Por: Santiago Maggi
El mes de marzo cerró con una Semana Santa que no sólo trajo bendición para los creyentes cristianos, sino también para los inversionistas en activos valores. Los índices de rendimientos financieros finalmente alcanzaron los altos históricos que hace no mucho tiempo eran inconcebibles de alcanzar ante tantas amenazas de recesión a nivel mundial, estrés en los mercados bursátiles, y temores al comienzo de un mercado bajista.
Sin embargo, el mes de abril es un tiempo para repensar nuestro método de inversión, pues ante tan importante evento de realización de nuevos altos en los mercados, la dirección alcista podría ser cosa del pasado o, por lo menos, tener un descanso para que el mercado reacomode su actual extremo de sobrecompra.
Los traders intradiarios son cada vez mas testigos de un mercado que logró superar los altos históricos con dificultad, pues varios días estuvo probando los niveles de resistencia 1.565/1.560 en el S&P 500 sin éxito alguno, y sobre todo, dejando muestras preocupantes en los indicadores estocásticos sobre una falta de acompañamiento institucional en la movida alcista.
Otro tema que es todavía más preocupante para seguir creyendo en la continuación de la tendencia alcista es la distribución entre sectores, que indica con mayor claridad una inclinación hacia una rotación defensiva entre sectores, significando altas probabilidades de corrección en el mercado accionario agregado. Durante las últimas dos semanas de marzo, los índices accionarios realizaron nuevos altos, pero los sectores que marcaron la movida fueron salud y consumo básico, sectores de naturaleza defensiva.
Además, el número de nóminas correspondiente al mes de marzo no pudo ser más decepcionante al demostrar que la creación de, al menos, 150 mil trabajos mensuales para que el motor económico americano mantenga la tasa de desempleo estable, haya sido un tema estacional y posiblemente no una reactivación real.
Es ahora imperativo que los gestores de portafolio trabajemos con mucha cautela en términos de posicionamiento y cantidad de capital invertida para proteger los buenos rendimientos que el mercado accionario ha ofrecido a sus inversionistas en el primer trimestre del año.