Por: Mundo Asís
La Argentina cristinista se dispone a lavar más blanco.
de Consultora Oximoron
Redacción final de Carolina Mantegari
Introducción - El trípode eliminado del Poder
Para entender el complejo poliedro del Kirchner-cristinismo, el Portal insiste en su tesis. Estudiarlo a partir de sus recuperaciones. De sus caídas.
En la desesperada huida hacia adelante, de perseguido, el cristinismo siempre pasa a quedar, de pronto, como el perseguidor implacable.
Hasta recuperarse, merced a la carencia de adversidad. Y así sucesivamente.
Una caída, con Kirchner, El Furia, como presidente, resultó fundamental. Pero pasó (casi) inadvertida. Recuperación obvia.
La derrota de Misiones de 2006. Signa el desmoronamiento del proyecto de permanencia. La “santacrucificación nacional”.
Las otras dos recuperaciones -o caídas- transcurrieron con Cristina, La Doctora, como presidente. Pero con El Furia como atizador del fuego de los conflictos. Y con la fatal desaparición eliminación del trípode que había sustentado el poder, y consolidado la hegemonía.
Tres pilares que fundamentaban la vigencia inapelable del kirchner-cristinismo.
Kirchner o el Gobierno-Estado. Magnetto o la garantía de la comunicación. Y Moyano, El Charol, para el cuidado de la calle y el mantenimiento del trabajo.
Osiris Alonso D’Amomio
Director- Consultora Oximoron
* * * * *
En 2008 (derrota del “campo”) y 2009 (derrota de las “testimoniales”).
Aquí, el cristinismo perseguido pasó pronto a ser de nuevo el triunfante perseguidor. Aunque hubiera desaparecido “el trípode de poder” que lo sustentaba.
De tres pilares pasan, primero, a ser dos.
Por el enfrentamiento de los dos pilares -Kirchner y Moyano-, contra el tercero, Magnetto.
A partir de la muerte irresponsable de El Furia, se asistió al suicidio implícito de sustentarse en un solo pilar.
La Política, El Estado, o sea La Doctora. Contra los otros dos. Moyano y Magnetto.
Porque al enfrentamiento con “la corporación comunicacional”, La Doctora le sumó el enfrentamiento con quien representaba la “corporación sindical”. Moyano.
Creer aquí que Szpolsky y Gvirtz pueden suplir el aporte sustancial de Magnetto es tan desproporcionadamente inocente como creer, acaso, que con Caló se puede sustituir a Moyano.
O que con la formidable legión de buscavidas de Unidos y Organizados podía suplirse el servicio del Partido Justicialista (hoy transformado en la tristeza vegetal, sin identidad, mística ni fe).
Por todo
En la actualidad, la dinámica improvisada del Gobierno-Estado, a cargo de La Doctora, “va por todo”. A degüello, con la “democratización de la Justicia” y con la Comisión Nacional de Valores, para liquidar su enfrentamiento con Magnetto, o sea el Grupo Clarín.
Con el agravante que Clarín, también, ahora va “por todo”. Y emerge como el instrumento sustancial para producirle -a La Doctora- la devastación moral que la desgasta. Hasta diluirla.
Mientras tanto Moyano lanza, aparte, su propio partido de oposición. Emerge como el protagonista fundamental de La Banda de los Cuatro (que ya son cinco). En simultáneo, la artificial CGT de Caló se aferra con cinta scotch a la debacle de La Doctora. Pero ahí se planifica -según nuestras fuentes- la integración. El sentimiento clasista de fundirse con Moyano.
Derivaciones del acontecimiento internacional que el cristinismo no supo aún evaluar. Generador, a su vez, de su propia dinámica. El advenimiento de Francisco.
Con la aureola que complementa la aquí anunciada“Peste de transparencia”.
Epidemia que sobrevuela la deshonrosa actualidad del cristinismo. Amenaza con pulverizar las “tinieblas heredadas” por La Doctora.
Opacidades atribuibles, por ahora, a la pasión recaudatoria del marido extinto. El Furia.
Cinco muchachos
Es precisamente en este marco de retroceso donde el poliedro del cristinismo instala la penúltima reforma bartolera.
La improvisación del flamante blanqueo. Para pasar, de perseguido por la realidad -y por la historia- a ser el perseguidor implacable que perdona evasores. En pos de la próxima recuperación.
Aventura que se percibe -para Oximoron- como imposible. Pero alucinante.
“Si se cargan la Justicia, y en dos semanas consiguen aprobar también este blanqueo trasnochado, desde ya aconsejo a mis clientes no dejar ni un miserable dólar en la caja de seguridad”, confirma la Garganta. Un respetado Consultor de empresas.
“Hoy es más seguro tener los billetes en el hueco simulado en la pared, que entregarle un billete al Estado”, asegura.
En una cara inédita del poliedro, la Argentina cristinista se dispone desesperadamente a lavar más blanco.
Debe admirarse otra vez más la audacia que la inteligencia.
La osadía de poner a los cinco muchachos en el escenario. Registran existencia sólo por depender de La Doctora. Se representan a sí mismos.
Pero pontifican, después de todo, sobre los beneficios del jubileo que se viene.
Es una lástima que a estos cinco muchachos nadie les crea, en el fondo, ni el saludo.
Ni siquiera a la señora Marcó del Pont, que dejó la sonrisa en el camino de la burocracia. Era su atractivo atributo, aparte de una reconocida inteligencia que puso al servicio de la causa perdida.
En cambio Lorenzino, Zorba El Griego, produce una gracia casi compasiva. Mientras Axel Kicillof, El Gótico, irrita con su estructurada superioridad. Sin la firmeza de Ricardo Echegaray, que tiene muchas más ganas de irse que Lorenzino. En su caso hacia la embajada en Francia. O colar, aunque sea, en la lista de diputados.
De todos modos es una delicia pintoresca que, entre Los Inflamables, se encuentre Moreno.
Es el peronista cultural que cae, incluso, hasta simpático. Un llamativo efecto de la barbarie natural.
Capturar la iniciativa
Mientras se arrastra, en la plenitud del descenso, La Doctora se las ingenia para capturar la iniciativa.
Con estos cinco funcionarios bio-degradables. En el momento de menor credibilidad de la “década rifada”.
La Doctora abusa, en la práctica -como en 2008 y 2009- de la insuficiencia de los numerosos detractores que no producen la menor información.
Pero tienen, con el disparate del blanqueo, para entretenerse.
En medio de la carencia, el cristinismo avanza, atropella. Con la razón inventada para ocultar el derroche de las reservas reales, que apenas sobrepasan los cinco mil millones de dólares de libre disponibilidad.
La necesidad de juntar dólares, después del desperdicio de la etapa irrepetiblemente histórica. Deriva en “década rifada”.
¿Se los podrá llevar por delante, a los detractores, otra vez?
Es la pregunta. Cuando se agotó definitivamente el espacio que posibilite otra recuperación.
Carolina Mantegari
Informe Oximoron-Redacción final