Por: Santiago Maggi
En la actualidad, es imprudente trabajar con un alto porcentaje del capital y sin protección a la apuesta de un mercado alcista, pues la corrección puede que esté lejos de su fin.
La semana no pudo terminar sin dejar un sinsabor a los inversionistas, y sobre todo, aumentar la incertidumbre sobre la dirección del mercado en las próximas semanas.
Durante el mes de febrero, el mercado accionario ya venía anunciando un debilitamiento al crear sospechas de una posible corrección de entre un 2 y un 4 por ciento. Sin embargo en sólo dos días, el mercado alcanzó a caer más de 2 por ciento, palpitando la zozobra de un posible cambio de tendencia, y no solamente una mera y sana corrección.
La semana también dejo una gran lección con no mucho sufrimiento para que la entendiéramos, y es que, el riesgo que se está tomando para apostarle a un mercado al alza es supremamente alto, sobre todo si se tiene en cuenta que éste se ubica cerca a su techo (por lo menos según los niveles históricos). Las cifras económicas (entre ellas, reclamos de trabajo, Philadelfia FED y comienzo de vivienda), y los anuncios decepcionantes de la Reserva Federal sobre un mayor desacuerdo en la Junta del Banco para continuar con el estímulo, sumaron al pesimismo y temor de los inversionistas.
A pesar de una semana de alerta, varios profesionales en la gestión de inversiones siguen creyendo fehacientemente que este movimiento es una buena oportunidad de compra. También afirman que los anuncios de la Reserva Federal esta semana no son una razón sustancial para preocuparse pues el banco central continuará su política expansiva hasta que tal estímulo ya no sea necesario para seguir reavivando la economía. Y aunque en ciertos aspectos tal consideración pueda tener razón, es muy cierto también que la esperada corrección (si es que es sólo eso) probablemente no haya terminado de desarrollarse, y que en cualquier escenario, es imprudente el trabajar con un alto porcentaje del capital. Por ende, ahora más que nunca la misma acción del mercado accionario clama por protección a los que le apuestan a un mercado al alza, y paciencia a los que creen en el comienzo de un mercado bajista.