Por: Adrián Rois
Chávez hizo una sola vez lo que está haciendo Maduro, y los militares lo sacaron del poder, el 11 de abril de 2002, cuando ordenó la activación del plan Ávila, el uso de la fuerza armada nacional contra la gente; hasta ese día llego él, allí los militares le quitaron el poder. Luego vuelve por la torpeza de Carmona.
El que piensa que el pueblo da golpes de estado, como dice Nicolás Maduro, está muy mal. Los golpes los dan los militares. ¡Cómo va a decir Maduro semejante barbaridad! Echa las culpas hacia afuera, como si hubiera una magia suprema que estuviera movilizando a millones de humanos vestidos de blanco con pancartas diciéndole que lo odian. Maduro tiene que despertar y escuchar a la gente lo que pide: la gente quiere comer, quiere ir al colegio, quiere que haya alumbrado público, que las calles estén sanas, las mujeres quieren ir con sus chicos a la plaza a jugar, sin temor a ser asesinados. ¿Acaso no se da cuenta Maduro que tiene medio país electrificado? La gente cerca sus casas con paredones gigantes electrificados, compran armas para defenderse… Esta es la Venezuela del terror.
Lo que vamos a hacer es poner las cosas en contexto. El régimen de Maduro dejó de ser un gobierno hace mucho tiempo, es un régimen, y es muy distinto a Hugo Chávez. Chávez era un hombre que se paraba en la raya amarilla, cuando ya la iba a pasar se echaba para atrás. Sabía muy bien manejar los hilos del poder y asfixiaba pero soltaba, entonces, hacia afuera, nadie podía decir que no era demócrata, porque él nunca uso las fuerzas de represión como Maduro, jamás. Y Maduro, en menos de un año, ha utilizado la represión, la tortura y la censura como nunca lo hizo Chávez en catorce años.
Estoy convencido de que hoy tiene que haber miles de oficiales muy molestos con lo que está pasando en Venezuela, y más molestos con lo que pasó en la Noche de los Cristales Rotos, como fue titulada por María Corina Machado. Y la pregunta que hay que hacerse es: ¿a quién le conviene esto? ¿A quién le conviene este desgaste de la Guardia Nacional frente a la gente? ¿Quién está moviendo los hilos para que Maduro se equivoque?
Maduro tenía el jueves pasado en sus manos la llave para desmontar la protesta, que era poner en libertad condicional a Leopoldo López, darle medidas sustitutivas, régimen de presentación, prohibirle las entrevistas, no permitirle la asistencia a manifestaciones públicas. Liberar a los presos que están en la cárcel de Puente Ayala, liberar a los estudiantes que están en Polichacao, y bajar la persiana. Pero no, optó por dictarle una medida privativa de la libertad a la una y media de la mañana, llevó el tribunal a una instalación que es para procesados y penados militares. Lo que está pasando no es poca cosa: hay que tomar conciencia, no lo están juzgando a Leopoldo en el Palacio de Justicia que es donde corresponde. Leopoldo es una persona, un líder civil, y lo llevan a una instalación militar, llevan el tribunal a una instalación militar, ¿cómo se llama eso? Si empezamos a sumar decimos: represión, tortura, censura, jueces en instalaciones militares, si esto no es una dictadura, ¿qué es?
Yo me pregunto, a ver Nicolás Maduro, explíquele a sus amigos del sur comunistas, ¿cómo reprime una rebeldía con militares?, explíqueselo. Me pregunto: ¿cómo se lo explica a sus amigos argentinos, chilenos, uruguayos, paraguayos, de izquierda, cómo se lo explica, Nicolás Maduro? ¿Cómo se lo explica a los que sufrieron las dictaduras de derecha y que fueron recibidos en Venezuela con los brazos abiertos de par en par? A los que fueron asilados por Venezuela. Y ahora un gobierno que se dice de izquierda está utilizando la cosa más fascista del mundo que es la represión militar, para reprimir una protesta de estudiantes. Entonces así es como hay que ver lo que ocurre en Venezuela, éste es el contexto que tenemos que ver. Es una enorme falsedad lo que está ocurriendo.
Primero Maduro utilizó para la represión solo a los colectivos y al SEBIN, pero miércoles en la noche fue la PNB y la Guardia del pueblo. La represión comenzó en el momento exacto en que Maduro hablaba por cadena.
El gobierno puede decir cualquier cosa en televisión, pero nosotros lo estamos viviendo en primera persona, el muchacho asesinado el miércoles en la noche en Chacao, que fue testigo de todo lo que pasó en La Candelaria durante el día, y por eso lo matan, le dan un tiro en la nuca, y lo van a buscar para matarlo porque fue testigo. O sea, esto no es que lo estamos viendo por CNN, esto lo hemos visto con nuestros propios ojos.
Maduro dio patente de corso y dijo: “no voy a permitir que demonicen a los colectivos”.
Es necesario que se sepa qué son los colectivos, ellos funcionan con toda esta historia de lo que es el socialismo y en la población denominada 23 de Enero y las zonas más populares. En teoría los colectivos no son violentos, en teoría son movimientos sociales, culturales, como podrían ser La Cámpora en Argentina, Unidos y Organizados o Quebracho, que son los que promueven supuestamente la cultura, el desarrollo social, los que van a los barrios y llevan los planes sociales del gobierno, para luego usarlos como herramienta electoral. Con la diferencia de que Maduro avanzó en un paso, los armó. Por eso están los videos en internet de cientos de motos entrando por ejemplo en el Core2 en Carabobo, ingresando civiles motorizados a un subcomando del ejército. Los colectivos vienen a ser una especie de guardia pretoriana del gobierno. Fíjense qué hizo el gobierno de Maduro la semana pasada: optó por la represión no oficial, porque cuando los colectivos reprimen el gobierno puede deslindarse y decir: “yo no fui, fueron ustedes, con grupos infiltrados”. Pero, cuando opta por la represión oficial, como el miércoles, que es la PNB, que es la Guardia Nacional, es represión oficial y ocurre lo que sostiene María Teresa Belandria: “Cuando la Guardia Nacional actúa conjuntamente con los colectivos, se les tiene que imputar violación de derechos humanos más asociación para delinquir, es una banda criminal, no importa que diga Guardia Nacional”.
