Unidad de Vivienda: un cambio cultural

Julio Cobos

Se encuentra en estudio del Senado de la Nación un proyecto para crear la Unidad de Vivienda (UVI) para promover el ahorro en metros cuadrados y generar un sistema de crédito para el acceso a la vivienda. A continuación, algunas consideraciones sobre el tema.

El ahorro. Somos una sociedad marcada por la historia. Hijos de inmigrantes que padecieron las consecuencias de las grandes guerras y se aferraron a la cultura del ahorro. La desazón de la historia, las grandes devaluaciones, las crisis y la poca previsibilidad fomentaron la desconfianza, y con ella el desconcierto de dónde colocar los ahorros. En los últimos años y por la pérdida del valor de la moneda nacional, quienes querían ahorrar en la Argentina se volcaron o bien a la compra de divisas extrajeras (dólar) o bien a la compra de inmuebles como forma de capitalizarse ante la devaluación sostenida del peso. Con este proyecto queremos romper esta inercia y recuperar esa cultura del ahorro.

La vivienda. El déficit habitacional en Argentina es estructural y resolverlo por medio de mecanismos tradicionales se hace imposible. Sin ahorro no hay crédito a largo plazo y sin crédito no hay vivienda. Por eso, en primer lugar hay que avanzar con un sistema de ahorro con muchos cinturones de seguridad y dejar en el olvido el recuerdo del corralito; como así también en un sistema de crédito previsible, accesible y al alcance de todos los sectores de la sociedad, sin cometer los mismos errores del pasado, como la tristemente recordada circular 1050. Debemos romper con la mentalidad del ahorro en moneda extranjera, que además no está bancarizada y ofrecer a los argentinos el atesoramiento en algo tangible y allegado a nuestros valores culturales como es la inversión en ladrillos, es este el espíritu de la Unidad de Vivienda (UVI).

La UVI. La Unidad de Vivienda es el valor mínimo establecido para ahorrar en metros cuadrados. El valor de una UVI es cercano a diez pesos y mil UVI representa el valor del metro cuadrado de vivienda. Esto promoverá el ahorro de todos los sectores sociales y de todas las edades, pero fundamentalmente permitirá captar el ahorro de los que tienen para disponerlo, en créditos accesibles para los que no lo tienen. Se debe volver a promover la cultura del ahorro en las escuelas, de aquí que el valor de una UVI sea accesible para todos. Ahorrar implica dar previsibilidad, estabilidad y confianza. Para atesorar en una unidad de medida que mantenga su valor a lo largo del tiempo, la UVI se actualizará constantemente por la variación del costo de la construcción. Si hoy se adquieren diez metros cuadrados, en cinco, diez, veinte años, por ejemplo, se sigue teniendo diez metros cuadrados. El ahorro no se desvaloriza.

Garantías del sistema de ahorro. Una vez sancionada la ley, el Ministerio de Hacienda queda autorizado para crear el Bono Metro Cuadrado Argentino, con cincuenta mil millones de pesos para el presente año y también contará con la asignación presupuestaria en los años siguientes. Una segunda garantía será el Banco Central de la República Argentina, que es la autoridad de aplicación del sistema.

Créditos para la vivienda. Son muchas las familias sin techo propio y limitadas a adquirirlo por medios de créditos con tasas inalcanzables. La UVI crea un sistema flexible, que facilita a gobiernos y entidades correspondientes a otorgar créditos con tasas accesibles y para todos los sectores sociales. Los municipios, las provincias y la Secretaría de Vivienda de la Nación serán los responsables de absorber la diferencia entre las tasas y el valor del metro cuadrado y no los ahorristas.

Fuerza de ley. Dada la importancia de este proyecto, avanzamos para que se establezca por ley, siendo esta la garantía real que proteja los créditos y los ahorros de quienes depositen su confianza en el sistema. Por eso y gracias a la política de diálogo establecida en el Senado, el proyecto de creación de la UVI se presentó con el acompañamiento de senadores de diferentes espacios, a quienes agradezco.

La UVI se sostiene en la necesidad de un profundo cambio cultural. Por eso continuaremos a pie firme con nuestra hoja de ruta para darle tratamiento legislativo y generar un programa para las generaciones futuras surgido del diálogo, el respeto y el consenso, que responda a los que quieren y pueden ahorrar y en simultáneo otorgue créditos accesibles a quienes buscan el sueño de la casa propia.