Por: Agustín Frizzera
En el marco de la campaña para las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, el Partido de la Red llevó su Caballo de Troya a la puerta de la Legislatura. En la historia clásica, los griegos usaron el caballo como una estrategia para penetrar en la Troya fortificada. Una vez adentro, Ulises y los suyos abrieron las puertas de la ciudad para que quienes estaban afuera pudieran ingresar. Nuestro “Caballo de Troya” es una metáfora del objetivo primordial del Partido de la Red: que a la legislatura entremos todos. El mismo recorrerá los barrios y llenará su vientre con las ideas de miles de ciudadanos que creen que es hora de que la democracia se transforme y los incluya.
Con vistas a las elecciones del 27 de octubre, el Partido de la Red propone al electorado un contrato: de resultar electos, nuestros legisladores votarán en esta Legislatura de acuerdo a lo que la ciudadanía decida sobre cada proyecto de ley a través de una plataforma digital. Creemos que la democracia que tenemos nos condena a la apatía: nos hace votar un día y nos manda a casa todos los demás. La democracia no consiste en tener que elegir cada dos años entre peores alternativas para crear poder.
De hecho, el Artículo 1 de la Constitución de la Ciudad establece que sus instituciones se organizan como “democracia participativa”. Sin embargo, las instituciones establecidas (audiencias públicas, presupuesto participativo, referéndum, las comunas, entre otras) cuentan con bajo conocimiento público y por ende llevan a una menor participación. Se organizan como farsas-protocolares que cumplen los procedimientos formales, pero mantienen cerradas las compuertas para la participación. En el Partido de la Red, entendemos a las nuevas tecnologías como un medio para conectarnos, encontrarnos y agruparnos en función de intereses comunes. Internet nos da la oportunidad de informarnos, proponer y debatir asuntos que afectan nuestra vida cotidiana de forma rápida, accesible y masiva. Por eso, con internet como herramienta, proponemos una metodología de participación ciudadana constante.
Para nosotros se trata de romper la lógica de esta democracia estancada, que nos fuerza a elegir y debatir personas en lugar de ideas. Se trata de ampliar la democracia que tenemos, de complementarla, de darle nuevos momentos. Se trata de brindar instancias posibles para que los ciudadanos pasemos de ser espectadores a ser actores de nuestro destino.
Consideramos que hoy es posible convertir a cada ciudadano en un intérprete autorizado de sí mismo. Nuestra propuesta primordial es que todos los temas que en se tratan en la Legislatura, con protocolos del siglo XIX, puedan ser debatidos y votados por los ciudadanos porteños del siglo XXI. Queremos innovar donde nadie se anima. Internet cambió todo, ahora le toca a la política.