La verdad sobre el bloqueo a Cuba

Karel Becerra

Sin lugar a dudas, tanto del lado de quienes defienden al régimen castrista como de quienes se resisten a ser esclavizados, el bloqueo a Cuba ha impactado y provocado estragos en la vida de los cubanos.

Quien hoy visita la isla puede observar por sí mismo la destrucción de la infraestructura, edificios, casas, tecnología, maquinarias, transporte, comunicaciones. Existe una carencia de artículos básicos como un jabón, una lapicera, un cuaderno de hojas o incluso un encendedor descartable. No existe un solo turista en el mundo que no se haya llevado de recuerdo una foto de un almendrón (autos norteamericanos previos a 1959).

El bloqueo impide que cualquier ciudadano, aun sin ser norteamericano pueda enviar medicamentos a Cuba. El bloqueo impide que millones de cubanos que han emigrado puedan enviar, so pena de pagar altos costos y multas disfrazadas de impuestos, artículos de lo más elementales como ropa, zapatos, electrodomésticos, alimentos en conserva, leche en polvo.

¿Injusticia o perversidad? Hace más de dos años que cubanos de la zona oriental viven sin techo tras el paso del huracán Sandy. El bloqueo impide incluso que cubanos que tienen familiares en esas condiciones puedan reunir alimentos, techos, madera, bombillas eléctricas, cableado, interruptores y realizar un envío en un contenedor.

Cuba Embargo At 50

El 30% restante nació antes de 1959 o en países libres

¿Es culpa del bloqueo? ¡Pues claro! Es hora de que todos los que deseamos la prosperidad de la isla nos unamos con el fin de terminar con este genocidio. Los cubanos lo necesitamos. Necesitamos que medios de información como el New York Times, organismos como la ONU, la OEA, intelectuales importantes de EEUU y otros países, gobiernos de Latinoamérica, todos los grupos opositores cubanos y, ¿por qué no?, también los miembros del Partido Comunista de Cuba (PCC) se pronuncien contundentemente en contra de los verdaderos culpables: Abajo el bloqueo de los Castro sobre Cuba y los cubanos ¡Abajo! 

Notas aclaratorias que ponen en evidencia al verdadero culpable del bloqueo:

Todas las restricciones que se reflejan en este artículo se han recrudecido con la entrada en vigencia, el 1º de septiembre, de la nueva ley aduanal que impone límites ridículos como:

  • 5 esmaltes de uñas, 24 unas postizas, 30 velas.
  • 10 bombillos para alumbrado. Se supone que si te hacen falta 11 en tu casa, ¡para eso tienes las velas!
  • 5 candados, sin especificar si cuentan los que ya están en la valija. Como conozco la realidad cubana les digo que sí cuentan. Por tanto, si llevas 3 maletas con sus candados para que ellos mismos no te roben en la aduana, sólo te quedan 2.
  • 5 sombrillas o paraguas. Esto no es importante, para los comunistas y quienes están en contra del embargo, ¡en Cuba no llueve!
  • 3 Linternas. Es evidente, tienen obsesión con que los cubanos estén a oscuras.
  • 1 tanque de agua. Lo relevante aquí es que la miseria es tal que hasta un tanque de agua tiene que llevarle un emigrante a su familia. Por supuesto llenar el tanque de cosas no es una idea genial para poder llevar mas artículos, ellos ya lo saben y pueden romper el tanque para saber que hay dentro.
  • 2 timbres. Quien puede querer 3 timbres si hasta 3 familias hay por casa.
  • 1 Lavamanos, 2 puertas, 1 alarma, 4 ventanas, 2 llaves de agua. Esto implica que para hacer tu casa tienes que dar unos cuantos viajes.
  • 24 elementos de ropa interior. Importante aclarar que el funcionario de la aduana puede impedir el paso de ropa interior del sexo opuesto. Tampoco es recomendable ponerse 10 a fin de evadir, te desvestirán.

La lista es mucho más larga. Muy importante aclarar que se debe pagar incluso por encima del 100% del valor por cada artículo “dentro del limite”. De ser superado, te decomisan la mercadería. Si, así como lees, si llevas 2 tanques de agua, pagas por el primero el 100% de impuesto y el segundo se lo queda el “comandante”.

Adicionalmente la aduana del régimen castrista tiene la osadía de vender en 2CUC (2.50 USD) esta interminable lista para que vayas domesticándote mientras esperas que revisan al que está delante de la fila.