Por: Julio Cobos
Somos un país joven, dentro de muy poco celebraremos el Bicentenario de nuestra Independencia pero recién conformamos un Estado hace apenas más de un siglo a partir de una Nación integrada por diferentes culturas, costumbres, creencias.
A veces, este horizonte temporal acotado nos impide dimensionar los tiempos de los procesos sociales. Estamos siempre pensando en el corto plazo, en la coyuntura, dificultándonos extender la mirada en el futuro. ¿Somos capaces de pensar el país para las próximas décadas?
Argentina necesita de acuerdos, de consensos, de políticas a largo plazo. Nuestro país requiere poner la mirada en el porvenir. En este sentido la conformación de un Frente entre fuerzas políticas de diferentes partidos, que comparten principios, líneas de acción y objetivos constituye una gran esperanza para nuestra República devaluada por el deterioro de sus instituciones señeras.
Nuestra primera meta, es consolidar un espacio socialdemócrata que privilegie la igualdad, no solo ante la ley sino en el acceso al bienestar y al conocimiento. Estamos convencidos que esto se logra con más democracia, más república, más federalismo y más política.
Este horizonte temporal acotado al que me refería anteriormente hace que algunos desconfíen de estos acuerdos, alianzas, concertaciones, frentes electorales. El fracaso de experiencias anteriores no debe ser un impedimento; los tiempos sociales son diferentes a los personales. Y si una experiencia fracasa, si un camino se torna inviable, hará que buscar otro, o quizás otros.
¿Pensaron nuestros constituyentes en el 53´ que la independencia no tenía sentido, ya que habían pasado tantos años? ¿Cuántos pactos preexistentes hubo? ¿Renunció el General San Martín a la Campaña Libertadora, por la derrota de Cancha Rayada? ¿Cuántos años transcurrieron desde la Revolución del 90´ hasta la Ley Sanz Peña?
Por eso, porque la historia lo avala, hoy nos sentimos capaces de ofrecerle a la sociedad una alternativa, una propuesta superadora. Contamos con experiencias exitosas como la de la provincia de Santa Fe o la de Ciudad de Buenos Aires en la última elección. En mi provincia en las últimas elecciones, trabajamos juntos el radicalismo mendocino y Libres del Sur.
Somos conscientes de que en algunas cosas pensamos diferente -de otra forma no sería un Frente de distintas fuerzas políticas-, pero también sabemos que podemos ofrecerle a la sociedad una propuesta electoral basada en coincidencias respecto a la superación de la pobreza, a la solución de problemas vinculados a un desarrollo económico integral en lo regional, a la crisis energética, a nuestra devaluada educación, entre otros aspectos que afectan a la sociedad. Podemos ofrecer un programa de gobierno consensuado y una oferta electoral que se definirá con la participación ciudadana en las PASO.
Las fuerzas políticas que constituimos el Frente Amplio UNEN, asumimos una ideología basada en principios y valores comunes, pero también pensamos que, superada la contienda electoral, serán necesarios acuerdos con fuerzas de distinta ideología y con otros actores sociales para de definir las grandes políticas de Estado que el país necesita.
Los acuerdos de gobernabilidad y desarrollo, se basan en objetivos comunes y principios heterogéneos, el Pacto de la Moncloa no fue producto de pensamientos afines sino de objetivos comunes. Sigamos el ejemplo. Unidos.