La incierta eficacia del memorándum de entendimiento con Irán

Roberto García Moritán

El acuerdo entre la Argentina e Irán para indagar a los acusados por la justicia como sospechosos de haber decidido el criminal atentado contra la sede de la AMIA en 1994 sigue dando nuevas muestras de grave debilidad y desconcierto. La reciente declaración de la Embajada de Irán en Buenos Aires en el sentido que el Memorándum de Entendimiento se encuentra “en plena vigencia”, aunque no haya recibido ratificación parlamentaria, sólo hace aumentar la desconfianza en los propósitos políticos de Teherán. El juego de procedimientos que utiliza la diplomacia iraní es una práctica conocida en otras negociaciones cuando intenta desviar la atención a cuestiones concretas. No es una novedad.

Consecuentemente, el anuncio de Irán es una indicación de que quizás el acuerdo nunca reciba aprobación legislativa y que sólo es confirmado por un Presidente que deja la función en poco tiempo y cuyo candidato, según las encuestas, no ganará las próximas elecciones presidenciales.

Tampoco cuenta con la simpatía del Supremo Líder religioso. De ser ese el caso, la eficaz implementación del polémico acuerdo que supuestamente persigue la indagatoria de los acusados estará en duda por cuanto sin la ratificación parlamentaria de Irán el Memorándum de Entendimiento, de por sí polémico en sus intenciones, se enfrentará aun con mayores dificultades al encontrarse en contradicción con la legislación de Irán respecto al tratamiento judicial a sus ciudadanos.

Si aun con ratificación parlamentaria iraní la eficacia del memorándum es incierta, como se desprende de declaraciones del mismo gobierno de Irán, sin ella es probable que el instrumento sea sólo humo para transmitir una supuesta imagen de voluntad de cooperación judicial cuando no es el caso. Irán ha señalado con claridad que no tiene la intención de someter a la justicia argentina a ninguno de los ciudadanos acusados. Tampoco en aceptar sus procedimientos. Una perspectiva muy poco prometedora. Pretende solo demostrar que la investigación promueve objetivos interesados. Una conclusión, cuanto menos, ofensiva para la justicia de Argentina.

Resulta lamentable, por la enorme gravedad que ha representado el atentado terrorista a la AMIA como también por los avatares de la investigación, el conjunto de incongruencias, interpretaciones confusas como desorientación que ha rodeado a la presentación en sociedad del Memorándum de Entendimiento con Irán. Todo parece demostrar, con el nuevo anuncio de Teherán, que de “entendimiento” tiene poco.