Un año con más risas que lagrimas para los inversionistas

Santiago Maggi

Terminó el 2012 y con él celebraron los inversionistas satisfechos por los retornos que los mercados financieros generaron en el año. Para los analistas no era trivial predecir desde la óptica macroeconómica un año tan exitoso, ya que varios contingentes contagiaron la salud de la economía global, con un gran riesgo de recesión y un posible debacle en los mercados accionarios.

Después de tensiones en Europa, aterrizaje de la economía China, conflicto en  Medio Oriente, economía lánguida en EEUU y Europa, elecciones en EEUU, y un abismo fiscal sin resolver, el índice accionario S&P 500 cerró el año en 1,426, un retorno (excluyendo dividendos) de 13.4%  en el 2012. Sin embargo el mercado americano no fue  el único que acompañó la fiesta, pues varias bolsas en Europa, Asia, y Latinoamérica también generaron retornos de doble dígito: Grecia 33%, Alemania 29%, Irlanda 17%, Francia 15%, México 18%, Argentina 16%, Colombia 17%, Japón 10%, entre otras. Por otra parte, el agregado de las materias primas y los bonos también generaron ganancias para nada despreciables en el año.

Es evidente que un factor pivotal que explicó el comportamiento de los mercados financieros fue el impulso de los bancos centrales a través de expansión monetaria sostenida por cuatro años, con expectativa de continuar en la misma tónica por unos cuantos años más, y que sólo preocupaciones latentes de inflación o efectos marginales nulos de tales estímulos serían los detonantes que cortarían el flujo de liquidez monetaria. Pero definitivamente, estos elementos tienen pocas probabilidades de ejecutarse en el corto plazo.

En EEUU, la comparación del desempeño de las acciones americanas en 2011 y 2012 pone en evidencia la bondad que tuvo el diversificar entre industrias y sectores. Por ejemplo, para el 2012 el sector con mejor desempeño fue el financiero con una ganancia total de 29% cuando en 2011 fue el peor sector con una caída de 17%. En contraste, el sector de servicios públicos fue el peor sector en 2012 con un retorno de 1.3%, sin embargo, en 2011 el sector tuvo el mejor desempeño al retornar 19.95%.

La pregunta es: ¿qué podemos esperar para el 2013? Aunque siempre la respuesta radica en que el desempeño de los mercados financieros depende de varios factores, es posible afirmar que gran parte de esos factores tienen su protagonismo al principio del año, con la resolución (así sea parcial) del abismo fiscal. En el evento de llegar a un acuerdo, así sea un microacuerdo, podría impulsar el optimismo en el consumo y la inversión y  así la economía para que evada una recesión en la primera mitad del año. Igualmente, los inversionistas podrían acompañar el optimismo y continuar en el modo de compra de activos de riesgo, trayendo una buena racha para el mercado accionario, y sobretodo estableciendo un buen inicio para el 2013. No obstante, gran parte del éxito o fracaso de los mercados en el 2013 dependerá de la combinación entre políticas fiscales y monetarias.