El 8 de diciembre vence el plazo para ver la muestra de Luis Felipe Noé en la galería Rubbers que representa un acto de libertad de expresión seguramente más profundo y sensible que este otro del que tanto se habla y se espera para el día anterior.
Libertad de expresión
Con esto quiero decir que, a mi modesto entender, la libertad de expresión no es un problema en la Argentina hoy, tanto como lo es la incapacidad de visión, audición o lectura de lo que se expresa. Tenemos puestos los ojos y los oídos en las vidrieras de las casas de electrodomésticos y en las páginas de las publicaciones bobas o los programas de chimenterío ; y por más y mejor que se exprese lo que se exprese ya casi no hay quien lo escuche realmente, porque tenemos anestesiada nuestra sensibilidad y el mismo cuerpo individual o social ya casi no reacciona a las reales expresiones, a la belleza o a la verdad propiamente dichas.
Historia de una familia tradicional (18 x 175 cm – mixta sobre tela – 2012)
La demanda visual
Me imagino otros tiempos, seguramente más desfavorables en lo político o económico, en los cuales se esperaba y ocurría, reverberaba y se discutía, y tenía alguna consecuencia en el mundo de las ideas una muestra de Noé como la que ahora cuelga sin el menor estruendo social.
Y no es un problema de la muestra, ni de la obra, ni mucho menos del artista; es –como antes decía– un problema de oído, curioso síntoma fonoaudiológico en una sociedad joven como la nuestra, que no se resolverá con el consabido audífono ciertamente. Discúlpeme el lector que sea insistente sobre esto, pero es preocupante y pertinente plantearlo en este momento cuando la libertad de expresión se pone de manifiesto en el debate público. Y en este contexto es justo destacar el que todavía existan artistas que siguen produciendo y exponiéndose como Luis Felipe Noé, artistas que no se hayan desalentado de esto que decimos, artistas que no se hayan adaptado a los modos algodonados de la demanda visual que como dicen los chicos “no quiere saber de historias”, y se recrea comparando precios en los pasillos de las ferias, y se convence del buen estado de salud del mercado del arte por la multitudinariedad de las gallery nights en el amparo de los más altos y burbujeantes patrocinios.
Vida (120 x 150 cm – mixta sobre papel – 2012)
En consecuencia
La muestra titulada “en consecuencia” presenta una veintena de obras que representan más de una búsqueda o, mejor diremos, inquietud, del artista ; bendecido todo esto por la explícita y amorosa presencia de su esposa recientemente fallecida. Sería esta una muestra homenaje a más de cincuenta años de matrimonio, ofrecida “en consecuencia” de esa pérdida, y lo que se ofrece no es algo directamente referido a ella, sino lo que el artista puede ofrecer de mejor de sí, que es lo que siempre ha sabido hacer, y no otra cosa, a saber, el producto de su más irrestricta libertad de espíritu. Libertad que se manifiesta en más de una dimensión de la vida, sino en todas ellas. Hay una dimensión política, ciertamente, que se pronuncia en definiciones de muy concentrada síntesis así como también se coraliza o se manifiesta en una presencia de rostro denunciante que emerge como recortado de esa especie de marea volcánica de la materia misma de lo visual que finalmente es la razón y la causa de las deformaciones que el artista impone a la figuración. El gesto de Noé es un gesto que parte de la materia y actúa sobre la figura haciéndola decir. Hay un elemento vocal en casi todos los cuadros que aquí se presentan, hay una voz sin duda, en el sentido de una materia que habla, una materia que se rompe para decir. Hay por otra parte una teatralidad exquisita y terrible, una escritura en cierto modo electrizante, y una idea de pueblo que mejor que explicarla es ir y verla, o exponerse a ser mirado por ella.
Cuadro alcohólico
Desborde
El elemento centrífugo es a tal extremo puesto en revolución en casi todas las obras y la abundancia en el vocabulario es tal, que llega a resultar molesto el que los cuadros sean eso, cuadros; que tengan marco, que se inscriban en rectángulos. De hecho varias de las obras (El teatro de la vida, por ejemplo) son un recorte en sí mismo, o sobresalen del marco (Cuadro alcohólico), o se recortan sobre fondos oscuros vacíos (El observador analítico, El sentido consentido); lo que da cuenta de un problema que el artista tiene y comparte como tal (por eso decimos problema y no defecto) que es una pregunta sobre los límites que se corresponde con una postura respecto del conocimiento que prefiere las preguntas a las respuestas.
Lo de Noé es el despliegue mismo de la pregunta y la búsqueda mediante la escritura plástica de nuevas dimensiones de un preguntar profundo que encuentra alivio en un decir figurado y sonoro.
El observador analítico
Dos botones de muestra
Hombre con megáfono
Se ve un hombre sentado en una placa de bronce sobre fondo amarillo, y una suerte de megáfono le sale de la boca. La escena está rodeada de materia informe negra y terrosa. Canta esta especie de rey de las tinieblas a la vez que resiste en medio del acrílico, la tinta, la madera y el metal de unos Retazos compuestos en colaboración con Jorge Pablo Pallarols.
El Adiós (mixta sobre tela – 70 x 100 cm – 2012)
Y en el otro extremo un ser humano frágil apenas encorvado dice Adiós y sale negro hacia el azul por bambalinas quedando su alma en medio de la escena representada como una mancha blanca difusa en torno de los amarillos sobre un suelo todavía verde.
La muestra En consecuencia de Luis Felipe Noé puede visitarse hasta el 8 de diciembre, de lunes a aiernes de 11:00 a 20:00 y los sábados de 11:00 a 13:00 en Av. Alvear 1595, esq. Montevideo.