Se está actuando con un grupo paramilitar armado fuera de la ley y con un grupo militar oficial armado; entonces, si actúan juntos, es una banda criminal. Venezuela está muy mal, porque quienes tienen que reprimir a los grupos violentos, actúan junto a ellos. Si los colectivos armados salen a meterse a los edificios, como se metieron la Noche de los Cristales Rotos, estamos frente a bandas criminales impulsadas por el gobierno. ¿Qué es lo que pasaba en la Noche de los Cristales Rotos? Pasaban por los edificios y tiraban bombas, a los edificios residenciales, desde las tanquetas, la Guardia Nacional, las bombas penetraron dentro e incendiaron los edificios. Es decir, es la irracionalidad del uso de la fuerza, es la desproporcionalidad en el uso de la fuerza, una persona con una pancarta y una cacerola y otra tirando tiros y bombas. Y el gobernador del estado de Anzoategui una semana atrás que dijo: “bueno, pero qué quieren, si una persona le escupe la cara a un guardia, le tenemos que dar un tiro”.
Ameliach, que es el gobernador del estado de Carabobo, puso en su cuenta de twitter: “preparadas para la batalla fulminante las UBCH”. Las UBCH son las Unidades de Batalla Bolívar Chávez, que son los colectivos del estado Carabobo, creados por Ameliach. Hay colectivos en Caracas y hay colectivos en el interior del país. En Caracas hay varios: Tupamaros, La Piedrita, etcétera. Los colectivos son anteriores a la llegada de Chávez al gobierno, pero eran sólo grupos ideológicos, muchos marxistas-leninistas, muchos comunistas. Estaban agrupados en una zona de Caracas que se llama el 23 de Enero, El Valle, etcétera. Con la llegada de Chávez en 1989, el Caracazo, y luego el golpe de estado de 1992, un grupo de éstos llega al gobierno y entonces dijeron: si nosotros tenemos aquí una fuerza ideologizada, organizada, lo que tenemos que hacer es darle armas, para que nos sirva para defender la revolución. No solamente vamos a transformar a las fuerzas armadas, organizadas e ideologizadas al estilo cubano, sino que también vamos a utilizar grupos parapoliciales y paramilitares, y vamos a armarlos, y empezaron a crear nuevos grupos. Los grupos tradicionales que siempre existieron antes de la llegada de Chávez eran los Tupamaros y los Carapaica, hoy son muchos más.
Los argentinos que pasamos por varias dictaduras podemos reflexionar y preguntar: ¿cómo que esto es un gobierno de izquierda? ¿Cómo que esto es un gobierno progresista? ¿La gente sale a protestar con una bandera y una cacerola y tiran toda la fuerza militar a calle? La Guardia Nacional no es un cuerpo policial, forma parte de la fuerza armada nacional, no son los carabineros de Chile, no es la policía metropolitana de Buenos Aires, son un componente de las fuerzas armadas, que tienen métodos de represión para orden público, pero que tienen fuerza letal, porque además de que usan los métodos disuasivos de todas las manifestaciones, gases lacrimógenos, etcétera, tienen fuerza letal, y salieron armados. Y están los videos, está el muchacho de la Noche de los Cristales Rotos, se da vuelta y lo matan. No están saliendo a disuadir, están saliendo a reprimir, y si es necesario, matar. Esto es una parte de lo que está pasando, lo otro es que una vez que las personas son detenidas y llevadas a los centros de reclusión, mientras son llevados a los tribunales, son torturados, tanto en instalaciones policiales como en instalaciones militares. Entonces, hay una tortura sistemática. El año pasado cuando se desarrollan en Venezuela las elecciones presidenciales, se produce en Venezuela la primera oleada de represión, cuando se dieron las manifestaciones del 15 y 16 de abril. A raíz de esas manifestaciones en el estado Lara, hay un grupo de chicos que se tuvieron que ir del país, porque los torturaron y los amenazaron de muerte, y los torturaron guardias nacionales. Entonces, esta represión a través de los militares no tiene precedentes, porque Chávez era militar, y cuando utilizó la fuerza pública de manera militar, el 11 de abril de 2002, los militares lo sacaron. De allí que se cuidaba mucho de poner en riesgo el prestigio de las fuerzas armadas; en cambio Maduro no.
Es fácil observar que la represión y la tortura es una política de Estado en Venezuela, la primera marcha después de las elecciones la reprimieron, y la reprimieron duro. Hoy los tres muchachos están afuera, pidieron refugio en Colombia. ¿Entonces esto qué es? Esto es una dictadura y la comunidad internacional tiene que actuar.
Tiene que quedar bien en claro lo que está pasando en Venezuela: represión contra el movimiento estudiantil, persecución política contra los líderes y censura de los medios de comunicación. Es necesario tener en claro el enfoque de estas tres cosas, porque esto no es solamente que los ciudadanos están protestando por escasez, inflación, inseguridad, desabastecimiento… En Venezuela hay una persecución sistemática contra el liderazgo político, represión, tortura y censura contra los medios de comunicación.