El “Chino ” Marcos René Maidana nuevamente ante la oportunidad de pasar a la historia. Peleará por segunda vez contra el mejor boxeador del mundo, libra por libra, de los últimos 15 años. Floyd Mayweather, campeón invicto en 5 categorías diferentes con un impecable récord que habla por sí solo.
En mi opinión, Maidana tiene más chances que en la primera pelea realizada el último 3 de mayo en MGM en Las Vegas, ya que llega con una mejor preparación.
Instalado hace más de dos meses en Estados Unidos bajo las órdenes del entrenador Robert García y de su nuevo preparador físico, Raúl Robles.
Recordemos que en el episodio nº 1 de esta pelea se retrasó unos días el arribo de Maidana a los Estados Unidos por el nacimiento de su hija.
¿Cuál es la idea? Llegar más fino, más rápido, tomar la iniciativa y ocupar el centro de las acciones, cortando el ring y llevando a su rival a las sogas.
Desde “Martillo” Roldán hace 30 años que un argentino no tiene la chance de pelear dos veces contra el mejor; en aquella oportunidad, contra dos monstruos: nada menos que con Hagler en la primera ocasión y Hearns en la segunda (ambas fueron derrotas).
Se cree que el norteamericano tendrá que dar algo más que en la pelea anterior, ya que no convenció del todo al público: fue abucheado, uno de los jurados dio empate y en donde exhibió su destreza fue en una cerrada defensa.
Detengámonos un segundo en el referí del encuentro Kenny Beyless quien ya fue protagonista en tres enfrentamientos anteriores de Mayweather, contra Oscar de la Hoya, Sugar Shane Mosley y el Canelo Alvarez. Todos recordarán como se quejó Mayweather en la pelea del 3 de mayo cuando Tony Weeks lo dejó arrimarse mucho a Maidana.
Esperemos que Bayless no condicione al “Chino” y que su tarea pase inadvertida.
El “Chino” está a sus anchas, se siente cómodo, no se achica. Tiene una segunda gran oportunidad y, si bien las apuestas marcan que está 5-1 abajo, tiene en el poder de sus puños la clave para obtener sus dividendos.
Cerca de la medianoche del sábado 13 de septiembre estaremos todos prendidos a la Televisón Pública, a Space o a la vera del ring esperando una gran noche argentina.