Vayamos por la delincuencia de “guante blanco”

Alexis Garbarz

Hoy al despertarme me enteré de un hecho policial que me impactó mucho debido a que la persona asesinada es una persona a la que vi a diario durante aproximadamente un año y medio de mi vida, en la época en la que trabajé en C5N y Radio 10. Una persona con la que intercambiamos algunas charlas al paso, cientos de “buen día” y “hasta mañana”, y un tipo al que uno veía todos los días haciendo lo mismo que hacía uno: laburar. Un tipo que le ponía buena onda y energía a lo que hacía. Una persona de bien. Un tipo amable, siempre con una sonrisa. Gente sin maldad. Gente normal. También me tocó escuchar a su hermano, con quien tuve aún más trato por el horario que yo hacía, llorar desgarrado por la radio (*).

Y sinceramente no puedo evitar pensar lo que pienso y les voy a exponer a continuación: creo que existe una relación indirecta bastante directa entre la delincuencia que vemos reflejada todos los días en los titulares de la sección de “Policiales” de los diarios y los títulos de los canales de noticias y entre la delincuencia de “guante blanco” que no siempre implica a un tipo apretando un gatillo.

Creo que ya es hora de que las sociedades de los diferentes países del mundo (y cuando hablo de “sociedades” me refiero más a los votantes que a los votados) tengan en claro que nada de lo que pasa puertas adentro de un país es gratuito. Todo tiene un efecto en lo que después pasa. En lo que nos pasa como miembros de una sociedad. Y más aún en países en los que existe una enorme brecha entre los que tienen y los que no tienen nada o tienen muy poco. Y esto que voy a plantear no es criminalizar la pobreza ni mucho menos.

Siento que no es gratuito que un país tenga un porcentaje relevante de empresarios prominentes que se encuentran sospechados de corrupción. Y que esos tipos anden paseándose y sacándose fotos en eventos como si fuesen grandes señores que no tienen nada que explicarle a la sociedad. Siento también que no es gratuito que un país tenga gente con altos cargos públicos que se encuentra sospechada de corrupción y que no es enjuiciada e investigada como se debe.

Porque todo eso es violencia. Es violencia que va generando un caldo de cultivo muy grande en la sociedad. Y un resentimiento que muchos van a poder digerir pero que en otros va a desembocar en actos delictivos.

Tengo la teoría de que por cada delincuente de “guante blanco” tenés cientos de “pibes chorros” en la calle.

No quiero sonar a garantista ya que nunca lo fui. Y tampoco estoy queriendo definir una regla o criminalizar la pobreza ni mucho menos. Pero ¿cómo vas a hacer como sociedad, como país, para que al menos un porcentaje de la gente que nace sin nada no opte por la opción de salir a robar (o “de caño” como se dice en la jerga delictiva) si ve que gente que tuvo oportunidades en la vida también roba (aunque sin “salir de caño”) y no le pasa nada? ¿Cómo le pedís al pibe que nació sin absolutamente nada que tenga la fortaleza para salir adelante por medio del laburo, el estudio, o cualquier otro mecanismo convencional honesto si ese pibe prende la tele y lee los diarios y todos los días ve que gente que sí tuvo oportunidades en la vida (que nació en familias de clase media o adineradas, que tuvo acceso a estudiar en universidades privadas, etc.) comete actos delictivos y no es condenada por esos actos?

Como dije más arriba, No estoy criminalizando la pobreza… Y mucho menos justificando a los delincuentes y asesinos (siempre estuve a favor de la mano dura y de las prisiones perpetuas verdaderamente perpetuas). Obviamente la mayor parte de la gente que nace sin nada va a intentar superarse por la vía convencional, y muchos lo lograrán. Pero creo que como sociedad deberíamos ayudar a la fuerza de voluntad de quienes tienen una inclinación a irse por el lado de la “guita fácil” y de lo delictivo. Y la mejor forma de ayudar la fuerza de voluntad de esa gente va a ser condenando a los de “guante blanco”. Para que el ejemplo vaya de arriba para abajo y para que los castigos sean ejemplificadores. Así, creo yo, se bajarían las tasas de delito por dos razones: por un lado porque vas a evitar que se propague la concepción de que “no pasa nada si me agarran” en varios sectores de la sociedad. También, a la vez, vas a bajar un poco el resentimiento en sectores desfavorecidos. Y por otro lado porque vas a inspirar miedo en los futuros delincuentes al aplicar penas duras y ejemplificadoras que los hagan pensar dos veces antes de “salir de caño”. Condenemos a los grandes corruptos y quizás así tendremos menos “pibes chorros” en la calle. Pibes chorros que hoy matan a un conocido, a un amigo, o quizás a alguien que ni conocemos… Pero que mañana nos pueden matar a nosotros cuando vamos camino a nuestro trabajo. Para robarnos la bicicleta, la moto, las zapatillas, o el teléfono celular.

 

(*) Ariel Solano, El Ruso, 33 años, trabajó por varios años con su hermano Pini, quien tenía la concesión del bar en Canal 9, C5N e Infobae. Fue asesinado en un intento de robo el pasado 8 de julio.