Por: Myriam Bregman
Los archivos encontrados en el Centro de Reunión de Información de la Gendarmería, en Campo de Mayo, muestran que Aníbal Fernández y Nilda Garré faltaron a la verdad cuando desestimaron la denuncia que presentamos en noviembre de 2011 sobre las acciones de espionaje ilegal realizada por dicha fuerza. Las evidencias son concluyentes. No se nos escapa que esta práctica de infiltración y espionaje a organizaciones gremiales, sociales y políticas no es exclusiva de este gobierno, son realizadas sistemáticamente por otras fuerzas represivas, como la Policía Federal y las provinciales. Ya un accionar de espionaje similar (aunque de mucha menor envergadura) provocó la caída de la cúpula de la Armada. La importancia de la actual denuncia es que estas acciones que realizan habitualmente las fuerzas represivas han quedado de manifiesto. También se observa que en este sistema, las leyes son papel mojado cuando se trata de limitar la actividad represiva del Estado, mientras que sirven efectivamente cuando se trata de criminalizar a quienes luchan por sus derechos.
El senador Fernández nuevamente ha salido a descalificar nuestra denuncia, preguntando para qué utilizarían el espionaje ilegal. Le recordamos para que les sirvió: los delegados antiburocráticos de la comisión interna de Kraft tienen decenas de procesos y embargos y fueron salvajemente reprimidos en el año 2009. Hay 5000 procesados por luchar en el país: Rubén “Pollo” Sobrero es uno de ellos. Estuvo preso e incomunicado por una causa armada por la Federal que el actual senador dirigía. Es raro que Fernández no lo recuerde. Hubo heridos y hasta muertos por participar en distintas luchas y movilizaciones. ¿También olvidó los muertos del Parque Indoamericano en manos de la Federal y la Metropolitana de Macri? ¿Y las represiones que sufrimos junto a los trabajadores del Casino en 2008 por parte de la Prefectura para defender el negocio de Cristóbal López? Para sostener este accionar represivo se utiliza la inteligencia ilegal.
La movilización popular es la principal herramienta con la que contamos para enfrentar el espionaje, las persecuciones y la criminalización de la protesta. Por eso, este 24 de marzo será una de las banderas centrales que levantará la movilización convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, del Congreso a Plaza de Mayo. Las causas contra los luchadores deben ser anuladas. Exigimos el desmantelamiento de todos los aparatos de inteligencia interior e infiltración de las organizaciones populares.