
Hay evidencia que los mercados y la economía de Estados Unidos no están escuchando el ruido sobre la política fiscal que está emanando de Washington. La creación por el sector privado de 236,000 nuevos empleos en febrero y la consecuente caída en la tasa de desempleo a 7,7 por ciento, desde 7,9 por ciento en enero, indican que la recuperación económica estadounidense está ganando tracción.
En febrero, casi todos los sectores de actividad económica, con la notable excepción del gobierno, crearon nuevos empleos. Incluso en la construcción, el sector más golpeado por la recesión, fue vigorosa la creación de empleo, con 48.000 nuevos puestos de trabajo, indicando también una reactivación en el mercado de la vivienda.
El hecho positivo es que el promedio de creación de empleos ha superado 200.000 durante los últimos cuatro meses. Sin embargo, este también es el tercer año consecutivo de vigorosa creación de empleo durante la primera mitad del año. La preocupación es que en los dos años anteriores esto fue seguido de una desaceleración, durante la segunda mitad de ambos años, indicando que le faltaba suficiente vigor a la recuperación.
Peor aún, este año las señales de Washington en política fiscal apuntan hacia una mayor austeridad, lo cual, como lo dijo el Presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke, puede generar vientos en contra de la reactivación económica.