Las elecciones en Irán y el acuerdo por la causa AMIA

Roberto García Moritán

Irán se encamina a un período post Ahmadinejad con el registro de los candidatos presidenciales para las elecciones del próximo 14 de junio, que incluye a cuatro acusados por el atentado terrorista contra la AMIA. La lista deberá recibir la aprobación del Consejo de los Guardianes, integrado por seis clérigos con derecho a veto y seis juristas islámicos. En 2009 se habían inscripto 475 aspirantes pero sólo cuatro fueron aprobados por el Consejo religioso. Es previsible que en los próximos días el Consejo de los Guardianes reduzca la grilla electoral 2013 en unos pocos candidatos que gocen de la aceptación del Supremo Líder religioso. En ningún caso los potenciales candidatos, aun los de raigambre reformista, plantean el cambio del modelo teocrático hegemonizado en Irán desde 1979 por el clero chiita bajo el liderazgo del ayatola Ruholla Jomenei y que hoy comanda su sucesor Ali Jamenei.

Las características del sistema político reducen algunas incógnitas del futuro gobierno en particular las relativas a la política exterior. Por ejemplo, nada permitiría pensar en una modificación en la orientación del programa militar nuclear cuyo origen se acordó cuando Ali Jamenei fuera presidente bajo la guía espiritual de Jomenei. Tampoco en los propósitos de la ampliación de la influencia chiita en Medio Oriente o en una modificación de las políticas yihadistas. Esas cuestiones son políticas de estado.

La duda es si la nómina definitiva de candidatos que apruebe el Consejo de los Guardianes incluirá a los cuatro acusados de haber intervenido en la decisión del atentado criminal ocurrido en 1994 contra la Asociación Mutual Israelí Argentina en la cual murieron 85 personas.

Dos tienen posibilidades electorales. Uno, el ex presidente y clérigo de 78 años Akbar Rafsanyani, convertido en referente de la oposición reformista. Otro, el ex canciller Ali Velayati, representante del ala conservadora y discípulo del Líder Supremo Ali Jamenei. Sin embargo, el ex canciller deberá competir con la aspiración de último momento del negociador del polémico plan nuclear iraní, Said Jalili, que sorpresivamente se ha anotado como candidato y es otro predilecto del ayatola Jamenei. Mientras los candidatos presidenciales Rafsanyani y Velayati no pueden ser alcanzados por las células rojas de Interpol, otros dos aspirantes presidenciales se encuentran perseguidos por la Policía Internacional.

Se trata del ex ministro de inteligencia Ali Falahian y el actual jefe del Consejo del Discernimiento y ex comandante de los Guardianes de la Revolución, Mohsen RezaiMientras los candidatos presidenciales se preparan para conocer la lista de favoritos que apruebe el Consejo de los Guardianes, el acuerdo entre la Argentina e Irán sobre los responsables del atentado contra la AMIA no parece figurar entre las prioridades políticas de Teherán.

El Parlamento iraní no parece muy interesado en un tratamiento preferencial como lo hiciera la Argentina. La razón puede ser que quizás el convenio bilateral ya cumplió con el objetivo inmediato al haber brindado a los candidatos presidenciales sospechados de una apariencia de cooperación judicial.