Hace pocos días la opinión pública observaba un duro intercambio de posiciones entre el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el de la Ciudad Autónoma en referencia a las toneladas de residuos que este último disponía en el Relleno Norte III de la Ceamse.
En este contexto el gobernador Daniel Scioli dejó en claro la postura del Ejecutivo provincial al sostener: “Mi paciencia tiene un límite, los rellenos también”.
Algunos por error y otros aviesamente quisieron ver en este tema una disputa política de cara al 2015. El resultado puso las cosas en blanco sobre negro. Era una discusión política, pero de políticas de Estado, en el marco de un tema muy sensible en la vida cotidiana de los vecinos. Está en juego tanto la calidad ambiental de los porteños como la de los habitantes dela Provincia.
El acuerdo sellado y ratificado en asamblea extraordinaria de la Ceamsees un ejemplo de cómo deben ser resueltos los problemas interjurisdiccionales. Si bien como Provincia consideramos que el cronograma de reducción de residuos propuesto por la Ciudad podría haber sido más rápido, no dejamos de reconocer que es un paso adelante por parte de la administración del ingeniero Mauricio Macri.
El 10% de reducción que debe materializares a partir del primero de enero, hasta prácticamente el 80% a mediados del 2014, significará una mejora en la disposición de los residuos en la Provincia, con sus consecuentes beneficios ambientales, a la par de un salto de calidad en el tratamiento de la basura que redundará en favor de los porteños.
En nuestra administración el trabajo por mejorar la disposición final de los residuos no es algo nuevo ya que comenzó el 10 de diciembre de 2007.
Los 42 distritos que tienen sus planta de tratamientos, los 27 que la están ejecutando y los 12 que están prestos a iniciarlas, sumado a ello la megaplanta en construcción de Ensenada, la cual significa una inversión de más de 160 millones por parte de la Provincia, son inmejorables testigos de la ocupación permanente en el tema.
La preocupación del gobernador Scioli en materia ambiental no se reduce exclusivamente al tratamiento de los residuos, resulta abarcativa a todos los temas del sector y para ello nos marca una serie de premisas fundamentales:
A la preocupación ambiental le agregamos gestión, priorizamos el diálogo y buscamos permanentemente el consenso cumpliendo siempre los acuerdos asumidos para que la perdurabilidad de las reglas de juego otorguen confianza a los actores involucrados.
Porque diálogo, consenso y confianza han de ser las premisas que deben guiar una política ambiental. Para que no exista más el antagonismo entre la visión industrialista y la ambiental. Para que ambos se reconozcan. El desarrollo sustentable sólo es factible en la medida que todos loa actores involucrados estén convencidos. Esto no significa dejar de hacer uso de poderes que son propios del Estado, significa que deben agotarse antes otras vías previas para ejercer el poder de policía.
Esta claro que la búsqueda de consensos es más laborioso. Más difícil. Pero es una premisa esencial que nuestras generaciones futuras agradecerán.