La decisión, adoptada por el administrador emergente de Detroit Kevin Orr, de solicitarle a un tribunal federal que la ciudad sea declara en quiebra es la mayor en la historia de Estados Unidos.
Han habido otros casos de quiebras municipales que tuvieron que ventilarse en tribunales federales. El siguiente en tamaño es el de Jefferson County, Alabama, una ciudad de 659.000 habitantes que, en 2011, tenía deudas por US$4,200 millones. En California han habido otras quiebras municipales, tales como el Condado de Orange en 1994, una ciudad de 2,4 millones de personas con deudas por US$2,000 millones.
Todos estos casos previos se quedan cortos ante la quiebra de Detroit, una ciudad de 701.000 habitantes con una deuda estimada entre US$18.000 y US$20.000 millones. Más impresionante es el hecho de que, a principios del siglo pasado, Detroit era la cuarta ciudad más poblada en Estados Unidos, creciendo al paso vigoroso de la industria automovilística, hasta alcanzar en 1950 una cúspide de 1,8 millones de habitantes. La declinación de la mayor concentración urbana del estado de Michigan está también estrechamente vinculada a la suerte de la industria automovilística. En contraste, el rescate federal de General Motors y Chrysler, durante la Gran Recesión de 2009, alcanzó 80.000 millones.
Entre los acreedores de la Ciudad de Detroit se encuentran 9.700 empleados, 20.000 jubilados y varios tenedores individuales e institucionales de bonos municipales.