Por: Mercedes Miguel
Tatiana es una niña de 12 años que, como otros 20.248 alumnos, terminó séptimo grado en 2012. Tatiana quería empezar la secundaria, estudiar arte y danzas, pero no sabía cómo ni donde inscribirse; se cerró el período de inscripción y ella pasó a formar parte del 5% de esos egresados que no pudieron asegurarse una vacante para entrar en la secundaria.
El programa “Pensá en la Secundaria“ es un servicio que le ayuda a chicas como Tatiana a conseguir una vacante para poder empezar la escuela secundaria.
En la Ciudad de Buenos Aires se registra un alto porcentaje de escolarización que nos indica que la mayoría de los alumnos están inscriptos en las escuelas. Sin embargo, lo importante es lo que pasa en cada uno de esos chicos, cada año, cada día de su formación. La educación de Tatiana empieza cuando se asegura un banco en la clase pero todo nuestro foco y trabajo diario está puesto en que reciba un aprendizaje de calidad que la haga plenamente capaz de ser lo que ella sueña ser. Es por eso que todas las políticas educativas tienen como eje que los alumnos tengan un aprendizaje efectivo. Para que ello suceda, todos los recursos humanos y los recursos pedagógicos son importantes y necesarios. Pero lo más complejo de la educación es hacerla visible, tangible, poner en palabras su verdadera importancia.
La educacion de Tatiana iba a quedar suspendida luego de terminar séptimo grado. Debemos poder lograr que Tatiana y sus compañeros sientan la importancia de ir a la escuela, aprender, desarrollar habilidades, reflexionar, pertenecer y trabajar en grupos, ser emprendedores y creativos, colaborar con la comunidad, divertirse y estar motivados y socializar con las nuevas exigencias de una sociedad en constante cambio.
En la sociedad del conocimiento, el valor más preciado que nuestros jóvenes pueden adquirir es, precisamente, el conocimiento expresado en la capacidad de poder ser y hacer. Sólo aquello que los estudiantes logren aprender les permitirá ser libres y lograr sus sueños, su proyección a futuro. Todo ello sucede en la escuela y en los entornos de aprendizaje variados que promueve la educación digital.
Poder ver en la educación el valor y el impacto real que tiene en el desarrollo personal y social es un trabajo que requiere de una extraordinaria articulación propia de un ecosistema, en el cual quienes conforman y son parte del sistema educativo y ciudadanos como usted, cumplen un rol preponderante.
En la Ciudad de Buenos Aires hay 949 alumnos que, como Tatiana, no pudieron asegurarse una vacante en la escuela para este año y es nuestro objetivo lograr que cada uno de ellos ingrese y egrese exitosamente de la escuela secundaria.
La educación seguirá siendo invisible si solo hablamos de números pero todos podemos ver a Tatiana y contarle el valor que tendrá para ella su educación.