Por: Iván Carrino
Al igual que durante el 8 de noviembre, las cámaras de 678 se hicieron presentes en la Plaza de Mayo el #18A y le tocó nuevamente a la polémica Cynthia García interpelar a los manifestantes intentando mostrar a su público que, en definitiva, los reclamos son infundados y responden a la “colonización mediática” del Grupo Clarín.
En uno de estos célebres ida y vuelta, frente al reclamo de un manifestante que se quejaba de las estadísticas del Indec, la cronista respondió: “¿Querés que te responda? El Indec no mide inflación, sino el índice de precios”.
Al día siguiente, profundizó en Twitter: “El Indec no mide inflación, sino índice de precios. Refleja un conjunto de precios de productos seleccionados en siete distritos. Que no son la totalidad”.
El INDEC no mide inflación,sino índice d precios.Refleja un conjunto dprecios de pductos seleccionados en 7 distritos.Q no son la totalidad.
— cynthia garcia (@cyngarciaradio) 19 de abril de 2013
Ahora bien, aunque suene extraño, debe decirse que Cynthia García tiene razón. El Indec no mide la inflación. Pero no porque diga que el índice de precios al consumidor sube al 10% anual cuando, en realidad, lo hace al 25%, sino porque la inflación no es “el aumento generalizado de los precios” sino, más bien, una cantidad de dinero excesiva respecto de su demanda. De hecho, el problema “es el exceso de la oferta de dinero” y “la presión alcista sobre los precios es sólo la manifestación visible de la inflación”, señaló Steven Horwitz.
Lo que hace el Indec es intentar dar una medida aproximada del aumento del precio de un grupo de productos representativo (un grupo que extrañamente aumenta al 10% anual) pero no mide la inflación monetaria que da origen a ese aumento.
Lo grato de que Cynthia García esté familiarizada con estos conceptos es que una vez que se comprenden, se ve rápidamente el origen del problema y se puede ir en la buena dirección para solucionarlo.
Por ejemplo, si el problema no son los precios sino la cantidad de dinero, rápidamente nos damos cuenta de la inutilidad de los controles y los congelamientos.
Por otro lado, si el problema no son los precios sino la cantidad de dinero, nos damos cuenta que la culpa la tiene el que “infla” esa cantidad de dinero de manera excesiva. Es decir, el Banco Central.
¿Y para qué aumenta el banco central la cantidad de dinero de manera excesiva? Henry Hazlitt lo explicó así:
“El motivo más frecuente para imprimir dinero es la existencia de un presupuesto desequilibrado. Los presupuestos desequilibrados se generan por los extravagantes gastos que el gobierno no puede o no está dispuesto a financiar mediante la subida de los impuestos”.
Volviendo al inicio, queda claro que el Indec no mide la inflación, que es el aumento excesivo de la cantidad de dinero en la economía, sino que sólo intenta estimar una de sus manifestaciones.
Si el razonamiento anterior es lo que Cynthia García tiene en mente, entonces todos deberíamos augurarle una exitosa carrera militante y esperar que los funcionarios del gobierno no dejen de consultarla a la hora de pensar en tomar nuevas medidas de política económica.