Por: Victoria Donda Pérez
Venimos a ofrecer una esperanza de cambio, donde empecemos a contar otra historia.
Este martes 22 de abril, en la ciudad de Buenos Aires, lanzaremos -un conjunto de ocho partidos y diversas destacadas personalidades políticas- un frente progresista cuyo objetivo primordial en una primera etapa es llegar al gobierno del país, triunfando en las presidenciales de 2015.
Luego de meses de diálogo, distintos sectores hemos arribado a la unidad. Con opiniones diversas en varios temas, pero con convicciones comunes. Venimos a presentar una opción de la mano de la honestidad, la transparencia y el compromiso por tener una nación justa, sin impunidad. Que resuelva en serio el problema del hambre y la exclusión social.
Necesitamos ofrecer a nuestra ciudadanía una nueva esperanza poniendo las coincidencias por encima de las diferencias. Es preciso que este conjunto de 8 partidos pueda brindar una salida a este modelo mentiroso que nos ha ofrecido el kirchnerismo durante once años.
Creemos que es necesaria otra política que no plantee el ajuste como receta ante los desbarajustes de una economía que bien podría haber planteado nuevas oportunidades para quienes hoy siguen en el desempleo, la indigencia y la pobreza. Y también para quienes tienen sólo acceso a un puesto de trabajo no registrado. En estos diez años no ha existido la voluntad de una reforma impositiva progresiva, para que paguen más quienes más tienen y no lo mismo o menos que la inmensa mayoría que paga el IVA, el impuesto al cheque o a las ganancias porque la inflación los desplazó en las escalas tributarias.
Creemos que los pueblos originarios deben tener derechos en serio y no un nombre en un salón de la Casa Rosada.
Que nuestros recursos naturales deben cuidarse, tanto los bosques nativos, como el agua y el suelo. No puede ser que seamos rehenes de empresas multinacionales al compás de su furiosa extracción, al mismo tiempo que gozan de beneficios fiscales que no poseen ni micro, ni pequeñas empresas que dan trabajo a un tercio de la población económica de nuestro país.
Necesitamos terminar con la corrupción que se devora vidas inocentes, como también se traduce en inequidades constantes, en falta de derechos para las y los que menos tienen.
Los derechos humanos deben servir para plantear la necesaria reparación con Memoria, Verdad y Justicia. Pero también tomando las situaciones del presente que diariamente golpean a los sectores más vulnerables de nuestra población.
La seguridad no puede ser una ruleta rusa, es un problema complejo pero debemos abordarlo con políticas de estado que contemplen compromisos duraderos y en conjunto con la participación de vecinas vecinos y de todos los sectores sociales, religiosos, políticos.
También hay que terminar con la impunidad que permite que mafias con participación policial, jurídica e institucional acechen a nuestra gente de la mano de flagelos tremendos como lo son el narcotráfico y la trata de personas. Sólo cuando se destrabe ese cóctel explosivo de complicidades ocultas podremos terminar con estos males que de uno u otra forma llevan a la esclavitud a nuestros jóvenes.
Hay que terminar la política de la imposición y el desprecio, para pasar a una del dialogo constructivo de analizar las diferencias y sumar con el objetivo de lograr una sociedad más justa, con más derechos y más inclusiva.
Creemos que debemos tener acuerdos básicos y sólidos que nos permitan tomar lo mejor de nuestra historia y desechar los peores vicios de la política.
En el Frente Amplio UNEN estamos convencidas y convencidos que la mejor forma de elegir los candidatos es mediante el voto de la gente, por eso tomamos el ejemplo que llevamos adelante en la Ciudad de Buenos Aires.
Entendemos que este frente se perfila como un proyecto serio y audaz, con amplitud política para atraer y contener nuevos componentes. Con fuerte competencia -sana y honesta- para ganar la representación ante la sociedad, priorizando los múltiples acuerdos por sobre las diferencias. Con generosidad y mirada estratégica en los dirigentes, quienes deben ser los pilares donde apoyarnos para aspirar al triunfo. Trabajaremos con entusiasmo en esa dirección. Argentina no merece más de lo mismo.
Venimos a ofrecer una esperanza de cambio, donde empecemos a contar otra historia. Estamos a tiempo de que todos se sumen a este nuevo desafío.