Cuatro motivos explican la baja transitoria del dólar

Adrián Ravier

Las tapas de los distintos diarios nos muestran en los últimos días una baja en el dólar informal que sorprende a muchos analistas, sin embargo, analizando las tres variables centrales de este mercado podemos explicar su dinámica.

Oferta

En primer lugar, debemos analizar la mayor oferta de dólares que se observa en el mercado, dado por aquellos compradores de dólares formales que rápidamente los ofrecen en el mercado informal para obtener una ganancia por el diferencial.

Demanda

En segundo lugar, aparece una caída en la demanda, dada la crisis económica que vive la economía argentina, y la caída en la capacidad de ahorro de la clase media que acudía a este mercado para comprar divisas.

Sanciones

En tercer lugar, debe insistirse que la creciente persecución a quienes operan en el mercado, sancionándolos penalmente y clausurando a los operadores que infringen la legislación correspondiente, genera miedo en los demandantes del mercado, que postergan sus operaciones para cuando haya más calma.

Expectativas

En cuarto lugar, y quizás uno de los factores más importantes en un mercado pequeño como el “blue”, se debe analizar el cambio en las expectativas. Hace unos pocos meses las señales del gobierno mostraban poca voluntad de negociar con los Holdouts y de acudir al endeudamiento público a partir de enero para financiar el déficit fiscal. Bajo ese escenario, la oferta de pesos seguiría en aumento, y dada la continua fuga de capitales sumado a la caída del precio de la soja y otros commodities, aseguraban que además la oferta de dólares estaría cada vez más restringida y que la inflación estaría en aumento, lo que potenciaría la demanda de divisas en el mercado informal.

Pero en la última semana, el Ministro de Economía abrió la puerta a una negociación en enero, y todo indica que el 2015 le reabrirá al gobierno las puertas al crédito internacional. Tómese como ejemplo el swap de monedas con China por el equivalente de 814 millones de dólares, o bien, la gestión del Banco Central por un nuevo crédito del Banco de Francia por otros 650 millones de dólares para fortalecer reservas.

Conclusión

El problema de fondo, sin embargo, persiste, a saber, el desequilibrio fiscal. Que Argentina suspenda su monetización, paradójicamente sólo puede conducir a estrangular a la economía por falta de crédito, y con ello virar hacia una recesión más profunda.

El acceso al crédito internacional puede ayudar, si de fondo se plantea un cambio estructural que elimine gradualmente el desequilibrio fiscal, pero en ausencia de este cambio se asume un costo que no genera ningún beneficio, más que temporal.

El 2015 es un año de elecciones, lo que hace pensar que Argentina seguirá expandiendo el nivel de gasto, y combinará el financiamiento externo con nuevas emisiones de dinero. Cuando el mercado comprenda que la expansión monetaria no se ha interrumpido, un nuevo cambio de expectativas alimentará una creciente inflación lo que presionará nuevamente sobre el dólar informal. De ser así, la baja del dólar es transitoria y este cambio en las expectativas es temporal.

En cualquier caso, lo más curioso de este desenlace sería que Axel Kicillof comience a virar a nuestra economía hacia el endeudamiento y el noventismo. Recordemos que ya traicionó al keynesianismo: mientras éste sugiere -como bien expone en su tesis doctoral- que ante una crisis económica o estancamiento, se reduzcan las tasas de interés, él promovió una suba, lo que sólo agrava el estado de cosas.