En una nota anterior tratamos de fundamentar el porque del optimismo de la Bolsa, los mercados y la baja del riesgo país. No dudamos de que los tres candidatos con mayores posibilidades de acceder a la Presidencia de la Nación tienen muchas ideas y propósitos en los que coinciden y en los tres casos nos encontramos con hombres moderados que exponen con racionalidad y sentido común las alternativas que proponen para superar la difícil coyuntura económica en que nos encontramos.
El recambio que se concretará en diciembre nos enfrenta a un hecho insoslayable: sólo podremos desarrollar toda nuestra potencialidad oprimida y adormecida por políticas y teorías económicas, perimidas en el tiempo por haber fracasado, con programas coherentes en concordancia con las políticas económicas que el mundo desarrollado adopto y practica exitosamente e integrándonos al mismo. Es aquí donde las Pymes, en particular las medianas empresas y todas la Economías Regionales en su conjunto deben encontrar el medio que les permita desarrollarse y no sólo crecer en el mercado interno sino además salir a conquistar y competir en los mercados del mundo ya que en muchos casos tenemos ventajas comparativas únicas.
Para ello se requiere en primer término volver a tener y consolidar la seguridad jurídica, respetar los contratos a rajatabla, instrumentar políticas a largo plazo coherentes y factibles de modo tal que resultemos nuevamente merecedores de credibilidad y confianza. Logrado esto, el camino está abierto para que los Mercados de Capitales ávidos en la búsqueda de colocar sus excedentes financieros no duden en invertir en la Argentina.
La concreción de políticas económicas sensatas no solo atraerá capitales ociosos del exterior, sino que lograremos repatriar capitales de los argentinos, sin la necesidad de recurrir a blanqueos de capitales que fracasan por su dudosa legalidad y que nos desmerecen ante el mundo de los negocios.
Ante esta nueva realidad, todos quienes de una forma u otra integramos y/o participamos del mercado bursátil tenemos la necesidad y la responsabilidad de estar atentos y dispuestos a poner toda nuestra capacidad tanto intelectual, profesional y comercial, como así también utilizar la infraestructura que ofrecen todas las entidades que conforman nuestro muy eficiente y moderno sistema Bursátil – entiéndase: Bolsas de Comercio, Mercados de Valores, Comisión Nacional de Valores (CNV), Caja de Valores, Banco de Valores, Mercado Abierto Electrónico (MAE), ROFEX, sumado a un sinnúmero de Sociedades de Garantías Reciprocas (SGR) – para hacer realidad este propósito.
La Economías Regionales están ante el desafío más ambicioso y prometedor en muchos años, el de contar con un Mercado de Capitales regional propio, dado a que durante el tiempo transcurrido no pudieron, ni supieron como acceder al mismo. A quienes estamos haciendo referencia, a las Provincias que ya contando con Bolsas de Comercio habilitadas comiencen a prepararse para operar con celeridad y eficiencia no solo atrayendo inversores sino también a empresas dispuestas a captar socios a riesgo, buscar capitales de riesgo y/o financiamiento a través de las Obligaciones Negociables (ON), a la concreción de Fondos Comunes Cerrados de Crédito (FCCC) y Fondos Comunes de Inversión (FCI). Como así también promover la colocación y cotización de acciones de empresas para nuevos proyectos de inversión. En el caso de quienes no las tengan, que comiencen a trabajar en la creación y consolidación de Bolsas Regionales, que sin duda serán el combustible que generara la energía necesaria para un crecimiento sostenido y seguro en el tiempo.
Un aspecto más a tener muy en cuenta es la capacidad invalorable de financiamiento genuino que tienen los Mercados de Capitales desarrollados para los Gobiernos Provinciales y Municipios. Hecho este desatendido durante casi 80 años ya que durante la década de 1930 cotizaban el la BCBA más de 140 títulos de estas características, hoy practica totalmente olvidada.
Siempre sostuvimos que se deberá crear una Liga de Bolsas Regionales interconectadas entre si, conjuntamente con la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Ambas Bolsas, más que centenarias, con una ilimitada experiencia, que cuentan con las estructuras y los profesionales más idóneos en el tema bursátil, deberían comenzar a trabajar a nivel nacional en un programa de capacitación y educación bursátil que alcance su operatoria, funcionamiento y el comportamiento de los mercados. De manera tal, que cuando este conjunto de Bolsas comiencen a operar, resulten ser el pilar y el instrumento más idóneo y eficaz de un sistema bursátil de financiamiento y ahorro, acorde con la potencialidad y necesidades económicas de nuestro país.
Tampoco dudemos: este es el camino a la prosperidad y a la verdadera federalizacion de la República, tan declamada y tan poco practicada, dado a que las regiones lograran ser autosuficientes económicamente, consecuentemente no dependerán de la dadiva caprichosa, mezquina, condicionada e interesada del Gobierno Central.
Ya debemos comenzar a trabajar para que esto que hoy solo es un propósito el año próximo sea una realidad en vías de concreción. Solo así estaremos en condiciones de competir e integrarnos al primer mundo.