Por: Karel Becerra
“Si los Castro entregaron al Che, como no van a entregar a Maduro” - cubanos anónimos
Los Castro no se han perpetuado en el poder de casualidad, sino gracias a su perversa astucia y su capacidad de dar el salto en el momento justo. La economía cubana está en crisis y con posibilidades de atravesar un nuevo “período especial”, las noticias que llegan desde Cuba son desesperantes. Si en Venezuela hay colas para muchos productos, en Cuba se hacen colas hasta para respirar. No sólo los opositores al régimen, sino también trabajadores por cuenta propia, profesionales, campesinos, amas de casa e incluso policías expresan que “esto no aguanta más”.
Pero ¿como es posible esta crisis, si recibe desde Venezuela suficientes recursos? La respuesta es la misma que en Venezuela, el socialismo del siglo XXI. No importan los millones que puedan llegar de regalo, el sistema no funciona ni para nosotros, según palabras del propio dictador. Entonces, ¿depende realmente el régimen de La Habana del petróleo venezolano para su salvación ? No del todo. La única salvación para el régimen es una “mutación económica”*, pero ésta solo es posible bajo la aceptación de la administración de Estados Unidos y el consiguiente levantamiento del embargo.
Los Castro saben hacia dónde tienen que ir, hacia el Norte, camino que han emprendido hace mas de 15 años. Todo lo que pueda entorpecer ese camino será descartado sin mediar palabra. Hoy Nicolás Maduro es un obstáculo en ese plan. Los Estados Unidos ya se han pronunciado sobre la situación en Venezuela y la postura será cada día más dura. Por otra parte, Nicolás cometió el error de emitir una orden de captura contra el líder Leopoldo López**, no podrá sostenerlo en la cárcel por mucho tiempo, a menos que asuma públicamente el carácter dictatorial de su régimen.
Que Venezuela se convierta en una dictadura, públicamente, no le conviene al régimen de La Habana, pues se sabe partícipe directo y por tanto culpable de las víctimas que puedan ocurrir en el escenario venezolano. Será insostenible para la administración demócrata de los EEUU continuar con la política de acercamiento, el cabildeo en contra del embargo y retirar a Cuba como patrocinador del terrorismo. La Habana prefiere otro escenario.
Se le ordenará a Maduro ceder, acordar la liberación de Leopoldo López cuanto antes, aparentar un cambio de rumbo y reconocer los problemas reales como la inseguridad y la inflación. Todo sea por ganar tiempo y gobernabilidad durante lo que queda de su mandato, “afloja que si aprietas mucho, te soltamos la mano”, parece decir Raúl. De persistir, el régimen de La Habana jugará su última carta. Oficiará inmediatamente como mediador en el conflicto***, moverá sus contactos en Washington e Itamaraty con el fin de sacar partida por su “buen comportamiento” para entregar a Maduro, rumbo a donde, quien sabe, quizá a uno de sus aliados y próximo proveedor, Brasil.
* El régimen elige mutar, en lugar de cambiar.
** Maduro cometió un error similar ante Capriles al aceptar el contero de votos luego del fraude, en La Habana le “rectificaron” el mensaje.
*** Ser “juez y parte” es uno de los medios donde el régimen de la Habana es perfecto. Ellos crean “el problema y la solucion”. Solo mirar que tienen a Santos enfrentado a Maduro y al mismo tiempo a Santos sentado en La Habana ante las FARC.