Por: Santiago Maggi
El día de San Valentín se extendió a los mercados financieros. El primer discurso público de Janet Yellen ante el Congreso de los EEUU como presidenta de la Reserva Federal (FED) reflejó una reacción evidente de “simpatía” en los mercados financieros.
Aunque la presidenta no estableciera un cambio radical a la política monetaria y, en realidad, no dijera nada nuevo a lo que Ben Bernanke en previos discursos implantó, sus comentarios fueron suficientes para que el mercado accionario celebrara con una fuerte subida alcista en la semana, no vista desde hace más de un año.
Sin embargo, tal simpatía dependerá mucho del mantener el status quo del banco central ante la dirección de la política monetaria, pues un cambio inesperado, o una nueva acción que implique un cambio radical a las expectativas en los mercados, podrían poner a Janet Yellen en una posición no amigable para los mercados financieros.
No obstante, el status quo para mantener la política monetaria restrictiva intacta a como actualmente se encuentra, no dependerá de una decisión idiosincrática de la FED, sino de las cifras económicas en los próximos meses. Por ejemplo, una baja inflación amenazando niveles de deflación podría obligar a la FED a tomar medidas nuevas para evitar el ciclo deflacionario. Asimismo, la reactivación económica, medida principalmente a través de la actividad laboral, será otro factor determinante para la dirección en la política monetaria.
En el corto plazo, el reto más grande para Janet Yellen y su equipo será identificar si los pobres reportes económicos son explicados por el fuerte invierno que azota una gran parte del territorio estadounidense, o si en contraste, la economía no ha logrado acelerar lo suficiente como para ameritar el programa de reducción del estimulo monetario.