Por: Roni Kaplan
Pese a que nos gustaría estar mucho más pendientes del Mundial, como buena parte de los habitantes del Planeta, por desgracia aquí en Israel estamos constantemente ocupados buscando nuevas pistas para rescatar a los tres chicos secuestrados por la organización terrorista Hamas hace unos días.
Guilad, Naftali y Eyal, adolescentes israelíes que “hacían dedo” para volver a sus casas el jueves en la noche, cayeron en manos de Hamas, una organización semi-estatal considerada como terrorista -entre otros- por la Unión Europea y Estados Unidos, que rige la Franja de Gaza tras un Golpe de Estado en 2007. Se trata de un régimen dictatorial de corte religioso-militar que, en la última década, apoyado por Irán, multiplico por 1000 la cantidad de israelíes que quedaron bajo amenaza potencial de los cohetes gazatíes, hasta llegar a 3.5 millones de personas durante la operación “Pilar Defensivo” el pasado noviembre de 2012.
Una organización en cuya Carta Magna dice que “Israel existe y continuará existiendo hasta que el Islam lo elimine, así como ha eliminado a muchos otros” y que “El Día del Juicio no ha de llegar hasta que los musulmanes luchen contra los judíos y los asesinen. Luego, los judíos se esconderán detrás de rocas y árboles, y las rocas y los árboles exclamarán Oh Musulman, hay un judío escondido detrás de mí, ven y asesínalo“.
Fiel al ethos israelí de no dejar ni soldados ni civiles en manos del adversario y a raíz de los secuestros, las Fuerzas de Defensa de Israel han iniciado hace seis días el operativo “Volved Hermanos” con el objetivo explícito de rescatar a los chicos. Al mismo tiempo, la misión es debilitar considerablemente la capacidad terrorista de Hamas, sus infraestructuras y sus centros de reclutamiento en Judea y Samaria para evitar este y otro tipo de atentados futuros. Se trata de un combate complejo contra un grupo terrorista que opera mimetizado en la población civil, una batalla que no empezó hoy ni terminará mañana, sino que ya lleva años.
En el marco de esta acción, se han efectuado aproximadamente 240 arrestos, entre ellos varios líderes del Hamas. Asimismo, se han decomisado varios cientos de armas. El propósito de los arrestos es conseguir pistas que permitan traer a los chicos de vuelta a casa y debilitar a Hamas. La intención es alterar al mínimo la rutina de vida de la población palestina en Judea y Samaria. La necesidades operacionales se están llevando a cabo disminuyendo al máximo los daños a la población civil de la zona.
Es menester tener en cuenta que el secuestro no es meramente una motivación coyuntural para los terroristas, sino más bien una cultura operaciona, la “cultura del secuestro”. Desde principios de 2013, Hamas y otros grupos terroristas palestinos han procurado realizar 64 secuestros a Israelíes por el mero hecho de ser israelíes. Lamentablemente, esta vez lo lograron, tras lo cual comenzaron una campaña denominada “los tres Shalit” haciendo alusión a Gilad Shalit que Hamas había secuestrado en 2006 durante más de 5 años.
Para conseguir sus objetivos operacionales, las Fuerzas de Defensa de Israel ha trabajado en coordinación con los aparatos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina. Esperamos que esta cooperación se profundice y traiga resultados concretos sobre el terreno. No es una cooperación propiamente dicha, sino más bien una coordinación basada en intereses comunes.
En este momento, no sabemos cuanto puede demorar el operativo de rescate de los chicos. Pueden ser días, semanas o meses. El trabajo se lleva a cabo con paciencia y determinación, sopesando cada alternativa.
Ojalá que los chicos puedan ver los próximos partidos del mundial en casa. Se hará todo lo posible para que les madres israelíes duerman tranquilas y tengan la seguridad que cuando sus hijos salen de sus casa, regresarán sanos y salvos.