Por: Santiago Maggi
Hasta la semana pasada, las buenas nuevas en el aspecto económico eran malas noticias para los mercados financieros. Los buenos reportes económicos eran una amenaza directa a la liquidez que ha empujado el mercado accionario americano, pues aumentaba la probabilidad de un comienzo de estrechez monetaria por parte de la Reserva Federal (FED).
Sin embargo, el excelente reporte de nóminas el día viernes después del cierre de Gobierno, acompañado de un cierre de 167 puntos positivos en el Dow Jones Industrial Average, dejó sospechas que una mejora en la economía no es tan peligrosa para los mercados como parecía ser.
El mercado parece estar descontando lo que el cerebro de la FED está concibiendo, y que está reflejado en dos documentos de investigación que dos miembros del Comité de dicha organización expusieron en la Cuarta Conferencia Anual de Investigación Jacques Polak, organizado por el Fondo Monetario Internacional, en la ciudad de Washington.
Estos documentos básicamente sugieren que hay liquidez para rato, pues aunque el banco central anunciare en pocos meses el comienzo del famoso “tapering”, otros esfuerzos de política monetaria continuarían hasta que la economía no tenga un soporte robusto para continuar por sí sola. En particular, los investigadores insinúan que una política contractiva no existiría en una economía con una tasa de desempleo mayor a 5,5%, y sugieren una mayor toleración en la inflación (de hasta 2.5% sin cambiar el curso de la política monetaria).
Jan Hatzius, economista jefe del conglomerado financiero Goldman Sachs, indicó que esta información era suficiente para que el banco prolongara sus proyecciones en la continuación de la política monetaria expansiva.
Las implicaciones en la óptica de las proyecciones, es que según la dinámica de la economía estadounidense, hasta 2017 la tasa de interés interbancaria continuaría en cerca al cero por ciento. En otras palabras, el combustible del mercado accionario americano pareciera no tener un final tan cercano como muchos esperaban.