Por: Gretel Ledo
Finalmente pasaron las elecciones nacionales y el Parlamento del Mercosur sigue esperando que Brasil tenga sus parlamentarios.
El pasado martes 17 de marzo, el Congreso Nacional aprobó el proyecto de resolución PRN 2/15 para la designación de los 37 integrantes de la Delegación Brasileña ante Parlasur. Los 27 diputados y 10 senadores serán indicados por los líderes de ambas cámaras a través del criterio de proporcionalidad partidaria. El peso de cada partido resulta equivalente a su tamaño en cada Casa del Congreso. El mandato se extiende durante toda la actual legislatura, o sea, hasta enero de 2019.
Se trata simplemente de una actualización de las reglas vigentes desde 2011. Las designaciones de los parlamentarios finalizaban el 31 de enero.
Lamentablemente no hay fecha ni intención política de elección directa para Parlasur en Brasil. Es que otros son los temas acuciantes en agenda.
El 26 de octubre de 2014 ha sido una fecha clave en la vida de la Presidenta. Ganar en ballotage es más que una señal de la necesidad de cambios estructurales que pidió la ciudadanía.
Dilma Rousseff llamó a los brasileños en su discurso, apenas obtuvo el triunfo, a la unión, la apertura y el diálogo en pos de que la disputa se transforme en energía positiva para un nuevo momento en Brasil.
Central resultó, en la promesa de los cambios, la reforma política para combatir la corrupción y la impunidad.
Lo cierto es que el escándalo de corrupción dentro de la petrolera estatal Petrobras ha golpeado fuertemente la imagen de Rousseff. Funcionarios habrían recibido dinero por sobornos. Recientemente la oposición solicitó al fiscal general, Rodrigo Janot, que investigue a la Presidenta por el caso.
Sumado a ello los altos niveles de desocupación e inflación magnifican el efecto corrosivo que golpea a la sociedad toda. El mercado responde con recesión y las inversiones están congeladas.
En este marco pena da que aún no se comprenda el empuje positivo que conlleva la integración regional. Si bien hoy por hoy, el Mercosur es una unión aduanera imperfecta dado que se han eliminado aranceles para comercializar entre las partes y se propicia un arancel externo común (AEC) para casi la totalidad de las posiciones arancelarias, los beneficios que reporta la conformación de un bloque sólido apuntan sin duda a un mejor posicionamiento frente al mundo a la hora de negociar grandes acuerdos.
Analizando el Tratado de Asunción se establecen líneas fundacionales no cumplimentadas al día de hoy. El Art. 1° alude a la consolidación de la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, y, por ende, a la eliminación de derechos aduaneros y de restricciones no arancelarias. Actualmente no contamos con libre circulación de trabajo ni de servicios –más allá de algunos acuerdos en áreas concretas- y continuamos con restricciones en materia de derechos de aduana por el hecho de existir múltiples excepciones al régimen aduanero. Así, el primer objetivo, vinculado a la libre circulación de bienes y servicios, a veinticuatro años de aquel tratado, no está cumplimentado.
El hecho de no llegar a consensuar el AEC para el 100% de las posiciones arancelarias, perfora la fortaleza institucional que se espera del Mercosur en términos de la negociación con otros bloques regionales.
Bajo este contexto, la elección directa de parlamentarios del Parlasur, permitiría la coordinación al menos de directrices políticas a nivel regional.
Hoy el Parlamento del Mercosur cuenta con 122 integrantes (37 brasileros, 26 argentinos, 23 venezolanos, 18 paraguayos y 18 uruguayos). La máxima instancia decisoria, el Consejo del Mercado Común (CMC) estableció una prórroga hasta el 31 de diciembre de 2020 como plazo final para la elección de todos los miembros del Parlasur. Cuando se llegue a esa conformación, el número pasará a 187 parlamentarios permanentes: Brasil, 75; Argentina, 43; Venezuela, 33; Paraguay y Uruguay, 18 cada uno.
Sólo Paraguay celebró ya sus elecciones. Argentina autorizó las elecciones para octubre 2015 junto con las presidenciales a partir de la sanción de la Ley 27.120, Elección de Parlamentarios del Mercosur el pasado 29 de diciembre.
El egoísmo es autodestructivo. En Filipenses 2:3 dice: No hagan nada por egoísmo o vanidad, más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Ya es tiempo de dejar a un lado las coyunturas internas y poner el foco en aquello que trasciende las meras estructuras partidarias. La integración pende de un hilo. Urge dejar de lado las individualidades para dar nacimiento a la unidad regional.