¿Alguien se acuerda de Juan Manuel Abal Medina? ¿Lo recodará la historia alguna vez por su gestión al frente de la importante Jefatura de Gabinete de Ministros? Una pompa de jabón puede tomar un tamaño, una forma y hasta un color, pero se sabe que está condenada a desaparecer. No dejará rastro alguno.
Muchos nombres y muchos anuncios que aparecieron y aparecen en el firmamento gubernamental han dejado en la población la sensación de estar frente a una pompa de jabón. Los hemos visto y los hemos escuchado, pero luego de pasado un tiempo nos preguntamos si realmente las imágenes que vimos y las palabras que oímos verdaderamente existieron o formaban parte de otra realidad, una realidad que no es la nuestra.
La realidad del argentino de hoy tiene que ver con los graves hechos de inseguridad, el narcotráfico que se expande, los precios que aumentan día a día, los cortes de luz, los piquetes que impiden llegar o salir de la ciudad o moverse dentro de ella con normalidad, la corrupción en todas sus formas, la pobreza y la marginación. Y algún etcétera más.
Detengámonos un momento para analizar qué es lo que reclama la gente que decide salir a la calle en son de protesta. Reclama un salario mejor, algo que se parezca a una vivienda digna, que los trenes no choquen y cumplan los horarios, educación para sus hijos, tener luz, poder bañarse, que los ancianos puedan bajar por el ascensor, que los hospitales no tengan que suspender operaciones quirúrgicas, y poder vivir y trabajar en paz. Y algún etcétera más.
Frente a todo ello se contesta con acuerdos de precios, precios congelados, pedidos de adelantos de divisas a las firmas cerealeras, acusaciones a las empresas de servicios que se debió controlar, aumento en el precio de las naftas, cepo cambiario, dificultades para importar, discrepancias entre los ministros, importación de tomates, compra de energía a Uruguay.
¿Cómo es posible que en el país del trigo el pan sea tan caro? ¿Cómo es posible que se hable de importar alimentos en un país que tiene amplia variedad y cantidad como para satisfacer generosamente a su población y exportar los excedentes? Fuimos autoabastecidos en petróleo y energía , pero ya no. Todas estas situaciones negativas se podrían haber evitado o corregido con políticas adecuadas.
Sería muy positivo que los políticos opositores que tanto critican al Gobierno vayan tomando nota de los errores para no volver a cometerlos, que vayan analizando y proponiendo soluciones serias y razonables. La oposición no debiera perder de vista las demandas de la sociedad también hacia ellos: que dialoguen, que se junten, en definitiva que piensen en el país y no sólo en sus intereses personales. De lo contrario corren el riesgo de diluirse como una pompa de jabón.