La ofensiva anti-embargo va llegando a su fin

Karel Becerra

En una extensa editorial el New York Times pide “acabar el embargo de Cuba” cuando debió pedir “acabar el embargo sobre los hermanos Castro”. Los cubanos somos legalmente “inembargables”, pues nunca hemos sido propietarios de nada: casa, auto, muebles e incluso el intelecto han pertenecido al gobierno comunista. Esta sutil diferencia marca la visión general sobre quienes ven en Cuba una dictadura totalitaria o quienes ven un líder generoso frente a un pueblo acosado por el imperialismo “que ha sufrido enormemente desde que Washington cortó relaciones diplomáticas en 1961, dos años después de que Fidel Castro llegó al poder ” según se lee en el editorial.

El texto parte de dos argumentos (“cambios en la opinión pública estadounidense” y “una serie de reformas en Cuba”)  como base para la hipótesis de “reanudar relaciones diplomáticas y acabar con un embargo insensato”.  El primer razonamiento ha sido producto de extrapolar una encuesta telefónica con una muestra de mil encuestados a los mas de 300 millones de norte americanos. No es suficiente con intentar sostener que la mayoría siempre tiene la razón, sino que esa mayoría carece de rigor científico.

Sobre las “reformas” tenemos como fuente original la Gaceta Oficial de Cuba donde “desmochar palmeras, forrar botones y vender bolsas” son las prosperas actividades privadas ahora permitidas. Como parte de esas reformas, adicionan los editores, esta la posibilidad de que los cubanos “vendan propiedades como automóviles y casas”. Con inteligencia han eliminado la palabra “compren” pues es insostenible que desmochando palmeras puedas pagar un auto de 250 mil dólares.

Luego, sorpresivamente, el NYT sostiene que “en años recientes, el deplorable estado de su economía ha obligado a Cuba a implementar reformas”. Si las reformas son producto de la crisis, no del deseo de los dictadores, ¿para qué piden el levantamiento del embargo? Solo llegando a la novedosa conclusión de que éste traerá mas crisis se puede sostener la hipótesis principal, caso contrario la editorial es inservible por contradictoria.

La discordancia proviene de lo insostenible que es la embestida “anti embargo” tomando los hechos de la realidad. La realidad es que el régimen cubano solo ha reaccionado bajo presión, sea esta externa o interna. A sabiendas de ello, el NYT afirma “el proceso se ha vuelto más urgente a raíz de la crisis financiera en Venezuela”, aunque pasando por alto que ha sido provocada por Raúl y Fidel Castro.

El diario norteamericano ignora además por “irrelevantes” hechos del presente como el trafico de armas a Corea del Norte, el respaldo de Fidel Castro a Putin luego del derribamiento del vuelo de MH17 en Ucrania, los estudiantes asesinados y desaparecidos en Venezuela bajo ordenes precisas de los aparatos de seguridad de La Habana, el encarcelamiento del líder opositor venezolano Leopoldo López, y finalmente desprecian por completo la lucha del pueblo cubano, un pueblo a quien le han robando su pasado, presente y futuro.

Por ultimo, y no menos importante, el editorial intenta salvar los mil millones de dólares invertidos en El Mariel por Odebrecht, empresa sospechada de múltiples casos de corrupción en Brasil. “Con capital brasileño, Cuba está construyendo un puerto marítimo” ¿Acaso esa obra contempla a los cubanos? ¿En ese puerto podrán importar o exportar los emprendedores cubanos? ¿Los salarios de los trabajadores? La respuesta a todas las preguntas es no. Esa obra solo contempla al régimen y sus herederos, de su lado se ponen moralmente quienes intentan salvarla.

Sobre la inversión brasileña adicionan que es “un enorme proyecto que solo será económicamente viable si se suspenden las sanciones estadounidenses” ¡Recién ahora se dan cuenta! Evidentemente la ofensiva “anti-embargo” está llegando a su fin y se muestran a cara descubierta ¿Toda esta ofensiva no será un plan que depende absolutamente del mandato de Obama y ahora están desesperados?¿Puede ser todo esto algo tan simple como un plan elaborado en La Habana pero con un enorme error de calculo de tiempos? Para pensar.