La violencia doméstica y un experimento

Martín Etchegoyen Lynch

La violencia doméstica, que incluye a la de género, ha crecido notablemente en Argentina. Vemos casos aberrantes todos los días.
Por ello es bueno conocer lo que en EEUU se llamó “Experimento Minneapolis”.

La Policía solía atender los llamados al 911 de las víctimas de agresiones domésticas y por muchos años, existía la convicción de que estos incidentes eran mejor manejados informalmente por el oficial interviniente, actuando como mediador de la disputa, o refiriendo obligatoriamente a las partes a una agencia independiente para su resolución por tratamiento de terapia familiar, pero no arrestando al agresor.

Sin embargo, la policía de Minneapolis empezó el “experimento” de tratar estos casos de abusos domésticos de tres formas diferentes: 1)Arrestando al agresor, 2) dándole terapia informal en el lugar del hecho, o 3) restringiendo su ingreso al hogar por un rato hasta que la situación se “enfriara”.

Mas de 250 casos fueron manejados experimentalmente de esta manera, y la actitud del agresor fue estudiada durante los siguientes 6 meses a la comisión de su agresión.

Si bien los arrestos motivaron penas que no pasaron de dos noches en prisión, el grupo arrestado fue el que mayoritariamente desistió en seguir con estas actividades agresivas, siguiéndole muy de lejos el que fue aconsejado, y luego el grupo al que se lo alejó del hogar momentáneamente, siendo éste el que más repitió sus delitos, a veces aumentando en gravedad.

Este experimento orientó a la policía de Minneapolis, y a muchas más que siguieron sus pasos, en la idea que “el riesgo cierto de sanción formal puede alterar el comportamiento entre personas en riesgo”, porque una legislación acertada, con una policía efectiva y un Poder Judicial que aplique las sanciones contempladas en la ley, evita ulteriores víctimas.

Pensémoslo para Argentina.