Por: Santiago Maggi
Las montañas rusas son lo que mejor definen el comportamiento del mercado accionario americano durante esta semana, no sólo por la alta volatilidad y velocidad a la que corrían los índices accionarios, sino por la manera como alteró las emociones y el comportamiento psicológico de los inversionistas.
Lo cierto es que los mercados bursátiles terminaron la semana dejando la misma sensación de cuando las montañas rusas terminan, una sensación de satisfacción y alegría. En el caso de esta semana, el buen reporte de nóminas y desempleo en EEUU salvó a los participantes de sufrir una corrección mucho más severa de lo que hasta ahora ha sido, y cambia el panorama de lo que podía ser si el viernes el mercado cerraba negativo.
El día jueves el futuro del S&P 500 llegó a romper el área de 1,602/1,599, lo cual ponía en alto riesgo la tendencia alcista de corto plazo, dejando la posibilidad que el movimiento bajista continuara por lo menos otro 2.5%. Sin embargo, la esperanza, y después, euforia de un buen reporte redujo significativamente la posibilidad de todo derrame.
Ahora el mercado se sitúa en un punto de definición: el primer escenario supone que la movida alcista del jueves y viernes lograrán salvar al mercado de una corrección severa, y por ende el S&P 500 podría subir por lo menos otro 2,4 por ciento, donde los sectores cíclicos como financiero e industrial se verían especialmente favorecidos. En contraste, la otra cara de la moneda es que a pesar de estos buenos reportes, el agotamiento de un mercado alcista lleve a que la corrección no sea todavía historia del pasado. Todo nos queda en disfrutar el fin de semana y llegar con los ojos bien abiertos a lo que quiere hacer el mercado accionario la próxima semana.