Por: Felipe Solá
Mis anotaciones sobre la marcha dicen:
Que Mauricio Macri lo encerró a Daniel Scioli en el corral del gobierno de CFK en varios tramos de los primeros capítulos y que Scioli tuvo dificultades para despegarse. Más bien, eligió quedarse en la defensa de lo hecho porque esa ha sido su estrategia central.
Que Mauricio Macri estuvo siempre en una posición cómoda al plantearse como el cambio frente al gobierno actual.
Que Daniel Scioli manejó muy mal la contundencia de sus respuestas desde el punto de vista del cumplimiento de los tiempos concedidos; se quedó sin finales rotundos casi siempre.
Que Daniel Scioli debió hacer un esfuerzo mucho mayor que Macri, porque corre de atrás y se le notó.
Que, contra lo que se dice, Daniel Scioli no apeló al miedo; más bien denunció un ajuste y una devaluación, temas muy graves por cierto, y Macri nunca dijo nada sobre qué hará; solo dijo que no pusieran palabras en su boca que no habría dicho. En esto, hubo mayor honestidad en el discurso del Gobernador de Buenos Aires que en el del Jefe de Gobierno de la CABA. Dijo claramente lo que él no hará (sea esto creíble o no) mientras que nadie podrá decir, después del debate de hoy, qué hará Mauricio Macri respecto de estos dos temas.
Que en muchas ocasiones ambos estuvieron confusos, flojos, y chicaneros. Scioli, al recordar demasiadas veces los votos del PRO y algunos vetos de Macri y al caer en la contradicción de “no me acuses de ser el pasado porque soy el futuro” y simultáneamente, recurrir permanentemente al pasado que supuestamente, él defenderá. Macri, al olvidar que estaba ahí para decir que hará en la Argentina toda, cayendo en la defensa del gobierno CABA vs el gobierno de la Provincia. Allí se vio a un Macri que esconde cosas fundamentales, como que su presupuesto es exactamente el doble por habitante que el de la Provincia, o que el PBI de la ciudad lo hacen en un 50% los bonaerenses que entran todos los días a trabajar a la Capital. Lo que les da pleno derecho a utilizar los hospitales de la ciudad, por ejemplo.
Que Daniel Scioli fue muy flojo frente a los evidentes puntos débiles de Macri, como la droga en la CABA (Villas 1-11-14 y 21), los prostíbulos clandestinos y los talleres truchos con trata de personas, a los que nunca denunció.
Que desde el punto de vista de lo personal, Macri fue mucho más agresivo que Scioli. Le dijo mentiroso varias veces, cínico y chicanero. Scioli no usó adjetivos personales.
Que técnica y televisivamente se enfrentaron dos personas en situaciones previas muy diferentes. Scioli embretado y en crisis y Macri agrandado y canchero.
Finalmente, creo que el 95% de los partidarios de cada uno debe haber visto a su candidato ganar el debate, mientras que una porción muy chica debe haber recibido los discursos desapasionadamente. ¿Qué ví yo? Que Scioli estuvo más honesto y consecuente y fue más educado; y que Mauricio Macri escondió, chicaneó, sobró a su adversario, y finalmente ganó el debate por puntos, ajustadamente.
No las elecciones, por ahora.