, desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego.