Por: Mundo Asís
En la Argentina se judicializó hasta la vida cotidiana.
Se percibe cierta triste desconfianza hacia los profesionales que deben impartir Justicia. El valor balcanizado.
Como si la Justicia se hubiera convertido en otra Yugoslavia. Ideal para despedazar.
Diseminarla en porciones y creencias. En intereses -menos que sectoriales- de bandas.
La Garganta ejemplifica: “Es mi Justicia contra la tuya”. “Si me tirás con tus jueces te tiro con mis fiscales”. “Si me tirás con tus fiscales te tiro con mis camaristas”.
Una ruleta rusa con alternativas -si no apasionantes- casi lúdicas.
El Procelac
Procelac emerge como una vertiente fabulosa de desconfianzas.
Trátase de la creación dela Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos.
Tiene la competencia de “investigar todos los delitos económicos del país”. Lo consigna “Mercado y Transparencia”.
Trátase de un consultable sitio web. Bastante próximo, ideológicamente, de la doctora Alejandra Gils Carbó, la Procuradora General de la Nación.
Fue designada después del Papelón-Reposo. Cuando, como consecuencia de la causa perdida de salvar al clavel de Boudou, El Descuidista, el gobierno padeció el severo traspié. Tan sonoro como innecesario.
Pero la desgracia del pobre Reposo facilitó que el dossier Gils Carbó pasara como por un tubo. Sin inconvenientes.
Medular, atractiva, intelectualmente bien formada, a Gils Carbó suelen estampillarle la pertenencia a dos casacas. La casaca del inmanente Raúl Moneta, El Rulo, el visionario que solía pelearse con Magnetto, El Beto. Pero cuando Magnetto era el aliado invalorable de Néstor Kirchner, El Furia.
Y ahora a Gils Carbó se le estampilla la casaca del CELS, Centro de Estudios Legales y Sociales, el sustancial polo de poder que orienta Horacio Verbitsky, del Movimiento Todos por Horacio.
La Procelac es “una estructura compleja”. Contiene “seis áreas especializadas en los distintos tipos de ilícitos”.
Desde Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, o Delitos Tributarios y Contrabando. Hasta el área de Fraude Económico y Bancario. O de Mercado de Capitales (aquí sí ampliaremos).
“Serán seis fiscales ad hoc, que actuarán como fiscales sin serlo”.
Fiscales, en fin, políticos, como los honorables Artículos Quinto de la cancillería.
Para los máximos desconfiados, la Procelac se centrará en los puntos vulnerables de los adversarios seleccionados por el gobierno. El que, pese al franciscanismo de su escuadra, “va por todo”. En el amague. Aunque la gestión sea, para ser objetivos, un virtual desastre.
Con la administración pública paralizada por el bacilo de la mala praxis.
Y aunque se extienda, como otro virus, el invariable hastío de la sociedad. De “la calle” que, después del 8-N, volverá a hablar. El 22-F.
Primer aniversario de la catástrofe ferroviaria de Once. 51 muertos.
“Si se estira de esa cuerda se cae, Rocamora, por putrefacto, el edificio”, confirma otra Garganta. Sabia.
La CNV
Otra vertiente de terrores es la Ley de Reforma del Mercado de Capitales.
Los senadores de responsabilidad limitada y los diputados a la carta votaron la ley “a conciencia pura”. Como en el tango “Confesión”.
Por los plausibles efectos de esta crónica algunos próceres, razonablemente, se van a arrepentir. Pero “Tarde” (otro tango).
La ley otorga inusitada relevancia a la Comisión Nacional de Valores, la CNV.
Se promulga el 2 de enero. Un mes después del desfloramiento sin sangre, en el Boletín Oficial.
La CNV se carga, en la práctica, el Merval. El Mercado de Valores queda reducido a la insignificancia.
“Como una flor de ley K contiene locuras infinitas”, confirma la Garganta.
La clave que debiera interesar, a los distraídos que la votaron, o a los empresarios que se fueron a la playa, se encuentra en el artículo 20. Inciso K. No dejan, después de todo, de ser graciosos.
Dos destaques principales:
1.- Cualquier accionista minoritario de una empresa puede pedir un veedor a la CNV. Habilitado -el veedor- para objetar cualquier decisión del directorio de alguna empresa que emita acciones en la Bolsa.
“El veedor tendrá derecho a vetar las decisiones del directorio”, confirma otra Garganta, vinculada a una empresa que no quiere cotizar más. Que se raja del Merval. Y planifica rajarse del país.
2.- Más grave aún: “Un accionista minoritario puede solicitar la intervención del Directorio de la Empresa, durante 180 días”. Siempre por presuntas irregularidades.
“Como misil con cabeza nuclear, la ley está dirigida a la testa de Magnetto”, confirma la Garganta.
Aunque incomoda, además, a cualquier cerdo capitalista que tenga parte de su empresa en el casino de la Bolsa.
Pero ánimo. Para recurrir la medida, como si fuera una cámara de apelaciones, la empresa intervenida puede apelar al Ministerio de Economía.
Lo más insólito: no es j…
Moraleja. Corolario del atraco patriótico hacia los Fondos de Pensión.
Anses es accionista minoritario de Grupo Clarín. Puede reclamar la intervención, por “irregularidades”, del Grupo. Apenas por 180 días.
Apuntar, a esta altura de la crónica, un nombre. Alejandro Vanoli.
Trátase del titular de la CNV.
Nace una estrella.
La Corte
“Es contrario al per saltum que, quien lo invoque, apele una sentencia que le es favorable”, confirma otra Garganta.
Fundamenta que la Corte debe rechazar con firmeza -“in limine”- el recurso que le arroja el dardo envenenado del gobierno.
Harta las paciencias, hasta llenarlas, la Guerra-Divorcio que mantienen Nuestra César y el Grupo Clarín.
“Tienen secuestrada a la política y la sociedad”, consigna el Informe Oximoron, ya estudiado.
El eje del conflicto pasa hoy por la Sala Uno de la Cámara Civil y Comercial Federal, que ya favoreció a Clarín. Con la extensión de la cautelar. O la “precautoria”, para la jerga. Integra la Cámara la doctora Najurieta y el vilipendiado doctor Francisco de las Carreras. Pero con la ayuda espiritual, según nuestras fuentes, de la laboriosa camarista de otra sala. La doctora Medina.
Pero el juez Alfonso, en Primera Instancia, falló, después, a favor del Gobierno. Al declarar la constitucionalidad de los artículos que impugna Clarín.
Al apelar Clarín, la pelota del litigio vuelve a la Cámara. Pero el Gobierno aplica la desesperada penicilina del per saltum. A los efectos que la pelota sobrevuele la Cámara“adversaria”, y se concentre, por la magia del per saltum, en la Corte Suprema. Neutral, al cierre del despacho.
Trasciende que se registra un empate. El presionado presidente, Ricardo Lorenzetti, en el verano de 2012, se encuentra en la disyuntiva similar a la de Cobos, en el invierno de 2008.
Lo más patético, de esta Yugoslavia, son los trascendidos.
Los trafican, en general, juristas prestigiosamente intachables. Serbios, croatas, bosnios o macedonios de información calificada. Aluden a gravedades posiblemente tergiversadas. Pero parten de hechos verosímiles.
Avergüenza que se instale, por ejemplo, que los miembros dela Corte Suprema, en la actualidad, son apretados como naranjas.
Trasciende que Nuestra César -el Poder Ejecutivo- mantuvo una reunión bilateral, impiadosamente dura, con Ricardo Lorenzetti, emblema máximo del Poder Judicial. Al que, según nuestras fuentes, Nuestra César maltrató. Como si fuera otro de los obispos destratados de la Conferencia Episcopal.
A Lorenzetti se lo retó, según nuestras fuentes, como si fuera un inofensivo Secretario de Estado. De los nutridos que aplauden con ganas, pero sin convicción.
El ablandamiento sistemático de Lorenzetti es complementado por la divulgación de determinado video marginal. Circula selectivamente. Tuvimos acceso (pero aquí no ampliaremos).
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com