El 2014 será la antesala de lo que podría suceder en 2015 cuando haya elecciones presidenciales en Argentina. Durante el año próximo, los distintos frentes, alianzas y partidos políticos comenzarán a tejer estrategias y se develarán los posibles contendientes para las PASO del año siguiente. Esta situación no escapa al oficialismo, que enfrentará en 2015 una situación atípica en materia de elecciones. Sin reelección posible y sin la posibilidad de la reforma constitucional que otorgue esa chance a la actual mandataria, el FpV deberá ir a elecciones presidenciales sin el apellido Kirchner en su boleta por primera vez en doce años. Ante este escenario, son varias las hipótesis y trayectorias que podría seguir el oficialismo de cara al 2015. Aquí cinco posibles hipótesis para la sucesión presidencial.
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“Salida a la chilena”: Perder para ganar. En Chile, al finalizar su mandato, Michelle Bachelet aceptó la candidatura de Eduardo Frei dentro de la coalición gobernante, aun a sabiendas de que las posibilidades de derrotar al empresario opositor Sebastián Piñera eran escasas. Bachelet jugaba así una doble estrategia: aceptar la candidatura de su coalición, respetando la alternancia entre partidos dentro de ella, pero asegurándose la posibilidad de volver cinco años después. La estrategia funcionó, Bachelet se fue del cargo en 2009 con un alta imagen positiva y logró volver al cargo, derrotando a la candidata oficialista días atrás. CFK podría seguir esta estrategia, elegir un candidato propio que no logre ganar las elecciones y elegir un adversario no peronista que no pueda acumular sobre la base electoral que hoy contiene el oficialismo y le den la posibilidad de volver al cargo en 2019. La estrategia sólo será efectiva si gana un candidato por fuera del peronismo, Macri, Binner, Cobos o Sanz, ya que de triunfar un candidato como Massa o De la Sota, el peronismo y el kirchnerismo podrían reacomodarse bajo un prefijo distinto pero con el mismo “ismo”.
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“Salida a la brasileña”: Delfín leal. Cristina podría imitar la situación brasileña, donde Lula al retirarse con una alta imagen positiva logró imponer a una candidata propia, casi desconocida, que sea leal al ex presidente y que logre, sobre todo, ganar las elecciones. Para repetir este escenario se debería dar una recuperación de la imagen presidencial, que actualmente se encuentra por debajo de los 30 puntos. Esto no sería difícil, ya que CFK ha revertido en varias oportunidades bajos niveles de imagen positiva, logrando superar la barrera del 50% en diferentes períodos. Por tanto, durante 2014 CFK deberá trabajar en mejorar su imagen, a partir de atender las principales demandas sociales y construir un candidato afín y moderado que logre triunfar en 2015.
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“Salida a la colombiana”: Delfín desleal. Como en Brasil, Álvaro Uribe en Colombia prefirió elegir a su sucesor dentro de sus propias filas y asegurar un triunfo. Este triunfo aseguraba el gobierno para el partido gobernante y la continuidad de algunas políticas, pero también derivó en un enfrentamiento entre el presidente saliente y el nuevo mandatario, Juan Manuel Santos. Si bien ambos pertenecen al mismo sector político, la lucha contra la guerrilla y el proceso de paz, la recriminación por distintas medidas y las diferencias de estilo han llevado a un distanciamiento y enfrentamiento mediático entre ambos. Esto podría darse en Argentina si CFK, para asegurar un triunfo que logre evitar una sangría judicial contra sus funcionarios, elije un candidato propio que termine no siendo leal, como ser el caso de algún gobernador alineado con el gobierno, pero al mismo tiempo crítico de éste.
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“The American way”: PASO para todos. Las PASO, podrían ofrecer una salida democrática e institucional al problema de la sucesión. Como en EEUU, donde los dos grandes partidos se someten a un proceso de primarias en donde surgen los candidatos que disputan luego la general, las PASO podrían replicar esta idea. En 2015 y de darse los acuerdos que comenzaron a delinearse en 2013, pero también de suceder que el peronismo entero -con Massa, Scioli, el kirchnerismo y el PJ disidente- acepte dirimir sus internas en las PASO, podrá suceder que dos grandes coaliciones (el PJ y aliados y el arco progresista y socialdemócrata) elijan sus candidatos para las presidenciales a partir de este sistema. Esta posibilidad, por demás complicada, significaría el triunfo de la reforma política, y permitiría volver a un sistema de partidos aglutinados en dos grandes coaliciones. El nuevo presidente será uno de los dos candidatos que triunfen en las PASO, siendo el principal derrotado el PRO y su incapacidad de sumarse a una coalición más amplia.
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“Salida a la Argentina”: Avant la lettre. La última opción a la sucesión presidencial es la posibilidad de crisis y colapso del gobierno actual. En esta línea, un agravamiento de la salud de la presidente podría llevarla a un alejamiento del poder. Ante esta hipótesis, se podría dar una situación de crisis en el corazón del gobierno, donde recrudezcan las internas y derive en la situación de vacío de poder, recayendo éste en el jefe de Gabinete, en detrimento del vicepresidente. Esta opción, aunque improbable, podría desembocar en elecciones anticipadas si las corrientes internas que componen el kirchnerismo no logran ponerse de acuerdo en cómo manejar la transición.
En definitiva, la carrera por el 2015 ya está lanzada y los principales competidores ya largaron. Sólo resta recolectar los datos para poder teorizar y simplificar los escenarios. Mientras tanto, la moneda está en el aire y girando.