A raíz de las recientes medidas tomadas por la empresa Yahoo!, relacionadas a la finalización del beneficio para muchos empleados de trabajar desde su casa, se generó la polémica sobre la función o efectividad del teletrabajo. Si bien es real que algunos empleados abusan del beneficio del teletrabajo, no deja de ser fundamental que las empresas inviertan en la capacitación de sus empleados. De esta forma, los beneficios del trabajo a distancia y las herramientas tecnológicas disponibles para el control de la productividad serían fructíferos.
Sí considero que la alta gerencia de una empresa debe estar a diario en la oficina, pero no podemos negar que los empleados más jóvenes, pertenecientes a la generación Y, se encuentran acostumbrados a trabajar bajo la modalidad de teletrabajo y a la hora de evaluar una oferta laboral, priorizan la flexibilidad que las empresas otorgan. Por otro lado, ¿acaso los ejecutivos de grandes empresas no pasan gran parte de su tiempo viajando de una oficina o país a otro? ¿No es eso trabajo a distancia también?
Más allá de las decisiones propias de cada empresa, una política saludable sería incluir herramientas de control del trabajo antes que eliminar un beneficio e ir en contra de las nuevas tendencias y modalidades laborales. El avance en las comunicaciones actuales exige cambiar el viejo formato de “trabajo por horario” a un modelo de trabajo por objetivos o resultados.
Asimismo, es importante establecer relaciones sólidas que impulsen la motivación, la colaboración y la productividad entre los teletrabajadores. Las personas con fuertes lazos de amistad en el trabajo están más motivadas, son leales, colaboradoras y productivas. En una oficina clásica, estas relaciones se forman naturalmente. A la distancia, es necesario que se fomente la relación, dado que no hay presencia física. Con el fin de obtener el máximo rendimiento de los empleados que trabajan a distancia, es necesario establecer una comunicación clara y fomentar la confianza para asegurar que el personal cumpla con su deber.
Cinco puntos a tener en cuenta para mantener a su equipo funcionando sin problemas:
- Reunir la gente adecuada. Formar un equipo fuerte que pueda trabajar bien a distancia.
- Encontrar herramientas que se ajusten tanto al trabajo, como a las personas que las utilizan.
- Dominar el arte de la comunicación para mantenerse al día con sus empleados de manera significativa.
- Crear un sentido de pertenencia. Establecer relaciones sólidas para impulsar la motivación, la colaboración y la productividad.
- Trabajar por resultados. Enfocarse en la calidad del trabajo de sus empleados y no en su forma de hacerlo.
La Generación Y
Quienes pertenecen a la generación Y -millennials- son individuos hiperconectados que tienen un estrecho vínculo con la tecnología y utilizan todas las plataformas electrónicas disponibles para comunicarse. La Generación Y no busca tanto la estabilidad laboral ni un equilibrio entre trabajo y vida personal, sino que privilegian el manejo de su tiempo, lo que los hace más abiertos a buscar nuevas opciones de trabajo.
Por ello, no es casual que los profesionales de la Generación Y sean particularmente abiertos al trabajo a distancia.
¿No sería un error que por establecer políticas rígidas se pierda la posibilidad de contar entre sus filas con jóvenes brillantes que aplicarán a otras empresas más flexibles?
Tendencia mundial del teletrabajo
Según estudios que se revelaron a nivel mundial, en el 2015 el 37,2% de los empleados en todo el mundo se convertirán en teletrabajadores, mientras que hoy día sólo representan el 20%. De esta manera, el teletrabajador comienza a transitar un camino de posibilidades infinitas que le permitirán convertirse en emprendedor y en su propio jefe.
La Generación Y ha comprendido el poder que tiene el uso de las herramientas tecnológicas para transformar nuestras vidas. Por ello comprenden que la ubicación geográfica o física del trabajador ya no es relevante y que muchas actividades laborales pueden realizarse desde cualquier lugar.
Trabajar en modalidad freelance ha dejado de ser sinónimo de incertidumbre o privilegio de algunos, para transformarse en una alternativa concreta, viable y rentable.