Inundaciones en Corrientes: una represa que se rebasa

Nito Artaza

Después de una semana en la que las inundaciones en gran parte del NEA generaron la evacuación de cientos de familias, mientras el agua comienza a bajar en Corrientes es hora de que analicemos por qué se generan estos desastres ambientales, cuáles son las causas naturales y sobre todo cuáles son las causas humanas.

Con la crecida extraordinaria del río Paraná, recorrimos en lancha y a pie la isla de Apipé Grande y pudimos ver de manera directa las consecuencias de estas inundaciones. Casas sumergidas, animales muertos, rutas desaparecidas y falta de agua potable son algunos de los rasgos que se impusieron durante el recorrido en el que los isleños nos remarcaron lo extraño que les resultaba la rapidez con la que habían crecido las aguas y la apertura, sin previo aviso, de las compuertas de la represa de Yacyreta que se encuentra a sólo 2.300 metros aguas arriba.

Y es en este punto en donde queremos poner nuestra atención. El sentido de una represa (que altera el medioambiente y modifica el hábitat de muchas especies) es doble: por un lado sirve para contener las aguas y por el otro como generador de energía. Sin embargo, la crisis energética que enfrenta la provincia y la falta de planificación por parte de las autoridades hacen que en Corrientes la represa de Yacyreta no cumpla con ninguna de estas dos funciones.

Esto se debe, ante todo, a que para hacer frente a la crítica situación energética que enfrenta Corrientes la cota de la represa haya ascendido a 83 metros de altura sobre el nivel del mar. Es decir que hoy en día Yacyretá funciona sobre el límite de sus capacidades, como un balde lleno de agua que frente a una gotera ya no contiene el líquido sino que lo rebasa.

Es así que cuando se producen lluvias intensas en la zona sur de Brasil y/o en Misiones el agua que baja por el río no puede ser contenida por la represa y sigue de largo anegando primero las islas de Apipé y luego la zona ribereña de Corrientes cuyos pobladores, mientras se autoevacúan, recuerdan las promesas de que con la construcción de la represa nunca más iban a sufrir grandes inundaciones.

Creemos que para actuar no hay que esperar a que sucedan grandes tragedias. No debemos lamentar nuevas víctimas antes de encarar acciones responsables. Hace tiempo que venimos solicitando una entrevista con el Director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), arquitecto Oscar Thomas, con el objeto de plantearle nuestra visión sobre el tema pero lamentablemente hasta el momento no hemos recibido respuesta alguna. Sabíamos que iban a llegar inundaciones a Corrientes, más de una vez lo anunciamos en notas periodísticas y en redes sociales. Pero desde el EBY insisten con mirar para otro lado.

Es hora de que se le paguen a Corrientes las regalías adeudadas por Yacyretá para que podamos realizar las obras en infraestructura necesarias río abajo de la represa. Es hora, también, de que se modifiquen las excesivas tarifas que los correntinos debemos pagar en energía para que dejemos de ser una de las provincias en las que la energía se paga más cara. Sólo así Yacyretá dejará de ser un problema y cumplirá con el doble objetivo que debe cumplir una represa.

En Corrientes, mientras tanto, se están realizando estudios para construir una nueva represa entre colonia Garabí y Garruchos, sobre el río Uruguay. Por eso queremos remarcar la necesidad de neutralizar, previamente, lo que sucede en Yacyretá. Porque no servirá de nada construir una nueva represa si a la larga no cumplirá con ninguna de sus dos funciones. Porque en Corrientes no queremos tener una nueva represa que, como sucede con Yacyretá, potencie las inundaciones.