El 15 de diciembre, el Club Atlético River Plate elegirá presidente. Hasta ahora, cinco eran los postulantes: Antonio Caselli, Daniel Passarella, Rodolfo D’Onofrio, Carlos Ávila y Daniel Kiper.
Ávila y D’Onofrio ya se lanzaron al ruedo; Caselli, y Kiper aún no y Passarella, que era la gran incógnita, ayer se develó: no se presentará para su reelección.
Los preferidos, sin duda, son Caselli y D’Onofrio. Así lo dicen todas las encuestas de opinión. Uno trabaja en silencio con dos consignas claras: ”La vida por los colores” y “No dejemos a River sólo”, conoce el club como nadie y ha sido un compañero entrañable en los momentos oscuros. El otro ya presentó su programa de gobierno pero es mirado con recelo por su ausencia en los tiempos de tormenta.
Presentó a su equipo y con jactancia dijo: “Tengo conmigo una verdadera Selección”. Lo afirmó en distintos reportajes que le hicieron dando los nombre de quienes lo formaban. ”Me acompañan Rafael Aragón, Andrés Ballota, Héctor Urueña, Jorge Brito, Matías Patanian, Lucas Coronel” y rebautizó a Fernando Guarini como Cristian Guerini. Todos se miraron con sorpresa, porque intuyeron que no conocía muy bien a los jugadores de su Selección.
Hoy esa formación estelar quedó diezmada y se convirtió en un “equipito”, como dicen sus detractores. Aragón anunció que se iba con Caselli; Ballota, Urueña y Coronel no saben si quedarse en sus casas o desembarcar en lo del Embajador. La pregunta que se hace su entorno es ¿qué le pasó a D’Onofrio que no pudo contener a su gente y cae en las encuestas?
Algunos creen tener la respuesta: Jorge Brito. Con mucha juventud, quiere ser el “heredero” del trono, pero no en las futuras elecciones, sino en las del próximo diciembre.
Brito se refiere a D’Onofrio, despectivamente, como “el viejo” y buscará desbancarlo más temprano que tarde y River seguirá teniendo esa triste sensación de que “no hay equipo”.